Terminamos la semana pasada conociendo que el precio del Nokia 5800 XpressMusic sería más alto de lo esperado. La empezamos con un ejemplar de este teléfono entre las manos, con el que queremos comprobar como se ha resuelto la incursión de Nokia en las pantallas táctiles.
De momento son unas primeras impresiones iniciales a falta de probarlo más a fondo, pero hay que reconocerle las mejoras desde la versión que pudimos probar durante la presentación. Nokia ha estado trabajando duro en el firmware y el aumento de velocidad es más que notable.
A pesar de que, habitualmente, Nokia cuida bastante el diseño externo de sus teléfonos, el Nokia 5800 XpressMusic no destaca en ese aspecto. De hecho, no me gusta el aspecto del teléfono.
Por un lado, la pantalla no se encuentra al mismo nivel que el marco que la rodea, sino un poco más hundida, lo que le da un aspecto extraño y, además, dificulta ligeramente la pulsación en los bordes de esta. Por el otro, no entiendo la necesidad de incorporar tres botones en la parte inferior de esta.
Tendría su lógica que llevara uno para el acceso rápido al menú principal (aunque ni siquiera esa sería imprescindible) pero teclas para contestar o rechazar llamadas no, máxime cuando esas mismas opciones se nos ofrecen en la pantalla táctil.
En el aspecto negativo, y aunque esto ya va a gustos, el color rojo del modelo que estamos probando no le favorece nada. Una carcasa en negro hubiera sido más elegante, pero esta es una pega menor.
Vamos al apartado positivo, que también lo tiene el 5800. A pesar de resultar algo grueso (o precisamente por eso) tenerlo en la mano es muy cómodo. Resulta fácil de agarrar y de usar con el pulgar. Además, da la impresión de ser robusto pero sin ser pesado. En esto no se diferencia de otros modelos de este fabricante, algo que tenemos que agradecerle.
Otro punto a favor es el hecho de que la ranura para la tarjeta de memoria MicroSD es accesible sin necesidad de quitar la batería, lo que permite intercambiarla sin tener que apagar el teléfono. Algo más raro es la ranura para la SIM, situada junto a la anterior, pero requiriendo sacar la batería para extraerla. No representa un problema, pero es curioso.
En el otro lateral del teléfono encontramos las teclas de volumen, la tecla para la cámara de fotos y la función de bloqueo. Al contrario que muchos modelos de Nokia, que la sitúan en la parte superior, el hecho de que esté en el lateral nos permite activar y desactivar el móvil con el pulgar de una forma cómoda.
En la parte superior, el conector de auriculares de 3.5 milímetros, el botón de encendido y el conector USB completan su funcionalidad externa. El conector no es MiniUSB, sino MicroUSB, por lo que debemos usar el cable correspondiente.
Solo unas pocas pinceladas en el apartado software. Como ya hemos comentado el interfaz es rápido, de hecho parece más rápido que otros modelos de Nokia teóricamente superiores, como el N96, pero tendremos que probarlo más a fondo para asegurarnos de que así es.
La transición de S60 a pantalla táctiles se ha hecho con bastante éxito. No parece un añadido al sistema, sino que se integra bien en este. De todas maneras, tiene algunas incongruencias, como el hecho de que los botones funcionan con una sola pulsación mientras que otras opciones requieren dos pulsaciones.
Esto hace que, a veces, se pulse una opción y estemos esperando a que se active, pero en realidad debemos pulsar otra vez sobre ella. Imagino que será la falta de costumbre, así que habrá que probarlo durante más tiempo.
Acabamos este primer repaso del Nokia 5800 XpressMusic con una impresión general bastante buena. El paso a pantalla táctil se ha hecho sin sacrificar el resto de características que distinguen a los modelos de Nokia, pero aprovechando bien las nuevas funcionalidades.
En Xataka Móvil daremos un repaso más a fondo al apartado de software, pero tenéis abiertos los comentarios para preguntarnos dudas sobre el móvil o indicarnos que apartados queréis que probemos más a fondo de este teléfono.
En Xataka | Nokia 5800 XpressMusic.
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