Más de setenta millones de dispositivos móviles vendidos suena muy bien, ya lo quisieran muchos de los protagonistas históricos de esta industria, pero para Xiaomi no suena tan potente como se esperaba, tampoco como ellos esperaban.
Hablamos de unidades vendidas en un año, que claramente es mejor que el 2014, con un 15% de crecimiento en unidades vendidas, pero las estimaciones y expectativas son a veces peligrosas. Ellos mismos decidieron que 2015 era un año para romper el mercado, poniéndose la meta de los 100 millones.
No parecía una locura, era una meta posible tras comprobar que en 2014 - sin vender mucho más allá de China - pasaban los 61 millones de teléfonos. Conforme iba avanzando el año los números no auguraban un final feliz, y la propia Xiaomi recortó esa expectativa hasta los 80 millones. Tampoco se ha cumplido.
Es cierto que hacen falta buenas razones para subir en ventas, y esas parecen ser el nuevo Redmi 3 y el esperado Mi 5, pero la realidad que interpreta la industria es que Xiaomi toca techo y se empieza a mover en una estabilidad complicada de partir. Ya debatíamos hace unas semanas sobre el interés de mercado de la marca.
Huawei le ganó la partida
Duele más si vemos que su principal rival en China, Huawei, tiene la maquinaria a tope, con la capacidad de producir lo que se les antoje. Esta otra empresa china, que ya vende en el resto del mundo, sí se postula como alternativa a Samsung y Apple, alejadas en ventas del resto.
Afortunadamente para Xiaomi, es una empresa que ha diversificado su oferta de productos desde el día uno, y aunque los teléfonos son lo más importante, hace prácticamente de todo en el mundillo de la electrónica.
También se antoja necesario el crecer fuera de China, lo hacen por Asia, también en Brasil, pero se nos antoja necesario estar en Estados Unidos y Europa si quieres ser protagonista principal de esta historia.
Hay un dato muy importante a tener en cuenta en esto de las estadísticas de ventas, y es el de las ventas reales: Xiaomi siempre habla de teléfonos en la mano de los usuarios, Huawei no queda tan claro, hay mucha unidad ahí que se puede considerar como distribuida.
¿Qué pasa en China?
Xiaomi sigue considerándose como la primera marca en China - Canalys no piensa lo mismo -, un asunto muy importante para las diferentes compañías locales que andan peleando por ese cetro, como Lenovo o Huawei.
En realidad, todas las empresas chinas que tienen ese mercado como principal, no lo han pasado bien ni lo van a pasar en próximos trimestres. Se espera- según IDC - que el mercado más grande del planeta solo haya crecido un 1,2% en 2015, una cantidad muy pequeña comparado con ese 19,7% de 2014.
El país se satura de marcas y móviles, con una oferta de teléfonos con tan poco margen que a Samsung le cuesta horrores sacar tajada del negocio, y eso que hasta hace poco era líder con distancia sobre las marcas chinas. Xiaomi no es ajena a este problema y debe crecer fuera, y para ello se tiene que armar de patentes.
Los wearables no suman, pero ayudan
Es un negocio que no parece explotar, aunque todas las grandes están ahí, casi podríamos decir que la realidad virtual le está comiendo terreno en eso de ser el asunto a dominar en 2016. Eso y el hogar conectado son dos campos donde Xiaomi es muy fuerte.
Según datos de IDC, el mercado global de wearables lo domina Fitbit, seguida de Apple y Xiaomi. La empresa china ha crecido en cuota de mercado en un 800% con sus pulseras cuantificadoras, que son muy asequibles y hacen lo justo.
Ver 16 comentarios