Siendo el Nexus One un teléfono fabricado por HTC, no iba a tardar mucho el fabricante en sacar bajo sus siglas un terminal similar. Efectivamente, el HTC Desire es un Nexus One sin el encantamiento de Google.
Lo más destacado del HTC Desire es su pantalla AMOLED de 3.7 pulgadas, de tipo multitáctil y con resolución de 480×800 píxeles. La pinta de esta pantalla es realmente increíble y confirma la mejoría que puede traer a este mercado la tecnología AMOLED. Aunque no todos los fabricantes se dan por aludidos.
HTC Desire con interfaz Sense, la principal diferencia con el Nexus One
Aunque HTC no ha ofrecido todavía muchos datos del terminal, más allá de la pantalla o su buen diseño, hay que valorar de las especificaciones del HTC Desire el procesador Snapdragon de 1 Ghz con 512 MB de RAM, la conectividad WiFi y GPS, además de su batería de 1.400 mAh en la que no tendríamos muchas esperanzas con semejante procesador y pantalla si no fuera porque estamos ante una AMOLED y HTC ya tiene la experiencia del HTC HD2.
En cuanto a la cámara de fotos, es de 5 megapíxeles con autoenfoque y flash. Vendrá con Android 2.1, como el Nexus One, y se diferenciará de éste en que HTC le ha dado el toque Sense. Una curiosidad es el anuncio en el que se hizo alusión al soporte para Flash 10.1 para el que está preparado este terminal.
Más de lo mismo
Como vemos, más allá del touchpad óptico que sustituye la bola de control, el HTC Desire sigue a rajatabla lo que nos ofrece la mayoría de teléfonos Android del fabricante. Todos insisten en la pantalla táctil y pocos controles físicos.
Solo Motorola y Sony Ericcson se atreven con teclados físicos y algún punto con el que poder presumir de Android algo más personal. Este HTC Desire saldrá al mercado en un par de meses.
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