Quizás aún sea pronto para empezar a hacer balance de lo presentado en cuanto a smartphones, pero más o menos ya se puede decir que en 2015, y sobre todo con respecto a los buques insignia, está “casi todo el pescado vendido”. Es prematuro, por ejemplo, por casos como el de Microsoft, que parece haber esperado a que llegase su turno o a que se calmase la marea. Pero nos vamos haciendo una idea de las tendencias en cuanto a diseño y especificaciones y, sobre todo, tamaño.
Llegamos pues al final de esa especie de curso escolar que empieza en el CES de Las Vegas a principos de año y se prolonga hasta la IFA de Berlín en septiembre, pasando por el MWC de Barcelona y las citas anuales con algunos fabricantes. Y este año parece que el tamaño importa más que nunca, sobre todo para aquellos que tememos que acabe cayendo en nuestras manos un terminal mayor de 5 pulgadas. ¿Estamos en la era post-5"?
El mercado, la demanda y las tendencias
Ya hace años del nacimiento del concepto (bautizado desafortunadamente como) phablet, que según esa fuente tan fidedigna llamada Wikipedia, comprende los dispositivos cuya pantalla mide de 5,5 a 6,99 pulgadas. Así, en 2011, momento en que los smartphones podían manejarse perfectamente con una mano y con una diagonal media de pantalla de unas 3,8 pulgadas, irrumpió un Samsung Galaxy Note con sus 5,3 pulgadas y unas dimensiones de limbo tecnológico. Así de pionero fue este dispositivo que, aún quedando por debajo, acuñó dicho término.
Ese 2011 fue el año del Galaxy Nexus, la BlackBerry Bold (y otros con teclado físico robando bastante porcentaje del frontal a la pantalla) y el iPhone 4s entre otros. El año también en que muchos fabricantes ya habían presentado su propuesta en formato tablet y aquellas 9,7 pulgadas del iPad inicial (en 2010) quedaban dentro de una heterogénea muestra de tamaños.
De alguna manera, se había establecido el límite de las 7 pulgadas para designar a estos dispositivos y separar la frontera entre teléfono y tablet. Pero ése también sería el año en que se empezaría a rellenar ese vacío entre smartphone y tablet favoreciéndose la confusión entre nomenclaturas.
A partir de ahí, lo que se esbozaba como una tendencia al alza se propulsó, de modo que el tamaño medio de los terminales crecía mucho más que en los años anteriores. En el artículo de Álex Barredo que os hemos enlazado al hablar de la media en 2011, vemos también cómo se tardó menos de la mitad en pasar de un tamaño medio de pantalla de 4 pulgadas a 5 (2 años) que de 3 a 4 pulgadas (5 años).
Un año después, en 2012, Apple aumentaba la diagonal de pantalla en su nuevo modelo asentando la regla no escrita de cambiar tamaño en modelos no “s” (es decir, cada dos años), y atendiendo en mayor o menor medida a un público parecía mostrarse receptivo a esas dimensiones cada vez mayores. Así, en 2012 había un total de 607 terminales por debajo de 5 pulgadas frente a los 682 del año anterior.
Una cantidad que disminuyó drásticamente el año siguiente quedando en 485, año en el que Google presentó sus Nexus 5 y 7. Curiosamente, se perfilaba un doble duelo en el derbi tecnológico por antonomasia entre los representantes de las dos plataformas principales, con unos smartphones y tablets se diferenciaban en una pulgada entre ellos: iPhone 5s (4 pulgadas) vs. Nexus 5 (4,95 pulgadas) y Nexus 7 2013 (7 pulgadas) vs. iPad mini (7,9 pulgadas).
2013: el principio del fin de las 4 pulgadas
Siguiendo con este bonito y casual duelo entre Apple y Google, en esta ocasión cada fabricante optó por ser conservador con respecto a la diagonal de pantalla en uno u otro dispositivo. En el caso de Google, su apuesta constaba de un smartphone que de hecho se anticipaba al tamaño medio de diagonal del año siguiente y un tablet conservador en este aspecto (el mismo tamaño que su antecesora la Nexus 7 2012) que más bien quedaba en un desafortunado limbo (por tamaño y formato, 16:9) que según apuntaban en Digitimes no logró las ventas esperadas.
