Hoy es un día importante con la llegada del Xiaomi Mi A3, pues uno de los grandes momentos del año en lo que respecta a lanzamientos tecnológicos de smartphones de gama media lo protagoniza desde hace dos años la compañía cuando lanza un terminal de su familia Xiaomi Mi A.
El Xiaomi Mi A1 fue el pionero, y siempre será recordado como el terminal donde la compañía abrazó Android One, algo que parecía imposible. Con los Xiaomi Mi A2 Lite y Mi A2 llegó la consolidación de la idea, y algo más. Los Xiaomi Mi A ya no sólo destacaban por contar con un Android muy puro, sino por ser superiores a sus competidores en prácticamente todos los apartados, y a un precio rompedor.
Con este Xiaomi Mi A3 (y un esperado hermano Mi A3 Lite), la expectativa de encontrar el terminal para recomendar por antonomasia estaba más alta que nunca tras el salto del año pasado en aspectos como cámara y potencia. Sin embargo, tras conocer todas sus especificaciones, la sensación que queda es de que estamos ante un buen terminal, pero que "no es un Xiaomi Mi A3, sino un Xiaomi Mi A3 Lite". Veamos por qué.
Xiaomi Mi A3, un buen terminal que no evoluciona como se esperaba
El Xiaomi Mi A1 llegó con un Snapdragon 625, 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento en su modelo superior, y una pantalla Full HD. Con el Xiaomi Mi A2 Lite, la compañía adaptó esa base a los nuevos tiempos, añadiendo una gran batería de 4.000 mAh. El Xiaomi Mi A2 nos sorprendió porque no evolucionaba respecto al Xiaomi Mi A1, sino que daba un salto. El Snapdragon 660 con el que llegó no era heredero del 625 de la generación anterior, sino de los 650 y 652 que estaban un escalón por encima, apostando por mucha más potencia de CPU y GPU, superando en lo primero incluso al un referente de la serie 800 como el 821.
Dada la evolución, lo lógico era pensar no que este año habría otro salto como el del Xiaomi Mi A1 a Mi A2, sino que al menos, la apuesta se mantendría con especificaciones equivalentes en el contexto de 2019 (y que Xiaomi ha implementado en los terminales que creíamos base de los hipotéticos Mi A3 y Mi A3 Lite, el Xiaomi CC9 y el CC9e). Sin embargo, el Xiaomi Mi A3, el único presentado, está basado en el CC9e, lo que hace que por nuestra expectativa, y la realidad de lo presentado, este Mi A3 nos parezca un Xiaomi Mi A3 Lite, e incluso respecto a lo que habría supuesto evolucionar desde el Xiaomi Mi A2 Lite puede evolucionar, por ejemplo en pantalla.
Esto es lo que nos da el Xiaomi Mi A3 por 249 / 279 euros, en contraste a lo esperado como sucesor del Xiaomi Mi A2:
- Qualcomm Snapdragon 665: como todo lo que hace Qualcomm últimamente, y a falta de probarlo, estamos ante un SoC muy capaz, que a cualquier usuario que esté contente con un Snapdragon 660 le hará feliz. Sin embargo, más allá de mejoras como pasar de 14 nm a 11 nm, no nos parece un sucesor real de aquel chip, como el 821 no lo era del 820, y sí el 835. En las pruebas de rendimiento que hemos podido ver en el CC9e (mismo hardware que el Mi A3), el chip rinde incluso por debajo del del Mi A2. No esperábamos un Snapdragon 730, pero sí un 710/712, o como poco un saltito con 675.
- 4 GB de memoria RAM: lanzar el modelo base con 4 GB de RAM es algo que se esperaba del supuesto Mi A3 Lite, y realmente no parece un problema que el Xiaomi Mi A3 cuente con ellos en su configuración base. Si lo es que si subimos escalón de precios llegan los 128 GB, pero no se avistan los 6 GB de RAM. Xiaomi ha eliminado una opción que el año pasado estaba disponible por 349€ de 6 GB / 128 GB, y que habría tenido todo el sentido en el modelo superior. 6 GB de RAM, hasta el año que viene.
