La cámara del HTC 10: los deberes, las apuestas y un atisbo prometedor

Cuando se trata de los móviles tope de gama los usuarios potenciales no se conforman con el factor wow, que más o menos casi todos los fabricantes logran en cierto grado con sus presentaciones, sino que esperamos sedientos a ver cuáles son esas especificaciones más allá de los números, qué y cómo se viste el terminal y, sobre todo en algunos casos, cómo es capaz de capturar el mundo. Ejemplo de ello es el esperado HTC 10, que entre todos los deberes que le dejaron sus predecesores tenía el de por fin convencernos con la cámara.

Al esperado buque insignia de HTC lo hemos conocido hace unas horas, confirmándose los rumores que apuntaban a un lanzamiento aproximadamente dos meses después del MWC 2016. En la pasada edición, el HTC One M9 aún tenía el cable de seguridad de los stands cuando su cámara empezaba a ser criticada. ¿Ocurrirá lo mismo con el HTC 10 o convence esta vez algo más?

La obligación no escrita

Los móviles son móviles y no cámaras, y no todos los usuarios anteponen que ésta rinda por encima de la media o salga victoriosa en situaciones como en interiores o de noche. Pero como comentábamos al principio, a un buque insignia se le exige que (como el resto de características) ésta sea lo mejor que haya en el mercado al salir al mismo o, lo que es lo mismo, que iguale o supere a sus rivales. Y esto es algo que HTC lleva como asignatura pendiente desde hace tiempo.

Un asunto que ya vimos al analizar a fondo la cámara del HTC One M7, el que pasaría a la historia a efectos de cámara por la introducción del Ultrapixel. En aquel momento ya veíamos que, sin ser una cámara mala ni mucho menos, no estaba a la altura del que suele ser el rival por antonomasia a batir, el iPhone (el 5 en este caso).

HTC tiene la eterna asignatura pendiente de alcanzar a sus rivales en la cámara de sus tope de gama

Finalmente el Ultrapixel no cuajó, pero se mantuvo en la iteración de este terminal, el HTC One M8, que además incorporaba fue nada más y nada menos que una segunda cámara trasera. Algo que era un plus pero que en la práctica tampoco llegó a convencer, fallando en el nivel de detalle y en el rendimiento en condiciones difíciles.

Fue en el One M9 cuando el Ultrapixel no pasó a mejor vida del todo pero sí a un segundo plano quedando en la frontal. Algo que como decíamos tampoco sirvió al final dado que la cámara del que hasta ayer era el último tope de gama de HTC tampoco se acercaba a la de sus rivales, en un año en el que además las de los Galaxy S6 y LG G4 destacaron, quedando aún más lejos de éstos y postergando esa espinilla que nunca acababa de quitarse con la cámara.

¿Y qué nos proponen esta vez con el HTC 10? Pues ni más ni menos que la vuelta al Ultrapixel, concretamente en el nombre del sensor con unos píxeles de 1,55 micrones (tan grandes como la del Nexus 6P pero de mayor tamaño que los de la del S7, por ejemplo, que son de 1,22 micrones). Es el elemento contradictorio en esta apuesta de los coreanos, aportando la nota de herencia en este nuevo terminal que, en cierto modo, representa una renovada línea de topes de gama marcada por un nuevo diseño y una nueva nomenclatura.

Algo más que un carraspeo

Como ya dijimos al desgranar aquello del UltraPixel, el fundamento de esta característica es que ese mayor tamaño por píxel signifique la captación de mayor cantidad de luz, por lo que debería de salir ventajosa cuando ésta escasease. Un punto clave pues para que la cámara pase el arduo examen que le espera tanto por méritos propios como para demostrar, si es así, que esta vez sí está a la altura, y con la denominación del UltraPixel.

El enfoque láser y estabilización óptica se empiezan a dibujar como características obligatorias en las cámaras de los tope de gama

Para acompañar a estos vitaminados píxeles, el HTC 10 cuenta con enfoque láser y estabilización óptica, dos características que también se empiezan a dibujar como obligatorias en los tope de gama de las principales marcas y que, sobre todo en el caso de la segunda, penaliza bastante su falta sobre todo en fotos de nuevo con condiciones de luz baja (algo que se ve, por ejemplo, entre los iPhones 6s y 6s Plus, teniendo sólo OIS el segundo).

Una cámara que busca captar la atención de los usuarios más exigentes incluyendo la posibilidad de trabajar en formato RAW, una característica muy buscada entre este sector de usuarios que no todos los tope de gama incluyen. Y como guinda, una prometedora apertura máxima de f/1,8, alcanzando casi la f/1,7 de la cámara del Samsung Galaxy S7.

Y si el Ultrapixel no le salió bien las primeras veces, ¿deberíamos esperar algo distinto esta vez? Aunque es pronto para apostar dado que el teléfono lleva oficialmente en vida unas horas, los de DXOMark ya han publicado su análisis de la cámara del HTC 10 y ésta no ha quedado nada mal.

Para el equipo de esta web dedicada a análisis de las cámaras, la cámara trasera aprueba con notable tanto en foto (88/100) como en vídeo (86/100), con buena ejecución de la exposición, la reducción de ruidos, el balance de blancos y el detalle, y esto último no lo abordaba demasiado bien en los modelos previos. Los puntos débiles según sus tests: pérdida de nitidez notable en las esquinas, ruido en el cielo y al usar el flash sin otra fuente de luz y ligera sobre-exposición en algunos casos disparando en exteriores.

Y, por último, no nos olvidemos de los selfies. Si bien los de DXOMark no contemplan la cámara frontal en su análisis, la del HTC 10 se muestra también prometedora. Además de igualar a la trasera en cuanto a la apertura máxima, es el primer móvil en incorporar estabilización óptica en la cámara subjetiva. En este caso los píxeles son de 1,34 micrones y la grabación de vídeo se queda en FullHD.

Una tregua merecida, esta vez

A HTC hace tiempo que no le va bien, algo que ha quedado patente en los balances que la compañía ha ido presentando cada trimestre y de los que nos hemos hecho aquí eco cada vez, desde hace tiempo manteniendo un tono bastante pesimista ya en el titular. Es por ello que las miradas estén aún más sobre esta compañía y su tope de gama, dado que las ventas del M9 fueron de todo menos satisfactorias.

Un año en el que la empresa dirigida por Cher Wang ha puesto casi toda la carne en el asador con la realidad virtual, aunque en todo momento se ha matizado que esto no significaba el fin de la línea de smartphones. Veremos en breve si este renovado HTC 10 logra también deshacerse de los fantasmas del pasado con respecto a la cámara tal y como finalmente se ha librado de la tradicional banda frontal con el logotipo.

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