Parece que las fronteras van a menos en lo que se refiere a terminales "especiales" y aquello que podría quedar lejos de llegar a determinada región finalmente lo hace. Honor lo ha hecho con su móvil gamer y ha aprovechado la IFA 2018 para lanzarlo globalmente, y nosotros hemos aprovechado para contaros nuestras primeras impresiones con el Honor Play.
El móvil hereda el procesador más alto de Huawei hasta la fecha (aunque se espera para muy pronto el anuncio del siguiente) y unas características que buscan dar una mejor experiencia en el juego. Han buscado amigos tan populares como el equipo del 'PUBG', un popular juego battle royale, para salpimentar el reclamo hacia un perfil de usuario joven y jugón. Veamos qué tal nuestras primeras horas con él.
Más madera para el juego, más metal para el agarre
El Honor Play hace una pausa en la moda y no tiene cristal en su parte trasera como ya vimos en el Honor 10 View. De hecho, tanto el diseño como el color azul del modelo que hemos podido probar guardan cierta similitud, aunque el frontal ahora es negro, el lector de huellas pasa a la parte trasera (por fin) y las cámaras, también protuberantes), toman un diseño similar al Huawei P20 Pro (o el iPhone X, el Xiaomi Mi 8...) yéndose a la esquina izquierda.
Es bastante fino, hablamos de un grosor de 7,5 milímetros para un móvil que integra una pantalla de 6,3 pulgadas y una batería de 3.750 miliamperios/hora. Cómodo en mano tanto en agarre horizontal como vertical, hay un buen trabajo en lo referente a compactación y no resulta pesado (son 176 gramos, 4 más que el Honor 10 View).
El material es de aparente calidad y tiene un acabado mate con las bandas en los bordes superior e inferior. No es un acabado que tienda mucho a ser un imán de huellas y ocurre con menor incidencia que con el cristal, pero será inevitable que tras un rato toqueteándolo haya que pasar la gamuza.
La integración del lector de huellas en la parte trasera permite que el marco inferior del frontal robe algunos milímetros cuadrados a la pantalla, aunque los chinos no han dejado pasar la oportunidad de que el frontal no quede despejado y han añadido el logo de la casa (así como el sello de inteligencia artificial y otros en la parte trasera). Se consigue así (y con la muesca) un 89% de aprovechamiento del frontal según la casa (83% según GSM Arena), aunque nos bordes laterales son más finos que el superior a los lados del notch y si optamos por esconderlo el borde superior es más grueso que el inferior.
Así, queda un móvil que estéticamente está bien resuelto para que en realidad atraiga a un público que busque también un diseño menos llamativo (sobre todo en el caso del modelo negro), con el añadido de que el acabado mate de la trasera hace que se preserve un poco más el rozamiento y no resbale. Aunque lo que más queda en esta toma de contacto es lo cómodo que es.
Notch o no hablando de la pantalla
La idea es jugar mucho y bien, y la pantalla es uno de los principales ingredientes. La fórmula de más panel con menos bordes se agradece bastante y también que un IPS dé la sensación de ser AMOLED por tener unos colores vivos y unos negros profundos. De detalle nos da más que suficiente, y tanto coches, como superhéroes como lo que quiera que protagonice nuestras horas multimedia lucen muy bien en esta pantalla FullHD+ de 6,3 pulgadas.
La sensibilidad táctil es correcta, así como el ajuste de brillo automático en la mayoría de ocasiones (nos ha quedado algo bajo puntualmente, pero habrá que probarlo más). Faltará ver qué tal el brillo máximo, pero está bien a nivel de contraste y aunque viene algo fría y saturada de fábrica podemos ajustarla más o menos a nuestro gusto gracias a la oferta de opciones en la configuración de pantalla de EMUI 8.2.
El otro componente que integra la experiencia multimedia es el audio, pero en esta primera toma de contacto aún no hemos podido probarlo convenientemente como lo haremos en el análisis a fondo. Por el momento nos deja unas buenas sensaciones en cuanto a calidad y volumen, ya que hemos podido sacarlo del acústicamente contaminado ambiente de la demo.
De uno de los principales añadidos para el videojuego que incorpora el Honor Play os podremos hablar más adelante, dado que la vibración 4D está pendiente de llegar por actualización. En cuanto al sonido 3D, está disponible para auriculares con cable y la verdad es que pinta muy bien.
