Tras el desempaquetado, ya hemos tenido suficiente contacto con el Motorola RAZR2 V8 y podemos contarnos qué tal nos ha ido con este teléfono que llega al mercado español para arrasar tal y como lo hizo su hermano el Motorola V3, que batió auténticos records de ventas y que se convirtió en un icono, un teléfono que todo el mundo quería tener.
Así que Motorola, como explicamos en el videoanálisis, no ha querido arriesgar y ha mantenido lo mejor de su anterior modelo: el diseño ultraplano, el acabado metálico que tanta robustez y tacto agradable le da, y el deseo por tener uno.
Si nos olvidamos del diseño, el teléfono es un gran terminal para hablar: se oye bien, gracias según Motorola a la tecnología CristalTalk, tiene una autonomía buena y a pesar de que cuesta hacerse con los menús al prinicipo, luego se maneja con soltura. Sus teclas grandes nos ayudan mucho a la hora de marcar y de escribir mensajes de texto.
Las pantallas son otro de los elementos de los que Motorola puede estar orgulloso. Hay dos, una externa de 2 pulgadas y la interna de 2.2 pulgadas, ambas con resolución QVGA, que se ven realmente bien. Y al igual que el resto del teléfono, no es muy sensible a la grasa o suciedad de los dedos, como pudiera parecer en un principio. El tamaño y calidad de la interior nos permite ver vídeos o manejar las listas de reproducción.
La exterior es otro mundo. Con ella podemos interaccionar para controlar la reproducción musical, como vemos en el vídeo, o gestionar mensajes de texto con ayuda de los botones laterales, que son los mínimos que puede tener un teléfono. Podemos leer, borrar e incluso contestar SMS siempre que sea con alguna de las plantillas por defecto.
En aspecto de fotografía, Motorola ha dotado a su modelo V8 de una cámara de 2 megapíxeles y posibilidad de grabar vídeo a 176x144y 15 fps. Abajo os dejamos con una foto de ejemplo. Si hay buena luz, podemos obtener fotos aceptables.
Las grandes pegas de este Motorola RAZR2 son dos: no es un modelo 3G, aunque llegará con la versión V9 este mismo año, y la memoria interna del equipo es de solo 512 MB. Digo solo porque no disponemos de posibilidad de ampliar esa memoria de la forma más habitual, con tarjetas de memoria. Si bien no se plantea como un teléfono puramente musical, esa funcionalidad y el que la cámara sea de 2 megapíxeles y pueda grabar vídeo, hace que sea el principal punto débil del equipo.
Echamos también de menos una salida de auriculares, pero como en otros terminales, Motorola apuesta por la comunicación sin cables mediante bluetooth y potenciar así sus equipos manos libres.
Este Motorola RAZR2 V8 podemos adquirirlo de forma libre por unos 300 euros.