Pantalla HD+: llegamos al verdadero punto de involución del Xiaomi Mi A3, y ni siquiera al compararlo con el Mi A2, sino al compararlo con el Xiaomi Mi A1 o terminales de la compañía de 2015 como el Xiaomi Mi 4i, que en 2015 ya contaba con panel Full HD. No se trata de obsesión por los números: la propia Xiaomi ha sido una de las "culpables" de subir el listón en este apartado y de ponerse a la altura de casi la gama alta en nitidez. No será el caso del Mi A3, que con 286 píxeles por pulgada no supera los 300 píxeles por pulgada que Steve Jobs estableció como el mínimo para considerar una pantalla "Retina" allá por 2010 con el iPhone 4. Por hacer más claro el caso ante el que nos encontramos: el Xiaomi Mi A3 solo cuenta con un punto por pulgada más que el Samsung Galaxy Note de 2011.
Ausencia de NFC: hasta ahora, cuando Xiaomi lanzaba terminales basados en modelos comercializados en China, se entendía que no hubiera chip NFC, porque allí los pagos móviles se gestionan de otra forma. Sin embargo, el Xiaomi CC9, cuya base se esperaba que diera forma al Mi A3, sí cuenta con chip NFC, y en 2019 parece imprescindible que un terminal de 249 euros lo tenga en España, sobre todo cuando era una de las grandes carencias del Xiaomi Mi A2.
Por qué, pese a no ser lo esperado y sus aparentes defectos, el Xiaomi Mi A3 será muy recomendado
El dato de la densidad de la pantalla del Xiaomi Mi A3 de 286 píxeles por pulgada se va a convertir en algo muy comentado como aspecto negativo, y puede serlo incluso más si tenemos en cuenta que casi como el 99% de pantallas OLED de smartphones recientes, probablemente cuente con matriz PenTile, que en lugar de tres subpíxeles por cada píxel, cuenta con dos, lo que le resta incluso más nitidez respecto a la matriz RGB de sus predecesores.
Esto, y lo comentado, hacen que el Xiaomi Mi A3 no nos deje el mismo sabor de boca que a a priori nos dejaron los anteriores en sus presentaciones, pero pese a todo, y contando con las grandes y rápidas rebajas que suelen experimentar en precio los terminales de Xiaomi, se trata de un gran terminal en su gama en 2019.
Pese a que el Snapdragon 665 pueda ser un poco más lento que el Snapdragon 660, el Xiaomi Mi A3 cuenta, como su hermano chino, con almacenamiento UFS 2.1, frente al eMMC 5.1 del año pasado. Esto, de estar bien optimizado, hará que tareas como la carga de juegos y aplicaciones, o la instalación de estas desde el Play Store, se ejecuten con mayor velocidad.
Asimismo, hay que destacar la inclusión del jack de audio y del slot de ampliación para tarjetas microSD que no esperábamos en un Xiaomi Mi A3, tras las ausencias del año pasado. Esto, que sí podía esperarse de un Xiaomi Mi A3 Lite, refuerza la idea de que realmente estamos ante un móvil de una gama inferior a la del Xiaomi Mi A2, aunque para el usuario final sean ventajas que aplaudimos.
En cuanto a la pantalla, que como decíamos es probablemente su aspecto más negativo, deja la buena noticia de que ahora Xiaomi monta paneles AMOLED en terminales de estos precios, lo que será bien recibido por los amantes del negro puro. La fiebre por la tecnología OLED es muy fuerte, y a Xiaomi no parece haberle importado sacrificar nitidez a costa de integrar sus otras ventajas. Respecto al panel del Mi A2, de unos 400 nits, el Xiaomi Mi A3 incorpora un modo (según la web china en el CC9e) de alto brillo que alcanza los 530 nits, un salto importante.
Además de los 4.000 mAh que posiblemente ofrecerán una autonomía exquisita, hay que mencionar un aspecto que a quien escribe esto, y probablemente a muchos otros usuarios, le hace poner el Xiaomi Mi A3 por delante de otras alternativas, y no es otra cosa que Android One. Más allá de los precios, es lo que nos hizo enamorarnos del Xiaomi Mi A1 y de los Mi A2, y probablemente vuelva a hacerlo con Android Q cuando se actualice.
Tampoco hay que olvidar que los nuevos paneles integran lector de huellas en pantalla que, sea más rápido o no que el del Mi A2, supone un avance comparativo en lo que respecto a vanguardia tecnológica. Es un sobrecoste, y su inclusión será celebrada por muchos usuarios. Sobre las cámaras sólo podemos elucubrar, pero el Xiaomi Mi A2 logró ser muy superior a sus competidores en muchos apartados en la captura de fotografía, y el Xiaomi Mi A3 sí trae lo esperado en ese sentido para volver a ocupar su lugar, pese a carecer en su triple cámara del teleobjetivo que curiosamente sí tuvo el Mi A1.
