Llevamos bastante tiempo hablando sobre Project Ara y su futuro, la idea es muy buena pero le va a costar tiempo llegar a nuestras manos. Mientras, hay quienes han decidido coger la filosofía de los componentes modulares para desarrollar su propio concepto. No, esta vez no estamos hablando de un teléfono, lo que quieren es hacer una funda para nuestro smartphone con la misma filosofía.
Nexpaq está desarrollando una funda modular que podemos modificar con diferentes componentes para adaptarla a nuestras necesidades. Project Ara pero aplicado a un teléfono que tenemos ya y con unas cuantas opciones de personalización. Puede que dentro de poco llegue a nosotros, si les ayudamos en Kickstarter a hacerlo posible primero.
Una buena idea pero con varias dudas
La funda, en la fotos que han publicado no parece excesivamente gruesa, nos permite ir añadiendo módulos de todo tipo. De base contaremos con 1.000 mAh adicionales que si bien no son muchos sirven para darnos un poco de carga y de paso alimentar las piezas. Sus creadores ya han especificado cuáles serán los tres primeros teléfonos compatibles: Samsung Galaxy S6 Edge, iPhone 6 y Samsung Galaxy S5.
Los módulos que habrá disponibles cubrirán varias funciones: 64GB de almacenamiento, flash LED para la cámara, un botón físico programable, sensor de humedad, puntero láser, lector de tarjetas SD, un medidor de calidad de aire, un altavoz e incluso un alcoholímetro. Como veis, Nexpaq quiere que su funda sea una auténtica navaja suiza y que podamos hacer de todo con ella. Además, esperan que otros fabricantes se unan a su causa y también desarrollen módulos. Ellos ya tienen listo doce.
Todas estas piezas serán compatibles entre sí por lo que si tenemos dos teléfonos con Nexpaq, podemos pasarlo de un móvil a otro sin problemas ni adaptadores. Además, tampoco será necesario reiniciar el móvil cada vez que pongamos uno por lo que solo tenemos que enchufarlo y utilizarlo. La conexión y gestión de las piezas se hará a través de Bluetooth y una serie de aplicaciones específicas.
La idea es buena, sin embargo lanza muchas dudas que de momento no han sido capaces de resolver: ¿cómo de buenos son los componentes? ¿el alcoholímetro que han producido es tan pequeño y eficaz como el que utiliza la policía en los controles? ¿merece la pena el altavoz o va a sonar igual de mal que en la mayoría de teléfonos que hay en el mercado? Veremos si además de buenas intenciones son capaces de hacer un producto que merezca la pena.
Como decíamos, esta compañía está buscando financiación en Kickstarter. La versión más asequible de la funda vale 89 dólares y cuenta con batería, botón físico, lector de tarjetas SD y altavoz. De momento ya han conseguido casi 80.000 dólares, teniendo en cuenta que el objetivo eran 50.000 y tienen 27 días por delante, es muy probable que acaben doblando la cantidad inicial.
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