Vaya resurgir que ha tenido Motorola. Android y su sistema Motoblur le han dado tanta vida que estaba presente en Las Vegas, en el CES 2010, sin complejo ninguno. Se sentía en el ambiente y en lo concurrido de su zona, con sus Droid, Milestone y demás terminales en manos de muchos curiosos.
Pero el teléfono que nosotros queríamos probar era nuevo. El Motorola BackFlip tiene un diseño y características similares al Dext que ya probamos en Xataka. La novedad y al tiempo lo interesante de este Backflip era la apuesta extraña de Motorola en su manejo. En este equipo la pantalla se coloca detrás del teclado y detrás también tenemos una superficie similar a un touchpad con el que controlamos la interfaz desde abajo.
Motorola BackFlip, teclado de sobresaliente
A pesar de que el Motorola BackFlip lo podemos manejar muy bien con ayuda de su pantalla táctil de 3.1 pulgadas y el sistema operativo Android, el teclado físico es una opción más que interesante en el terminal. Su enfoque nos parece que está más avanzado hacia el mercado americano, que gustan mucho de este tipo de terminales de tipo sidekick.
En uso es seguramente el teclado QWERTY físico con el que más cómodo se escribe si obviamos los equipos Blackberry, todavía insuperables en ese aspecto, más que nada por su disposición. Pero de los que son de tipo deslizante, el del Motorola BackFlip es un ganador seguro.
Diseño extravagante y casi de puzzle
El diseño del equipo, que pudiera parecer de lejos uno clásico de tipo deslizante, nos sorprende cuando la pantalla no hace lo que esperábamos y se dobla en vez de deslizarse. La idea no tendría mucho sentido si no fuera porque bajo la misma se esconde un touchpad que nos permite movernos por Android o aprovechar la interfaz Motoblur sin usar ni el teclado físico ni la pantalla táctil. Hazte a la idea de un touchpad de portátil tras su pantalla.
Por lo demás, un equipo completo en características, con WiFi, 3G y cámara de fotos de 5 megapíxeles que al menos sorprende.