Semana post iPhone la que acabamos de empezar. Por fin. Sin embargo, no iba a pasar mucho más tiempo sin dar mi opinión más personal sobre este equipo de Apple que ha acaparado flashes y minutos de televisión y radio como ningún otro gadget que yo recuerde.
Esta semana publicaremos en Xataka una serie de análisis de sus supuestos más directos rivales, como el Samsung Omnia y el HTC Touch Diamond. Sin embargo, usando estos últimos me he vuelto a convencer a mí mismo de que las comparaciones son odiosas. Para ello me aferro a dos opiniones que si queréis podemos discutir tranquilamente:
1. El mejor teléfono es el que se adapta a tus necesidades y te ofrece lo que realmente le pides y necesitas.
2. El iPhone no es un teléfono. Pasaba por allí.
¿Me he vuelto loco? ¿Tengo enajenación mental transitoria provocada por la rueda de prensa de Telefónica? Definitivamente no.
La primera sentencia de arriba es sencilla de entender y seguro que la mayoría la compartís. La segunda nos va a llevar más tiempo explicar.
Mi opinión la baso en que cuando pruebas el teléfono de Apple te queda clara una cosa: es el mejor dispositivo portátil para navegar por Internet y reproducir multimedia. Vale, ¿pero es eso un teléfono? Para mí no. El iPhone de Apple es el mejor MID que se ha creado, y como complemento, puede usarse como teléfono. La red HSDPA tiene sentido para disponer de tráfico de datos.
De hecho, los principales peros (entre otros) de este equipo vienen cuando lo vamos a usar como teléfono: mensajes multimedia, autonomía de la batería, cámara de videoconferencia, problemas de cobertura donde otros teléfonos van sobrados, y algún otro error que sería impensable en un teléfono móvil actual. Sin embargo, donde los teléfonos fallan, el iPhone destaca: reproducción multimedia, gestor de correo (ahora mejor que antes) y sobre todo, navegación por Internet. También la interfaz se apunta un éxito pero como sistema operativo de un miniordenador, no de un teléfono móvil, que no requiere de tanta pantalla que se mueve con el dedo.
Por último tenemos las aplicaciones que se están desarrollando para el iPhone. Muchas de ellas son clientes para el teléfono de aplicaciones web, de programas que hacen uso de la red de forma intensa. De nuevo vemos que no hay teléfono por ningún lado, sino un equipo casi perfecto para navegar y demás actividades online.
Por eso no entiendo la apuesta de Telefónica. Ellos no lo han entendido. Deja 200 MB de margen para usar un dispositivo que quiere, que devora tráfico de datos como ningún otro. Y si queremos ampliar el margen hasta 1 GB, resulta que la tarifa de voz mínima es de 60 euros. ¿Pues no he dicho que el iPhone lo quiero para navegar y mantenerme contacto online, no por voz?
Es por todo esto por lo que me cuesta tanto comparar el iPhone con otros teléfonos. Espero no volver a hacerlo. Pero claro, es mi opinión y nadie tiene que estar de acuerdo. De hecho, si me lo compro, lo haré para usarlo como equipo multimedia y de Internet. Para teléfono mejor uso uno de verdad.