Apple, por su parte, seguía la regla de los “s” y conservaba tamaño en el smartphone mientras que introducía las 8 pulgadas en tablets, una jugada maestra de Cook teniendo en cuenta que el iPad mini nació viejo (con un procesador que llevaba su ancestro el iPad 2, de 2011), pero cuyo tamaño cuajó siendo la niña bonita de Apple de aquel 2013, superando en ventas a su hermano mayor probablemente al atender a un público que huía(mos) de las 10 pulgadas.
Quizás 2013 puede ser el punto intermedio en esta constatada tendencia al alza y el año que más variabilidad ofrecía el mercado de los dispositivos móviles en general. Fue, probablemente, el año en que muchos nos empezamos a aferrar con temor a aquel smartphone por debajo de las 5 pulgadas que manejábamos cómodamente con una mano y nuestros dedos digamos "no demasiado largos".
¿Por qué nacía ese temor? Porque estos son los tamaños de pantalla que tenían los buques insignia de aquel año:
- LG G2: 5,2 pulgadas
- Samsung Galaxy S4: 5 pulgadas
- Sony Xperia Z y Z1: 5 pulgadas
- ZTE Grand S Flex: 5 pulgadas
- Alcatel Idol X: 5 pulgadas
- bq Aquaris 5: 5 pulgadas
- Motorola Moto X: 4,7 pulgadas
- HTC One: 4,7 pulgadas
- Huawei P6: 4,7 pulgadas
- Nokia Lumia 925: 4,5 pulgadas
- BlackBerry Z10: 4,2 pulgadas
Una muestra acotada al tener en cuenta sólo uno de los tope de gama de las marcas más populares (en el caso de Sony ambos tienen el mismo tamaño) en la que ya se ve que menos de la mitad tienen pantallas de menos de 5 pulgadas de diagonal. Y sin tener en cuenta las líneas de phablets que varias de esas marcas ya tenían, como Samsung (los Note), Nokia (los Lumia 1320 y 1520) o Huawei (el Ascend Mate).
La diagonal interminable
Así, viendo cómo han variado ciertos aspectos en los lanzamientos de cada fabricante podemos casi estar seguros de que, amigos de los smartphones contenidos, somos una especie amenazada y los tamaños van a ser cada vez mayores. Si atendemos exclusivamente a la diagonal de pantalla vemos que salvo un par de excepciones (y entrecomilladas) todas han crecido en los últimos tres años en lo que se refiere a los tope de gama de las principales marcas (sin tener en cuenta las líneas específicas de phablets):
Destaca la línea de Google, que dio un salto dejándose de cambios graduales y subió a las 5,95 pulgadas para bajar un año después, aunque no tanto como algunos hubiésemos deseado. Una apuesta bastante notable a este respecto, teniendo en cuenta además de la tendencia el hecho de que, aunque en la práctica pueda ser un remiendo tras la decisión en cuanto a dimensiones del Nexus 6, ninguna de las dos opciones finales para sus clientes potenciales bajan hasta las 5 pulgadas: tú, amante del Nexus 5 2013, tendrás que subir a las 5,2 pulgadas.
El tamaño importa, pero no sólo el de la pantalla
Puede que a los amantes de las pantallas pequeñas nos cegase (o nos ciegue) cierta barrera psicológica que se formó entorno a las 5 pulgadas, más o menos fundamentada en parte por un límite físico y muy real debido a una anchura que ya ponía en jaque a los pulgares más cortos para llegar a los elementos más alejados de la pantalla. Algo que resultaba incómodo si se manejaba el terminal en una mano y que en muchas ocasiones obligaba a usarlo con dos.
Sin embargo, como también comenta Álex Barredo en su post, algo muy importante en este crecimiento es que, en mayor o menor medida, los fabricantes han ido reduciendo márgenes y marcos con tal de que cada vez hubiese pantallas mayores sin que esto significase un aumento de las dimensiones totales del terminal. Es decir, un ratio pantalla-marco cada vez mayor, o lo que es lo mismo, que del total de la superficie del frontal, la pantalla ocupa cada vez un mayor porcentaje en detrimento de marcos y otros elementos.
Este es un aspecto clave para que los nuevos tamaños calen en un público que en la medida de lo posible va a inclinarse por la compra de un terminal “pequeño” (es decir, por debajo de la barrera de las cinco). Un mayor aprovechamiento del frontal con igual tamaño de pantalla puede significar mejor construcción y diseño y, por tanto, mayor comodidad.
