En este punto del verano, con gran parte de la artillería de teléfonos pendiente de ser presentada, hablar de especificaciones puras y duras resulta complicado, ya que vamos a ver cambiar algunas cosas. Sin miedo a soltar alguna obviedad, vamos a repasar qué es lo que nos parece interesante en un teléfono para que nos acompañe el máximo tiempo posible, también adelantar las cosas que terminarán siendo obligatorias. Será una buena lectura para aquellos que andan más perdidos y necesitan ponerse al día.
Esto no es una guía de compra tradicional, con terminales concretos, más bien es una lista de puntos importantes a tener en cuenta, al tiempo que reflexionamos sobre la vida de un teléfono y las cosas que son realmente importantes. La pregunta que deberíamos hacernos nada más comenzar es ¿qué tipo de teléfono necesitamos? ¿cada cuánto vamos a renovarlo?
Tendríamos que tener claro un presupuesto, también ayudaría a seleccionar si tienes preferencia por alguna marca. Pero lo más valioso es conocer qué haces realmente con él para interpretar qué especificación tendría más peso entre los elegidos. Los dos puntos más obvios suelen ser la cámara y la autonomía, ambos muy relacionados con teléfonos de gama alta, con gastar más dinero. Vamos a descubrir que a medio plazo hay otras cosas que van a cambiar en el mercado.
¿Cómo es un teléfono resistente al futuro?
Ahora sí vamos a repasar en diez apartados las cosas que me interesan valorar para que un teléfono sea resistente al futuro - 2 a 3 años -, al tiempo que explicamos lo que ahora nos ofrece el mercado y hacia dónde va dirigido:
1. - Tiene pantalla panorámica, OLED y QHD
Podríamos decir que tienes que elegir el tamaño de pantalla según tus necesidades y usos. Cuando usas mucho el teléfono para jugar o ver contenido multimedia, como series, compra una pantalla bien grande. Al menos que tenga 5,5 pulgadas y que su resolución sea como mínimo Full HD.
Si lo que quieres es un teléfono para usar con una mano, o las tienes pequeñas, pon el límite en esas 5,5 pulgadas. Aunque no es el sector de mercado que más oferta tiene, por ahí debajo encontramos al Google Pixel, el iPhone 7, o un Xperia X Compact.
Estas cifras se están desdibujando un poco desde que el LG G6 y el Galaxy S8 aparecieron en escena con sus pantallas alargadas y marcos mínimos, así que en estos casos podemos estirar el tamaño de esas pulgadas. Introducen además sistemas que simulan HDR. Cada mes que pasa habrá más contenido que de soporte a este formato de pantalla, así que si elegimos esto ahora, vamos adelantados.
En lo que respecta a la calidad, a mi me parece más importante que la representación de color y el brillo sean muy buenos, a que tengamos más resolución. Pantallas QHD todavía no me han demostrado ser una especificación que me aporte más, sin embargo, tener mucho brillo me facilita la lectura en exteriores. También valoro especialmente que se pueda bajar el brillo a niveles mínimos que nos deje leer en oscuridad, sin molestar a compañeros de habitación.
Si estamos decididos a elegir una pantalla con resolución QHD, empezará a ser interesante al acercarse a las 6 pulgadas de tamaño. Si te gustan los teléfonos muy grandes hay que decir que Android está haciendo esfuerzos por aprovechar pantallas mayores, implementando cosas como la multiventana y las ventanas flotantes.
No me voy a pelear con nadie en cuanto a tecnologías: prefiero las pantallas OLED en la mayoría de los casos, pero reconozco que en la gama alta se ofrecen paneles LCD al nivel.
2. - Hacen falta dos cámaras para la fotografía computacional
Otra especificación muy opcional, que suele ir ligada a los teléfonos más caros. Si no te interesa para nada la cámara de un teléfono, ni hacer fotos o vídeos con ella, en la gama media encontrarás montones de teléfonos decentes con los que ahorrar bastante dinero.
