El Honor 8X ha llegado oficialmente a Europa tras habernos anticipado sus novedades con respecto al Honor 7X en su presentación inicial para el mercado local. Con ese motivo, la compañía celebró ayer un evento en Madrid (España) al que pudimos asistir y probar el terminal, y tras ello contamos nuestras primeras impresiones el Honor 8X.
Un móvil que se encuadra en la línea de gama media de esta marca que aún se identifica como juvenil y enérgica, lo cual se traduce en la estética de sus productos. En el Honor 8X se mantiene esto, siendo una actualización a nivel de procesador, RAM, cámara y otros aspectos que ya hemos podido saborear un poco, os contamos qué tal.
Honor 8X, primeras impresiones en vídeo
Devorando frontal hasta un 91% (según Honor)
Sí, el Honor 8X es un móvil grande, eso es algo objetivo y que además se enfatiza con los llamativos acabados y colores que la marca suele elegir (y que, como decíamos, le caracterizan). Lo vamos a notar más si estamos acostumbrados a móviles pequeños (en torno a las 5 pulgadas) y sobre todo en el agarre a una mano por la anchura, pero a decir verdad sí se cumple eso de que no da la impresión de estar sosteniendo un móvil de más de seis, tanto por compactación como por peso.
No es grueso, y gracias a la reducción de marcos logran que la superficie del móvil sea algo más que la de la pantalla (aunque enfatizaron la del marco inferior, y éste y el superior son algo más gruesos que los laterales). Para ello recurren también a la muesca, como ya vimos en otros como el Honor Play, aunque más pequeña a proporción (casi quedando más al estilo del Huawei P20 Lite).
El notch puede esconderse por software, lo cual entra dentro de las múltiples opciones que dispone EMUI (en su versión 8.2) para ajustar la pantalla a nuestro gusto. Algo que se agradece porque esta viene algo fría por defecto (si escogemos el modo de color "vívido", porque el normal es demasiado cálido y anaranjado), y también ligeramente sobresaturada (casi transmitiendo una sensación equívoca de que estamos ante un panel AMOLED, cuando no es así).
La pantalla tiene una buena resolución, más que suficiente para el usuario medio y para que tanto la lectura como la visualización en general sean satisfactorias. También está bien a nivel de contraste y brillo máximo en la medida de lo que hemos podido probar, y el ajuste de brillo automático nos ha funcionado bien en los pocos cambios de luz que hemos experimentado.
Bien a nivel de sensibilidad táctil y con margen de mejora en cuanto a ángulos de visión, pero nos quedamos con buenas sensaciones con esta enorme pantalla que según el fabricante ocupa un 91% del frontal. Además, EMUI habilita varias opciones de navegación y podemos aprovecharla algo más sustituyendo la barra tradicional de botones por los gestos, aunque no acaban de ir tan fluidos como en otros terminales Honor o Huawei con configuración más avanzada.
Lo justo para jugar a gusto
Ver fotografías, vídeos o jugar son experiencias para las que suele agradecerse una pantalla algo más grande (y bien aprovechada), sobre todo si el agarre es cómodo y no pesa en exceso, como es el caso. Sí notaremos algo de calentamiento, pero sólo si pasamos un rato ejecutando algún juego exigente a nivel gráfico como el 'Asphalt 8', y está dentro de un rango de temperaturas normales y tampoco molesta.
Esto y el rendimiento en general lo podremos probar a fondo en el análisis completo que esperamos compartir próximamente, pero de momento hemos podido jugar y probar algo más que en otras tomas de contacto en peores condiciones y el Honor 8X no da signos de quedarse corto, teniendo la versión de 4 GB de RAM. Aunque sí es cierto que no destaca en fluidez, y que la combinación de Android Oreo 8.1 y EMUI no se mueve (obviamente) con la ligereza que hemos visto en móviles con el Kirin 970, aunque quizás esto cambie un poco con la versión de 6 GB de RAM.
