Nokia N96: impresiones personales

Con todas sus especificaciones viendo la luz antes de hora, la presentación del Nokia N96 no presentaba apenas ninguna sorpresa. Así que lo más interesante era poder probarlo en directo y, la verdad, es que no decepciona.

Con un diseño muy similar al del Nokia N81, en esa parte poca queja puede haber. Y a pesar del incremento de capacidad, el peso no resulta excesivo, por lo que no tendremos problema en llevarlo en el bolsillo, ya que resulta bastante ligero, a pesar de la apariencia.

Es cierto que no se trata de un teléfono ultradelgado. Nokia ha preferido dejar ese segmento a otros fabricantes y centrarse más en la funcionalidad y las características de sus teléfonos y creo que ha optado por una buena solución. Pocas funcionalidades le podemos echar en falta a este teléfono, como tampoco falla en el lado de la conectividad, incluyendo Wi-Fi y HSDPA.

Con todo lo que incluye, los 550 euros que cuesta me parece un precio más que razonable. Evolución del móvil total que ya era el N95 y añadiendo más funcionalidad, ¿se le puede echar algo en cara?

Pues precisamente lo mismo que al N81 del que toma su diseño. El teclado frontal incluye muchas teclas, demasiadas, lo cual lo hace confuso y proclive a pulsar la que no tocaba. Además, teniendo un doble slider, ¿qué sentido tiene incluir la teclas de música en el frontal?

Con las de la parte superior podíamos pasar perfectamente, obteniendo un frontal más limpio y cómodo. Probablemente, lo único malo de este móvil, aparte de que se desmarca de la opción que están ofreciendo la mayoría de fabricantes, que es la pantalla táctil, pero eso tendrá que esperar.

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