Como esta situación se me antoja cada vez más complicada, ya que el teléfono móvil se ha convertido en nuestra cámara del día a día, todo el mundo va a estudiar qué dispositivo le va a funcionar mejor a la hora de renovar. Lo primero que tengo que decir al respecto es que ignoremos los megapíxeles.
Más o menos megapíxeles no hacen una cámara mejor, de hecho los grandes competidores se plantaron alrededor de los 12 megapíxeles, a sabiendas que ahí está el equilibrio para hacer captores sensibles que quepan en un dispositivo móvil.
Ahora florecen las cámaras dobles e irremediablemente nos vamos a encontrar con que el 75% de los teléfonos interesantes para comprar van a contar con ellas. ¿A quién interesan? Aunque todavía está verde el asunto, inicialmente interesan a aquellos que hacen muchos retratos, es ahí donde se está sacando jugo a la fotografía computacional, pero hay un camino muy largo por recorrer.
Sobre cámaras dobles quiero incidir en que estamos arrancando, Galaxy S8 o Google Pixel son excelentes ejemplos de que puedes tener un único sensor y que los resultados son fantásticos. Tampoco nos volvamos locos con esto.
Ir de la mano de marcas como Samsung o Apple es una garantía de futuro, ya que la nueva fotografía está estrechamente ligada al software de estos pequeños dispositivos. Las dos grandes poseen equipos de ingenieros de imagen que no pueden igualar otros, están todo el día dándole vueltas al asunto para mejorar, y eso se tiene que notar en renovaciones de teléfonos, también en actualizaciones.
Al margen de megapíxeles, una “especificación” que sí es muy interesante mirar es la óptica elegida. Siempre confiando en que los materiales son de primera calidad y teniendo en cuenta que en una cosa tan pequeña tampoco podemos esperar una correspondencia con lentes de cámaras grandes, es definitorio que la apertura sea lo mayor posible.
Un f/2,0, o más pequeña en número, quiere decir que ahí dentro entra más luz, nos ayudará con las tomas complicadas de luz. La otra cosa que valoro es que el software me permita trabajar de forma manual ciertos valores. No es algo que use todo el tiempo, pero puntualmente me ayuda a conseguir tomas que de forma automática no sería posible.
El último tema que quería tratar es el de la estabilización. Muy importante en un gadget móvil con elementos tan pequeños, y que marca diferencias tanto en foto como en vídeo. Puede estar implementado de dos formas, electrónicamente, o en la propia óptica: sea como sea, nos ayudará en estabilizar vídeo, tendremos fotos menos movidas, y mejores resultados con poca luz.
3. - Sí, hace falta mucha RAM
En las gamas más bajas de teléfono esto es primordial, tenemos que buscar cosas que al menos cuenten con 2GB de RAM. Ahora mismo diría que la cantidad de memoria ideal para un dispositivo Android es 4GB, hablo de un teléfono nuevo y de gama medio-alta.
Aunque no es una cosa que podamos cuantificar de forma clara, en la práctica, la cantidad de RAM es un elemento crítico para la multitarea, también lo es si queremos un teléfono resistente al futuro. Si no nos lo cobran a precio de oro, más siempre va a ser mejor.
Con la manera en la que Android trabaja y se actualiza, la memoria RAM siempre va a venir bien. Si la interfaz que usa el teléfono no tiene ninguna restricción por número de aplicaciones, si tenemos más RAM, tenemos más programas corriendo al mismo tiempo y es más rápido cambiar entre ellos. IOS es otra historia, es un sistema en el que las aplicaciones concurrentes están mucho más controladas y no hace falta tanta memoria.
Cuanto más simple y parecido sea al sistema original de Google, mejor. Sobre aplicaciones sueltas, no estoy seguro de que haya alguna que aproveche tanta cantidad de memoria para ella sola, posiblemente no, pero llegarán.
La interfaz marca demasiado el consumo de RAM en Android: un Nexus 6 consume 1,2GB de sus 3GB disponibles, sin tener ninguna aplicación abierta. Si nos vamos a un Galaxy Note 5, por poner un ejemplo de interfaz pesada, son 1,7GB los que necesita, de los 4GB disponibles. Samsung ha mejorado notablemente el funcionamiento y limpieza con el S8, pero sigue siendo menos fluido que un OnePlus o un Pixel.