Se ha actualizado procesador y se ha actualizado RAM, pero lo que sigue aún es el micro USB estándar. Nada de USB tipo C para esta línea de Honor aún, aunque lo que sí incorpora es minijack de 3,5 milímetros, el cual probaremos (así como sus modos de sonido) más a fondo en el futuro análisis.
Sí hemos visto qué tal suena ese altavoz que acompaña al jack y al USB en la base el terminal, y parece que va bien de potencia. A volúmenes máximos pierde bastante calidad, pero parece tenerla cuando bajamos del 85-90%, al menos una calidad aceptable dadas las características. Nos queda pendiente probar también el sonido 4D con el 'PUBG', lo cual ya nos gustó en el Honor Play.
Doble cámara para un retrato... Familiar
En multimedia parece cumplir bien, pero ¿qué ocurre en fotografía? Para responder a esto de una manera justa y completa tendremos que probarlo bastante más, sobre todo teniendo en cuenta que la app de fotografía de EMUI es una de las que más opciones y modos tiene, pero nos hemos podido pasear con la cámara y algo ya hemos podido concluir.
La calidad que parecen tener las fotografías automáticas con buena luz y en exteriores queda dentro de lo esperado, sin sorprender para bien ni para mal, aunque ya casi podemos anticipar que de nuevo la opción de inteligencia artificial supone al final una dosis extra de saturación (que para gustos, colores, pero es exagerada y nada realista). El modo retrato responde bastante bien, con un desenfoque que no llega a ser demasiado natural pero que suele ser al menos regular, sin "manchas" ni zonas enfocadas y respetando los bordes del sujeto principal.
El modo apertura sigue siendo una alternativa para aquellos que quieran regular ese bokeh forzado o si por algún motivo el modo retrato no se activa. Siempre será algo más agresivo y los bordes podrán ser un enemigo algo más firme, pero si no abusamos de la apertura (quedándonos por ejemplo en f/2.4) puede quedar bien.
Algo que nos ha gustado ver es que no hay discriminación por gama y que la cámara de este móvil también dispone de modo noche con AIS (estabilización por AI) y modo pro (manual), los cuales probaremos a fondo en el análisis. Pero la app sigue teniendo un HDR escondido e incómodo de habilitar, pudiendo figurar en un acceso rápido como la AI o las fotografías en movimiento.
En interiores hay una pérdida de nitidez bastante evidente, aunque más o menos dentro de lo esperado. La calidad de la cámara frontal sí es algo más dependiente de las condiciones y veremos que cuando la luz escasa o hay contraluz tendremos fotografías sobreexpuestas o demasiado contrastadas, y que para tener un buen nivel de detalle la luz tendrá que ser favorable (y no demasiado intensa), aunque a su favor el modo retrato es bastante permisivo.
Os ponemos unas pocas muestras con lo que hemos podido probar en esta galería:
Mayor pantalla para combatir a una competencia creciente (y cada vez más fuerte)
Como decíamos al principio, Honor sigue acercándose algo más al público joven y esto se materializa en un diseño llamativo y unos colores vistosos. Hemos tenido el azul, un tono que casi es marca de la casa, y salvando el inevitable inconveniente de las muchas huellas que quedan en la trasera está muy bien acabado, con bordes metálicos en mate y trasera de cristal (con una franja más opaca que le da un toque distinto al tener dos tipos de reflejo).
Algo más incómodo para hacer fotos o vídeos por el tamaño, pero al menos la app parece ir fluida y sin problemas. El software también da la sensación de estar maduro al no experimentar cierres o parones, aunque esto lo veremos en profundidad cuando lo analicemos, como el rendimiento y la fotografía.
Por el momento nos quedamos con buenas sensaciones en esta toma de contacto con el Honor 8X. No lo tiene nada fácil en todo caso pese a tener precios muy competitivos dado que la gama media está cada vez más complicada a la hora de destacar, pero al menos cuenta con buenos ingredientes para ser un rival a la altura.
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