El Xiaomi Mi A3 es un giro en la estrategia de la familia, pero aún puede haber sorpresas
Como hemos visto, Xiaomi no ha seguido con el Xiaomi Mi A3 no ya una estrategia de mucha evolución en apartados clave, sino de continuismo. Un año más tarde, podemos considerar que la apuesta reduce las ambiciones que se tuvieron con el Xiaomi Mi A2, al que el mercado respondió muy favorablemente. No podemos saber las razones que han llevado a Xiaomi a este apreciado cambio de rumbo, pero por primera vez, la impresión es que la compañía ha buscado no dinamitar su gama.
En torno a Xiaomi, siempre ha existido el debate del hueco de que sus terminales nuevos disponían en su propia familia. El Xiomi Mi 9T "pisa" al Xiaomi Mi 9 SE, como el Mi Mix 2S pisaba al Mi 8, o como un hipotético Xiaomi Mi 9T Pro podría pisar el Xiaomi Mi 9. Sin embargo, hasta ahora la respuesta de la compañía siempre ha sido, aunque imprevisible, decidida. Muchas franjas de precios han coincidido, y el mensaje que hemos captado ha sido de querer vender el mayor número de unidades con una oferta atractiva para cualquier tipo de usuario.
Con el Xiaomi Mi A3, por una parte se puede argumentar que al ser para nosotros realmente un Xiaomi Mi A3 Lite, lo que Xiaomi ha hecho lanzando al mismo precio del Mi A2 ha sido buscar más margen de beneficio por unidad (aunque componentes como la pantalla AMOLED encarecen el salto debería amortiguarlo de sobra). Pero, si servidor tiene que dar su visión, no hablaría tanto de búsqueda de más dinero por terminal vendido, que sin duda llega, sino de "miedo", por primera vez, a restar atractivo al resto de su oferta. Xiaomi ha dicho que no superará el 5% de beneficio máximo en sus terminales, por lo que si creemos en su mensaje, tendría que ser lo segundo. De hecho, comparando precios en yuanes del Xiaomi CC9 equivalente al Xiaomi Mi 6X, que era la base china del Mi A2, se puede decir que Xiaomi en China sigue vendiendo tan barato como siempre, o incluso más, teniendo en cuenta el sobrecoste del panel OLED del CC9.
Esto también hace pensar en otro posibilidad: que desde la compañía china no quieran tener su caballo ganador con Android One, y en su lugar busquen potenciar MIUI con el Redmi Note 7 por abajo y el Mi 9T por arriba.
De haber llegado el Xiaomi CC9 como Xiaomi Mi A3 por 249€, frente a lo que hemos recibido, con un panel Full HD+ de calidad, cámaras a la altura de modelos superiores como Mi 9 SE y Mi 9 T, salvo en no disponer de teleobjetivo, estos modelos (y los inferiores) se habrían resentido comercialmente al compararse. Un Xiaomi Mi A3 con 6 GB de RAM, 64 GB de almacenamiento UFS 2.1, triple cámara buena, 4.000 mAh, Snapragon 710 / 712 / 730 por 249 / 279 euros, que podía ser lo esperado, habría sido la mayor bomba en la gama media de la era smartphone. ¿Demasiado bueno para llevarlo a la práctica? Sólo Xiaomi lo sabe.
El problema que observo para Xiaomi con este terminal no es tanto que el Mi A3 no se venda, sino que a la compañía le rodee el hecho de decepcionar en un gran lanzamiento. Hasta ahora, era una compañía que ilusionaba enormemente con cada lanzamiento, hecho que le ha hecho que existan sus Mi Fans y un boca a boca de los más potentes de la industria. Si el optimismo te lleva en volandas, el pesimismo te puede acarrear problemas, y el magnífico legado de los Xiaomi Mi A puede quedar en entredicho.
La sorpresa puede ser un modelo superior del que se hablaba en rumores, que vendría a tener las especificaciones de las que hemos hablado, y que mencionaremos como Xiaomi Mi A3 Pro. Ese sí sería el genuino y esperado Mi A 2019, pero si el movimiento con el Mi A3 ha tenido que ver con hueco en la familia, ¿donde encajaría ese a mayor precio, con el Mi 9T a 329€ y potencialmente rebajado de cara a un hipotético lanzamiento después del verano?
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