Es una característica que de hecho debería ser un reclamo más potente (junto con las dimensiones) que el de la diagonal de pantalla al ser más realista con respecto a la sensación en mano: la experiencia dista mucho de un LG G2 a un Samsung Galaxy S5 teniendo diagonales casi parejas, con 0,1 pulgada de diferencia, y no fue mejor precisamente en el de la pantalla más pequeña.
Cuestión de centímetros cúbicos
Probablemente, el hecho de que esta tendencia no sólo exista, sino que se acelere a medida que se suceden los nuevos lanzamientos, se deba a una demanda creciente por al menos dos perfiles de usuarios: quienes desde un principio han preferido diagonales mayores y aquellos que modifican sus exigencias en vistas a que, a parte del poco remedio que va quedando, los terminales son cada vez más contenidos.
Al menos en teoría, porque si vemos cómo varía el volumen de los terminales en las últimas generaciones (tanto smartphones como líneas específicas de phablets de alta gama) no todos los fabricantes han logrado mantenerlo:
Aunque el volumen es sólo un dato numérico y el diseño final predeterminará la comodidad y la ergonomía, de cara a tener que adaptarse a terminales más grandes vemos que, al menos, la mayoría tiende a mantener o a reducir volumen tanto en la línea de teléfonos como de phablets.
Hay casos en los que la evolución es muy llamativa como, una vez más, el caso de Google y en el caso de los Mate de Huawei, dos datos que en realidad corresponden al mismo fabricante (aunque en el caso de los P vemos que ha ido a más). Quienes más trabajo tienen por hacer en este sentido son Motorola, BlackBerry y One Plus.
El auge de las líneas "Pro" y el desvanecimiento de las "mini"
Lo que vemos también es que en 2015 ninguno de los tope de gama baja de las 4,7 pulgadas, teniendo en cuenta los lanzamientos que aún estar por venir como el Xiaomi Mi 5, que se espera hacia noviembre con 5,3 pulgadas, o los Lumia 950 y 950 XL, con 5,2, 5,7 pulgadas respectivamente.
Salvo el caso de Apple (con el iPhone 6s) y Sony (con el Xperia Z5 Compact) con terminales de alta gama de "pequeñoo tamaño", las opciones con una diagonal inferior a 5 pulgadas corresponden a smartphones menos potentes o de distinto nivel con respecto a los terminales tope de gama, como ocurre con la serie mini o "s" de LG.
Chipset | ||
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Conectividad | ||
SIM | ||
Batería | ||
Cámara trasera | ||
Cámara frontal | ||
Software | ||
Dimensiones y peso | ||
Precio |
Lo que está ocurriendo, de hecho, es todo lo contrario. Fabricantes como Microsoft, Apple y Xiaomi se han subido al carro de los phablets y han lanzado una o varias líneas exclusivas constituyendo una segunda opción para quienes buscan pantallas (más) grandes. Aunque, por otro lado, atendiendo a la definición de phablet que empleábamos al principio, cada vez tiene menos sentido utilizar este término cuando los flagships ya salen con 5,5 pulgadas, como ocurre con los LG desde 2014, el Idol 3 de Alcatel o el One Plus 2.
De hecho, el tamaño medio de las pantallas de los terminales correspondientes a estas líneas (Note, Mate, etc.) es de 5,752 pulgadas; lejos quedan diferencias de 3 o más pulgadas que diesen sentido a un término específico para designar un producto distinto al smartphone. El caso de Motorola es el más representativo de esto entre la selección que hemos visto, con sus dos tope de gama de 5,5 y 5,7 pulgadas: ¿dos phablets o dos teléfonos?
La selección artificial y una especie amenazada
A principios de septiembre de 2014, en vísperas de la presentación en sociedad del iPhone Plus, en IDC hablaban de un dominio de estos teléfonos de pantallas de mayor tamaño ayudado por dicho lanzamiento. Momento en el cual el 14% de los teléfonos del momento tenían 5,5 pulgadas o más y previendo un crecimiento del 18,2% llegado 2018.
Tres meses más tarde sabíamos por Kantar que el 41% de las ventas de phablets en Estados Unidos correspondían al iPhone Plus, un dato significativo dada la competencia que ya había. Una muestra de efectivamente que había habido un público a la espera de ese aumento de tamaño en un dispositivo iOS. Veremos si la previsión de IDC se cumple y si, como cabe pensar, los "grandes teléfonos" dominan el mercado en detrimento de los smartphones por debajo de las 5 pulgadas, en el caso de los flagships, una especie protegida.
Imágenes | @SomosPostPC
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