Cerramos el recorrido por los más recientes terminales presentados por Nokia con un repaso al Nokia Asha 303, el dispositivo más avanzado de la nueva familia Asha, sustituta de los S40.
Cuando decimos avanzado, lo decimos teniendo en cuenta que toda la gama está compuesta por terminales de gama media y media-baja destinados a economías emergentes o, en el caso europeo, a un público jóven que no siempre puede afrontar el gasto de un terminal de gama alta como el Nokia Lumia 800.
El Nokia Asha 303 es, con esa puntualización, el terminal más avanzado de los presentados en la gama Asha. Externamente, exhibe un formato candybar con teclado completo qwerty y un tamaño contenido (116.5 × 55.7 × 13.9 milímetros y 93 gramos). El teclado no es incómodo y recuerda al del X3-02 Touch and Type. De hecho, el Asha 303 parece un X3-02 ensanchado para dar cabida al mayor número de teclas.
Las conexiones físicas son correctas. El terminal cuenta con ranura para tarjetas MicroSD de hasta 32GB y MicroUSB para carga y datos que puede utilizarse como USB on the Go con el correspondiente adaptador. Las conexiones inalámbricas son completas, incluyendo HSDPA a 10.2Mbps, HSUPA a 2Mbps, WiFi, Bluetooth 2.1 con A2DP y EDR, Radio FM y WiFi n. Se trata del único miembro de la familia Asha que cuenta con todo el paquete de conexiones.
A nivel de batería no hemos podido hacer comprobaciones, pero Nokia asegura que el Asha 303 es capaz de soportar 840 horas en espera y algo más de 7 en conversación merced a su batería de 1.300mAh. No es mala marca.
La pantalla y la cámara son sencillas. La primera es una TFT táctil capacitiva de 2.65 pulgadas con resolución 320 × 240 píxeles y la cámara es una 3.2 megapíxeles a la que quizá le hubiera venido bien algo más de resolución para llegar a los 5 con grabación 720p (sólo graba en VGA).
Uno de los aspectos más cuidados es el procesador, un chip a 1GHz con el que el sistema operativo va sobrado. De hecho, y aunque entendemos la orientación del terminal hacia otros mercados, hubiera sido interesante verlo correr con Symbian Belle, un software que hubiera aprovechado mejor las características de hardware del teléfono como el propio procesador.
Por lo demás, el Nokia Asha 303 es un buen terminal para aquellos que quieran la experiencia de un teléfono convencional con el añadido de un teclado qwerty y una pantalla efectiva con la que empezar a manejarse en entornos táctiles. Eso sí, si ya tenemos alguna experiencia con smartphones es mejor decantarse por otros modelos que ofrezcan un sistema operativo más completo.
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