El lunes, en la biblioteca, el silencio y concentración se vio varias veces alterado por un móvil abandonado en el centro de una mesa con el vibrador conectado y el dueño tomando un largo café en la calle. La atracción de la tarde fue ver cómo a cada llamada, el vibrador hacía que el terminal se acercara poco a poco al abismo que suponía el borde la mesa.
El caso es que Motorola, según una patente recién aprobada, podría estar planteándose cambiar el vibrador al que todos nos hemos acostumbrado, por una sistema de aviso silencioso basado en una pequeña descarga eléctrica.
La descarga podrá regularse en intensidad para no perder nunca esa llamada que llevamos tanto tiempo esperando.
Por cierto, el móvil de la biblioteca no cayó finalmente de la mesa. Lástima.
Vía | Celularis.