4. - Tiene que ser un teléfono resistente, sofisticado
Un teléfono, como cualquier gadget, tiene en su diseño algo muy subjetivo. Casi todos se parecen y está en ti decidir cuál te gusta más, por lo que ahí poco podemos valorar. Sí podemos evaluar si la calidad de construcción o materiales son mejores o peores.
Normalmente nos encontramos dos tipos de materiales, metal y plástico, siendo este último lo habitual en la corta historia de estos cacharros. En la gama alta se ha impuesto el uso de materiales metálicos, aunque alguno que otro apuesta por el cristal para conseguir resultados más atractivos, pero también son menos resistentes.
No podemos esperar una cosa indestructible cuando las propias marcas lanzan renovaciones de teléfonos cada año, pero es una realidad que las marcas han hecho grandes avances en los últimos años: materiales más modernos y trabajados, protecciones adicionales como Gorilla Glass.
A estas alturas de la película todos los teléfonos de gama alta son resistentes al agua (IP68), y es una especificación que poco a poco se irá extendiendo. Si podéis acceder a un teléfono así, es muy recomendable por protección y por facilidad de limpieza.
Por último está el colorido, las marcas han cogido el tranquillo a cambiar el color de metales y plástico con facilidad, sin perder calidad. Yo no soy quien le tiene que decir a cada uno cómo tiene que ser su móvil, pero las texturas y tonos que nos ofrecen son muy agradecidos: yo me quedo con los teléfonos negro mate.
5. - El caballo ganador es Snapdragon
Cuando me gasto el dinero en un teléfono me gusta que sea moderno en todos sus componentes, también en su hardware principal, pero la realidad es que no se nota tanto como nos quieren hacer parecer. También es cierto que los Snapdragons que aparecen en el mercado cambian ligeramente de un modelo a otro, ninguno, en los últimos años, ha sido una revolución. Más bien arreglan problemas y mejoran algo en eficiencia energética.
En la gama media siempre miraría algo que tuviera un Snapdragon de la serie 600, y si mi presupuesto es mayor, pues apostaría por un Snapdragon 835, sin hacer asco a los 820/821, si el precio lo merece. En iPhone hay poco que elegir, cuentan con los procesadores más rápidos en tareas que tienen que ver con un único núcleo, todo queda optimizado al máximo.
Fuera de Qualcomm solo puedo recomendar dos cosas, en mi experiencia, el hardware que hace Samsung llamado Exynos, y los Kirin de Huawei. En ambos casos tenemos soluciones al nivel en potencia y conectividad que los Snapdragon. No me gustan demasiado los MediaTek.
Tener el mejor hardware tampoco te garantiza la mejor experiencia, ahí tienen mucho que ver el sistema operativo en sí, su interfaz de usuario o el bloatware que le metan los fabricantes. También va a ayudar bastante la cantidad de memoria RAM que tengamos, junto a una memoria de almacenamiento veloz y moderna.
¿Por qué apostar por un hardware muy potente? Es la opción si te interesa jugar a títulos exigentes, usar aplicaciones exigentes como los editores de fotos, o estar preparado para que te dure un par de años sin problemas. Si lo que vas es a usar el teléfono para WhatsApp, con un gama media de calidad tienes de sobra.
Hablando de fotos, que un teléfono tenga una cámara de primer nivel está ligado a contar con un chipset del mismo status, hace falta mucha potencia de proceso para lidiar con garantías con los resultados. Más ahora que con las dobles cámaras hay que hacer muchos cálculos, lo que denominamos fotografía computacional.
6. - Redes no mucho más rápidas y pagos con el móvil
Podríamos esperar que la conectividad en nuestros dispositivos móviles cambia a una velocidad complicada de asimilar, pero no es así, las infraestructuras tardan en ponerse al día así que hay cosas como el 5G que no vamos a ver en los próximos dos años.
