Hace unos días acudimos a la cita que Nokia nos ofreció como previa al inminente Nokia World. De momento no vimos rastro de ningún terminal Windows Phone 7, pero sí que pudimos probar a placer sus lanzamientos más recientes en Simbyan como el Nokia 701, del que pronto os ofreceremos un análisis, y este Nokia 700.
Lo cierto es que el benjamín (en tamaño) de la nueva familia Symbian con la versión Belle nos ha sorprendido muy, muy gratamente y nos extrañaría que se convierta en un superventas en los gama media-alta estas navidades. Veamos por qué.
Symbian Belle
Debo empezar reconociendo que Nokia (a buenas horas, dirán algunos) le ha metido un repaso impresionante a Symbian. La compañía no ha tenido reparo alguno en adoptar ideas que funcionan de otros sistemas operativos (como el menú desplegable de notificaciones de los Android) y las ha hecho suyas en una plataforma que, internamente, sí que funcionaba bien.
El resultado es una experiencia de usuario que nos ha dejado con la boca abierta. El interfaz del nuevo Symbian es tremendamente ágil y fluido en todas sus operaciones. El Nokia 700 responde con suavidad y los nuevos menús de la plataforma, sin traicionar al sistema operativo original, son mucho más intuitivos y agradables de utilizar.
Buen hacer a nivel técnico
Los problemas de Nokia nunca han sido de hardware, y menos desde que ha decidido actualizar sus terminales a chips más acordes con los tiempos que vivimos. El Nokia 700 equipa un procesador ARM 11 a 1Ghz apoyado 2GB de almacenamiento interno y tarjetas MicroSD de hasta 32GB.
Todo esto, recordemos, en un terminal que mide sólo 110 × 50 × 9.7 milímetros con un peso de sólo 96 gramos. Si eres de los que están hartos de móviles a 1Ghz del tamaño de napolitanas, el Nokia 700 te va a entusiasmar.
La pantalla es una 3.2 pulgadas de diagonal (sólo 0.3 pulgadas por debajo de la de, por ejemplo, la del iPhone) multitáctil capacitiva con resolución 360×640. Nokia ha incorporado cobertura Gorilla Glass en todos sus nuevos terminales. La pantalla del Nokia 700, en concreto, es una AMOLED con tecnología Clearblack. Aparte de unos colores espectaculares, su ángulo de visión es estupendo, con unos niveles de negro profundos y, lo que es más importante, una luminosidad muy visible a pleno sol.
A todo esto sumemos conexiones HSDPA / HSUPA a 14.4 / 5.76MBps, Bluetooth 3.0, A-GPS con Nokia Mapas y Free NFC para accesorios como los nuevos altavoces de la compañía. La cámara es una 5Mpx con flash LED y grabación de video HD 720p a 30Fps. El mayor problema de la cámara es que es una foco fijo, lo que reduce bastante su efectividad.
De la batería poco podemos decir en una prueba tan corta. Estamos ante una 1080mAh que, según Nokia, rinde 4.30 horas en conversación, 47 en reproducción musical y 450 horas en espera (todo con 3G activo). Se nos antoja muy poco tiempo para una pantalla de bajo consumo como la AMOLED. Habrá que comprobar esta cifra más a fondo.
Según su canal oficial en Twitter, el Nokia 700 ya se está distribuyendo en España y será cuestión de días que se ponga a la venta. Su precio, libre, rondará los 350 euros aunque, como es habitual, podrá conseguirse muy fácilmente en asociación con las operadoras que lo acojan. Con su carcasa metálica disponible en colores plateado, blanco, azul, rojo y púrpura, lo mejor del Nokia 700 es su equilibrio entre hardware y tamaño.
En cuanto a software, Symbian Belle es lo que Nokia debería haber hecho con su sistema operativo hace más de tres años, pero mejor tarde que nunca. La nueva versión del OS funciona de manera muy estable y su punto más flaco está en la escasez de aplicaciones, sobre todo si venimos mal acostumbrados de IOS o Android. Muy buen teléfono con, por fín, un sistema operativo que funciona sin desesperar. Después de esto no nos queda nada claro si realmente Nokia debería eliminar el soporte a Symbian en 2016.
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