Cerramos toda la información que os hemos ofrecido sobre el Motorola Razr con un paseo a pie de calle por sus especificaciones en nuestro análisis. Con el permiso de lo que presenten los distintos fabricantes en el próximo Mobile World Congress y del Sony Xperia S mostrado recientemente en CES, el Razr es probablemente, y junto al Galaxy Nexus, el terminal Android más potente de los disponibles a día de hoy en España.
Los títulos son efímeros, y más en un mercado tan volatil como el de la telefonía. El Motorola Razr ha perdido ya el título de smartphone Android más fino del mercado, desbancado por el reciente Huawei Ascend. Con todo, sigue siendo una auténtica navaja multiusos. Esto es lo que os podemos contar sobre nuestra experiencia con él.
Diseño exterior del Motorola RAZR
Como ya comentábamos en el análisis del Samsung Galaxy Nexus, el Razr es un smartphone de los grandes al que también puede achacársele cualquier problema de uso derivado de la letal combinación manos pequeñas – pantalla grande.
Aunque la pantalla, de hecho, es un poco más pequeña que la del Galaxy Nexus (4.3 pulgadas frente a 4.65) el Motorola Razr es algo más ancho que el modelo de Google por su marco. Con todo, sus dimensiones están a la altura, con 130.7 × 68.9 × 7.1 milímetros y un peso de sólo 127 gramos.
El diseño, estilizado por el centro y más ancho en los laterales lo hace un poco más abultado al llevarlo en el bolsillo que si fuera al revés. La mejor parte del diseño del Razr son los materiales. La fibra de Kevlar de la parte posterior y la cobertura Gorilla Glass son una buena garantía contra la mayor parte de las rozaduras. En cuanto a la cobertura antisalpicaduras, se trata de un recubrimiento similar a las capas oleofóbicas que hace que los líquidos resbalen con más facilidad por su superficie. Nada comparable a una protección de tipo IP contra el agua pero bastante efectiva a la hora de mantener limpio y seco el Razr.
Los puertos del Razr se concentran en la esquina superior derecha e incluyen cun conveniente MicroUSB, MiniHDMI, Jack de audio de 3.5 milímetros y ranuras para SIM y MicroSD a las que se accede desde una cómoda puerta escamoteable. La batería no es extraíble, así que no hay necesidad de tapas para acceder a su interior.
Nos han gustado menos los botones táctiles de Android bajo la pantalla, cuya retroiluminación tiende a apagarse con rapidez, dejándonos con la duda de donde estaba exactamente el que queremos pulsar..
Pantalla AMOLED coja en resolución
La pantalla del Motorola Razr es casi gemela a la del Galaxy Nexus. Ambas son superAMOLED capacitivas aunque los colores del Razr son más vivos y parecen virar menos a azulado que su contrapartida coreana.
Dónde sí que pierde es en el dato de resolución. El Motorola Razr exhibe 540×960 píxeles frente a los 720×1280 píxeles del Galaxy Nexus. Esto,traducido a densidades de píxel es de 256 frente a 316. Hay diferencia, pero a menos que pongamos ambas pantallas juntas no lo apreciaremos a simple vista. La pantalla del Razr sigue siendo una gozada, su respuesta es estupenda y su visibilidad es muy buena bajo prácticamente cualquier condición de luz salvo solazo directo.
La cámara del Motorola RAZR
La cámara del Motorola Razr es netamente mejor que la del Galaxy Nexus. No sólo por el hecho de que su sensor tenga más resolución (8 megapíxeles), sino por su enfoque, mucho más lento que el instantáneo del Samsung Galaxy Nexus pero más preciso y con mejor rango de ditancias focales, sobre todo de cerca.
Aparte del enfoque, se nota mucho el estabilizador de imagen y, una óptica más cuidada, resultados ambos de instalar la cámara aprovechando la parte más gruesa del teléfono.
El color de las fotos y el balance de blancos son buenos y se desvían poco de la realidad siempre y cuando no tengamos mala luz. En este último caso sólo el flash nos salva y su resultado es el habitual de los smartphones, mejor utilizar sólo en caso de emergencia.
GPS y cobertura
El módulo de comunicaciones del Razr funciona a las mil maravillas tanto en posicionamiento como en respuesta a los cambios de orientación y movimiento. Equipado con HSDPA a 14.4Mbps y HSUPA a 5.56, el Razr no llega a los 21Mbps de otros terminales pero la experiencia de uso con las conexiones actuales es la misma.
Dotado también de WiFi n y Tethering, uno de los mejores puntos del Razr a nivel de conexiones es el estandar Bluetooth 4.0, notablemente más ágil que su predecesor, aunque se use sólo puntualmente
Cerramos el apartado conexiones hablando de Motocast, la aplicación específica de streaming de vídeo y backup de contenidos en nube. Fácil de configurar, Motocast funciona de manera similar (aunque más efectiva) a Samsung Kies y permite compartir contenidos por cable, WiFi o incluso a través del 3G siempre y cuando tengamos en cuenta el consumo de datos.
Motorola Razr, partes del análisis
Motorola Razr, análisis (I)
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