Teniendo claro que el 4G nos va a acompañar este tiempo lo que tenemos que mirar es que la categoría de nuestro LTE sea lo más rápida posible (16,15,12), aquí tenéis una lista con esos teléfonos. Además de esto tendría en cuenta el soporte de la banda 20 (800MHz) que es un espacio que cada vez se va a utilizar más en España para el 4G, así que si la tenemos nos curamos en salud.
Por último tenemos la conectividad de corto alcance. No tendría sentido que no eligiéramos un teléfono sin NFC, es la llave para los pagos móviles. Saltando al Bluetooth, la oferta actual con 5.0 es corta pero muy interesante, ya que nos está dando mayor rango y velocidad, al tiempo que cosas especiales como el uso de dos auriculares que ha implementado Samsung. Contar con Snapdragon 835 te abre esta puerta.
Sobre la conectividad WiFi, pues la cosa va despacio con nuevas cosas proyectadas - ad, no hay teléfonos todavía - pero que siempre tardan en implantarse. Lo más interesante que debemos tener en cuenta es el soporte ac, ya que el teléfono trabajará con señales más limpias, menos saturadas.
7. - Al menos 3.000mAh de batería. No sin carga rápida
Mi recomendación, independientemente del nivel del teléfono, es que la batería sea al menos de 3.000 mAh. Tal y como están los teléfonos es una cantidad suficiente para aguantar el día con un uso moderado. Si eres un usuario muy exigente - juegos, llamadas, series, redes -, mejor tira por ahora que se acerque más a las 3.500mAh. Pasarás el día más tranquilo.
La otra cosa importante que tenemos que tener en cuenta es la carga rápida. Para los fabricantes es imposible inventar un teléfono que dure mucho más, ninguna marca ni sistema operativo lo consigue, así que una forma de mejorar la experiencia es educarnos en rellenar la batería.
Afortunadamente, con los sistemas de carga rápida podemos subir el porcentaje con pequeñas cargas durante el día. La mayoría de móviles modernos llevan el Quick Charge de Qualcomm, como alternativa prefiero el sistema que utilizan Oppo y OnePlus en sus teléfonos: más rápido, seguro y útil.
Si lo que os estáis preguntando es por baterías que se pueden sustituir, de esto mejor nos olvidamos, es algo que se está quedando en el pasado ya que las marcas apuestan por diseños de teléfonos mucho más complicados, especiales. Ahí no hay espacio para una tapa que se abre o una batería que se sustituye.
Recomendación para aquellos que la batería sea algo esencial, irse a Android y elegir el Huawei Mate 9. Sus 4.000mAh de capacidad y un hardware moderno te permitirán estar un par de jornadas de trabajo sin cargar.
8. - La memoria interna nunca sobra
Un aspecto que será bastante secundario para algunos, muy importante para otros. Si estoy invirtiendo fuerte en un teléfono no miraría nada que no tuviera al menos 32GB de almacenamiento, independientemente de si se puede ampliar o no con tarjetas (algo que cada vez va pasando más a un segundo plano).
Obviamente en gamas inferiores la cantidad de memoria que nos ofrecen no es tan alta, pero no me contentaría con menos de 16GB. En todo caso, en cuanto nos ponemos a grabar vídeo y descargar aplicaciones - sin tener en cuenta el sistema en sí - la memoria se nos llena más rápido de lo que parece.
Diría que lo ideal es ir haciendo backup de lo que nos importa, y mantener un poco el teléfono, pero al final pocos hacen eso y es mejor que vayamos holgados de espacio. Si eres un ‘fotógrafo móvil’ que no te asuste elegir 128GB de memoria, hay opciones como OnePlus que te lo ofrecen por un precio justo.
No hagamos caso a lo que nos venden sobre la nube, está muy bien tener un alojamiento paralelo para muchas cosas, pero no está a nuestra disposición de forma instantánea, no lo contemos como espacio de almacenamiento.
La mejora en la tecnología de las memorias es algo que se va haciendo habitual en la gama alta, pero que tenemos que mirar con detalle si nos gusta saber por lo que pagamos: lo más moderno en almacenamiento es UFS 2.1, mientras que en RAM tenemos que mirar a LPDDR4X. En ambos casos tenemos más velocidad y eficiencia.
