Ni gatos, ni bicicletas, ni drogas ni redes WiFi. El comité encargado de organizar los Juegos Olímpicos de Londres ha tomado la curiosa decisión de prohibir expresamente la creación de redes WiFi personales en las instalaciones que acogerán los juegos.
En la ciudad olímpica está permitido usar todo tipo de móviles o tablets. Lo que se ha prohibido es el ‘establecimiento de redes inalámbricas para conectar múltiples dispositivos’, en otras palabras, lo que se conoce como tethering o anclaje a red.
Detras de tan singular prohibición parece estar la intención de eliminar posibles interferencias con las redes oficiales que la organización necesita mantener activas. Otra posible explicación está en limitar el tráfico de datos para no saturar las antenas. No falta quien ve intereses más monetarios detrás de una decisión tan poco habitual como meter en el mismo saco a las redes WiFi, las drogas y los productos tóxicos.
Las miradas de sospecha se vuelven hacia la operadora British Telecom, que ha llenado de puntos de acceso WiFi todas las instalaciones olímpicas. La conexión a esta red no es gratuita. Su precio es de 6 libras por cada hora y media o 10 libras por 24 horas. Nuestra duda es cómo pretenden bloquear o sancionar exactamente a los asistentes desobedientes que monten su propia red. En otro orden de cosas, la operadora O2 está montando redes WiFi gratuitas por todo Londres salvo, por supuesto, en las instalaciones olímpicas.
Vía | Slashgear
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