Muchas veces se ha hablado ya del ecosistema iPod. La cantidad de dispositivos y accesorios compatibles con los reproductores de Apple es muy elevada y es una de las bazas más fuertes que apoyan la compra de estos. En el caso del iPhone la situación es similar, pero con una particularidad añadida.
A partir de la versión 3.0 del firmware del teléfono, las aplicaciones pueden acceder a dispositivos conectados al puerto del dock para interactuar con ellos. De momento no son muchos los accesorios que ofrecen esta opción, pero poco a poco van apareciendo de nuevos, como el Griffin iTrip.
El férreo control que Apple ejerce sobre las aplicaciones y sobre el programa de certificaciones de accesorios puede parecer exagerado, pero es el responsable de que todo el sistema esté tan integrado y se vean funcionalidades como la que desvela iLounge.
Cuando conectamos un dispositivo que requiere de una aplicación para funcionar, el iPhone nos muestra un mensaje en pantalla para indicarlo, enviándonos a una página para descargarla. Algo similar a cuando conectamos un accesorio a nuestro ordenador y este nos pide los drivers para funcionar.
Desde luego es un sistema cerrado y que requiere el pago de licencias por parte de los fabricantes, pero en la mayoría de casos facilita mucho la vida a los usuarios, y esa es una de las causas del éxito de dispositivos como estos. Y eso a pesar de sus serias limitaciones en muchos aspectos. ¿Resultará que a la mayoría de usuarios esas limitaciones les dan igual?
Vía | iLounge.
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