9. - Por favor, altavoces estéreo
¿Cómo de importante es el audio para vosotros? No me refiero a la calidad de las llamadas, esto es algo que más o menos está superado, todas los fabricantes tienen un buen nivel en sus equipos. Me refiero a los altavoces, al hardware dedicado que implementan para que tu teléfono sea una buena fuente de audio.
Todo esto no está tan explotado, la mayoría de marcas tienen que hacer un esfuerzo por ofrecer mejores soluciones. Pocas son las que te ofrecen un sistema estéreo de altavoces que nos permita escuchar “manos libres” contenidos como videollamadas, llamadas o películas. Sin volvernos locos con la estridencia.
Tener los altavoces en el frontal me parece mejor opción, no los tapamos con las manos o al colocarlos sobre una superficie. Teléfonos que tengo en buena estima por estas cosas que estamos comentando: HTC U11, ZTE Axon 7, Sony Xperia XZ, Huawei Mate 9, los últimos iPhones.
¿Sobre conectores? Mucho lío con esto ahora mismo, ya hay varias marcas que se olvidaron del jack y quieren que uses conectores especiales. Me gusta eso de que los puertos se modernicen pero en la práctica me están quitando cosas: no puedo cargar al tiempo que escucho música por auriculares, por ejemplo. En todo caso, siempre elegiría que mi teléfono viniera con USB-C, reversible es igual a comodidad.
10. - Reconoce tu huella, tu cara y tus ojos
Esto es también algo bastante opcional. En las dos últimas temporadas hemos visto como se democratizaban los métodos de autenticación de los teléfonos, llegando a encontrarnos con sistemas biométricos en gamas inferiores y obviamente convirtiéndose en algo normal entre los terminales más caros.
La nueva ola la tenemos delante, están sumando métodos de seguridad innovadores como pueden ser el sensor de iris o reconocimiento facial. Para el primero hace falta hardware adicional, para el segundo, con una cámara frontal es prácticamente posible.
Son alternativas menos seguras que la huella, pero también cómodas y rápidas. A mi no me quita el sueño si el teléfono que compre no las tiene, pero que sepáis que es algo que se va a convertir en normal: LG ya lo tiene en la gama media.
iOS o Android, un camino largo juntos
Con la plataforma de Google tenemos decenas de opciones posibles, con iPhone, la cosa se reduce prácticamente a dos modelos, y es una tónica que no va a cambiar en próximos años. Sea como sea el que sea usuario de teléfono Apple estará contento en seguir como está, pero se sorprenderá lo bien que funciona Android en un teléfono bien optimizado, como Google Pixel o OnePlus. Android es más flexible, te permite hacer más cosas.
El caso contrario me parece más complicado de asimilar, un usuario Android se verá un poco más limitado en opciones e interfaz, o al menos esa es mi experiencia: iOS es sencillo, funcional, pero más cerrado.
Aunque yo ya apuesto cada año por el sistema operativo de Google, siendo justos tengo que decir que si la personalización Android no es muy básica, casi prefiero el conjunto que me ofrece iOS. El soporte y la optimización en el caso del teléfono de Apple también me parece mejores. Si eres usuario del ecosistema de productos Apple, mejor quedarte en iPhone.
Android no tendrá problema en asimilar las cosas buenas que haga iPhone, e inventará muchas en los próximos meses, al revés será más complicado ya que Apple no se fija tanto en los demás para hacer su camino. Una gran diferencia la vamos a encontrar en aquel que sepa integrar mejor la realidad aumentada en sus plataformas y creo que los de Cupertino están avanzando mucho en esto.
No elegiría ningún teléfono que no viniera ya con Android Nougat (7.0), ya resulta complicado que los fabricantes pongan al día a sus criaturas, como para empezar con retraso. Al margen de rediseño, mayor personalización y funcionalidades, lo realmente importante es que es más eficiente, consumiendo menos gracias a un Doze evolucionado. El rendimiento gráfico está en nuevo nivel gracias a la API Vulkan y tenemos soporte a la realidad virtual de Google, Daydream.