Lo hemos probado con el 'PUBG' y es un sonido más envolvente y con mucho más matiz, de modo que la experiencia es mucho más inmersiva. Pero el hecho de requerir conexión física hace que el agarre sea un poco más incómodo al tener el saliente de los auriculares (y los que se entregan con el terminal lo tienen bastante prolongado), aunque con un codo o un saliente menor debería importar menos.
La experiencia gamer según EMUI
Los móviles de Honor y Huawei no son terreno Android One y no parece que esto vaya a cambiar de momento. La capa sigue con su particular estética, ajustes modificados y apps propias para complementar las de Google o añadir las suyas propias y alguna de terceros (que no siempre podremos eliminar, como Facebook).
Dejando la estética a parte (y una revisión más profunda de las características que dejaremos para el análisis completo), sigue pareciendo una capa pesada y exigente. No hemos notado la fluidez esperada con lo más potente que montan los chinos en procesador, habiendo algo de lag al cargar la multitarea, la doble ventana o la app de cámara.
Los juegos cargan bien y ahí no hemos tenido ninguna mala experiencia, si bien tampoco hemos notado el plus de fluidez que esperábamos con respecto a otros móviles por el GPU Turbo. Algo de calentamiento sí se percibe durante el juego, pero dentro de los límites esperados por la delgadez y el metal y sin ver temperaturas preocupantes (ni molestas, se puede seguir jugando perfectamente).
Habrá que ver cómo se porta en los momentos de uso más exigente y con los tests de rendimiento, pero de momento no pinta mal. Aunque si nos deja esa sensación de que quizás podría brillar más con algo de depuración en el software.
Doble lente y efecto retrato con mucho déjAI vu
Poder salir del stand de demos tiene la ventaja de poder probar un poco más el sonido y la fotografía, dado que el ambiente de estas zonas es especialmente desfavorable para estas experiencias. De lo primero ya hemos hablado, así que vamos a comentar un poco el aspecto fotográfico.
La app es una vieja conocida porque es la que EMUI ya nos mostró en anteriores móviles. Navegación por pestañas, modo retrato, modo apertura, el botón directo para la inteligencia artificial y una pestaña "más" (bastante escondida) con el modo manual, el modo noche, el HDR y algunos otros.
Esta misma distribución no es muy cómoda ni deductiva, pudiendo estar el modo manual y el HDR más directos. La app sufre algo de lag y el disparo es lento sobre todo en HDR cuando la luz escasea, aunque falta probar en más condiciones.
El modo automático se porta bien, dentro de lo esperado y con la pérdida de detalle debido a la iluminación media-baja de las condiciones de prueba. Son un aliciente la AI, el modo manual y el modo noche, aunque el que más útil hemos encontrado de momento es el segundo dado que lo primero tiende a sobresaturar por defecto (sea la escena que sea, porque las detecta muy bien) y el modo noche (en automático) no cumple como vimos en el Huawei P20 Pro, extendiéndose demasiado en el tiempo de exposición y quedando movida hasta si nosotros manualmente acortamos este tiempo.
El modo retrato es bastante exigente y no suele notarse demasiado aunque nos indique que lo ha aplicado. Más efectivo es el modo de apertura, con el cual se obtienen resultados con desenfoque algo más salvables si no abusamos de esa apertura simulada.
La cámara frontal guarda bastante bien el detalle en interiores bien iluminados, aunque el resultado se empobrece bastante si baja la iluminación. Los modos de iluminación 3D y el retrato tampoco parecen haber evolucionado mucho, aunque habrá que probarlos mejor.
Os dejamos algunas muestras de fotografías con el Honor Play. También algunos vídeos en los que vemos que en un día nublado no resuelve mal, aunque en 4K se echa en falta la estabilización.
Honor Play: tenemos una partida pendiente
Tras estas primeras horas de uso podemos decir que es un buen candidato si buscamos un móvil que rinda bien en videojuegos, aunque tampoco nos ha dado la impresión de que sea claramente superior a otros que también se han enfocado a esto. A falta de probarlo más a fondo, no hay parones y la experiencia es buena aunque parece que le falte algo de depuración al software.
Bien acabado, cómodo y con una pantalla que parece estar a la altura, la guinda puede ser un audio bien cuidado con el añadido del 3D para auriculares. Veremos si con algo más de tiempo podemos sacar más partido al GPU Turbo y cómo queda con respecto a otros móviles enfocados también al gaming por un precio interesante como el POCOPHONE F1.
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