Lo que son las cosas. Hace un año y medio se hablaba de que Nokia no descartaba usar Android y que Sony Ericsson no tenía ningún interés por este sistema operativo. Las cosas en la actualidad son muy distintas, con el fabricante finlandés volcado en Symbian y Maemo y Sony Ericsson con un prototipo con Android casi listo.
Pero algunos siguen empeñados en que Nokia prepara un dispositivo con Android, algo que desde la marca se encargan de desmentir contundentemente. Y es que no tiene mucho sentido el apostar por este sistema operativo cuando disponen de dos de distintos, bajo su control, de código abierto y ya funcionando.
Llevo tiempo afirmando que la apuesta de Nokia para el futuro es Maemo, su sistema basado en Linux, Symbian y Qt, la libería multiplataforma. Precisamente esta última será la piedra angular que mantendrá a todas las demás, mientras que Maemo será su apuesta fuerte para dispositivos de gama alta.
S60 y Symbian se van a mover a un gran número de modelos de gama media y baja, dejando a Maemo para los de más alta gama, aunque con Qt con enlace entre ambos. De momento, Maemo está más enfocado a las tabletas táctiles, pero con ofono recibirá los cambios necesarios para poder funcionar en móviles, como módem o como dispositivo de comunicaciones.
Pero todavía falta tiempo para que este puente esté totalmente construido. La próxima versión de Maemo, de nombre en clave Fremantle, seguirá basándose en GTK+, un rival de Qt, aunque ya ofrecerá soporte para este. Pero para la siguiente evolución, llamada Harmattan (de la que ya hemos visto algunas ideas conceptuales) se basará totalmente en Qt.
También S60 va en esa dirección, la de permitir el desarrollo de aplicaciones con Qt, lo que haría que las desarrolladas para una de las plataformas fuera compatible con la otra. Por tanto, los programadores tendrían más incentivos para desarrollar para los terminales de Nokia, al abrir mucho más el mercado.
Lo que es prácticamente descartable es que veamos un dispositivo de Nokia con Android, al menos de forma oficial, y es que no tiene ningún sentido para ellos el apostar por el sistema operativo de su competencia mientras disponen de uno propio con una base similar, Linux, pero controlado por ellos.
Más información | ZDNet.