La necesidad de cambiar
Las marcas van a renovar sus teléfonos cada año, como mucho, cada 18 meses. Entre todos vamos a crear una expectación ante el nuevo producto, y de alguna forma nos dejamos llevar por las novedades, que muchas veces no sabemos ver rápido si son realmente relevantes o un pequeño paso en el camino.
El teléfono que estás usando ahora mismo posiblemente esté bien, con una ligera pérdida de autonomía y algún que otro rasguño, pero vivo para aguantar otra temporada, piénsalo bien. Ya está en la economía de cada uno el renovar, también en la valoración que tiene nuestro modelo actual, si es que vamos a venderlo antes de comprar el nuevo.
Reflexionando sobre el dinero a gastar en un producto, soy de la opinión que es inteligente mirar modelos de gama alta del año anterior, o comprar cosas que sean más justas por precio, y no tener que pagar una millonada por la novedad. Al mismo tiempo justifico que se pague bastante por un dispositivo que va a estar el 90% del día con nosotros: es nuestra herramienta de comunicación, nuestro primer ordenador, es el ocio en la palma de tu mano.
Si estás destinado a cambiar, recomiendo apostar por teléfonos que cuestan lo justo y ofrecen mucho: Xiaomi Mi6, OnePlus 5 (o el 3T si lo encuentras), Honor 8/9 y Huawei P10. Si el presupuesto no es un problema, ya sabéis: el último iPhone, Google Pixel o Galaxy S8. Por último tenemos la solución siempre inteligente de irnos a un gama alta del año pasado.
El ciclo de vida debería ser más largo
Una vez repasados todos los puntos que queríamos, tenemos que decir que existen modelos mejor diseñados para aguantar más tiempo con nosotros, y eso casi siempre está relacionado con el software, por esto, siempre recomendaría mirar a dispositivos como Nexus o iPhone: sin desmerecer el trabajo de otros, Apple y Google siempre se van esforzar en que sus modelos de referencia reciban las novedades de sus plataformas.
¿Cuándo va a dejar de ser tu teléfono eficiente? Podríamos decir que es cuando no pueda recibir una actualización importante del sistema, con novedades y aplicaciones que el equipo ya no puede soportar.
A veces puede ser por dejadez del fabricante, otras, por habernos quedado realmente atrás. Si tuviera que poner una fecha, podríamos decir que un par de años es una buena media de edad para un teléfono de un usuario exigente, que ya empieza a racanear con lo nuevo y tener menos vida de batería. Un buen teléfono bien cuidado puede pasar los tres años sin problema.
¿El teléfono modular como solución?
Una solución bastante lógica, sobre el papel, es que los elementos principales del teléfono sean modulares, permitiéndonos cambiar o actualizar el dispositivo según nuestras necesidades: mejorar la cámara, actualizar la batería o conseguir funcionalidades nuevas y específicas.
Esto la realidad es que no ha llegado a buen puerto, ni LG ni Motorola han roto el mercado con sus opciones; tampoco hemos visto a muchos proyectos alternativos salir adelante.
No es exactamente un elemento modular, pero es justo comentar que ahora mismo tenemos a Samsung trabajando en transformar a tu teléfono en ordenador con DeX (anteriormente Microsoft con Continuum). Hay recorrido en esto también, cada generación los móviles son más potentes y capaces.
Aunque sin comercializar un producto, creemos que la empresa que más en serio se ha tomado la idea de un teléfono modular es Google. Project Ara tuvo ofreció demostraciones y promesas, acompañados de tantos retrasos que terminaron por ir diluyendo el proyecto. Al tiempo que esto se oscurecía se iluminaba otra luz en las oficinas de Facebook.
La última propuesta seria que se va a vender llega desde el padre de Android, Andy Rubin, y se llama Essential Phone. Nos encontramos con un teléfono Android, con unos marcos muy conseguidos y un diseño bastante limpio: no hay logos ni denominaciones por ningún lado. También contamos con doble cámara. Su precio de partida, 699 dólares:
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