Samsung parece estar decidida a dar un puñetazo sobre la mesa. Hace dos días presentó su nuevo procesador insignia, el chip Exynos 2200 que con toda probabilidad desembarcará muy pronto de la mano de los próximos Galaxy S22 (según el filtrador Jon Prosser estos smartphones se podrán reservar a partir del 9 de febrero). Y, como habían presagiado las filtraciones durante meses, su lógica gráfica estará implementada sobre la microarquitectura RDNA 2 de AMD.
Aunque no sabremos cómo rinde la GPU integrada en este microprocesador hasta que tengamos la oportunidad de probar uno de los primeros smartphones que lo incorporarán, podemos intuir qué nos propone. Y podemos hacerlo porque conocemos con mucho detalle las características y las peculiaridades de la microarquitectura RDNA 2. La prestación que más ruido está haciendo desde que ha visto la luz el chip Exynos 2200 es su soporte del renderizado mediante trazado de rayos (ray tracing).
Y no tenemos nada que objetar en absoluto. No cabe duda de que esta tecnología ha llegado a los juegos para quedarse, y es una buena noticia que, por fin, esté a punto de desembarcar en los teléfonos móviles, aunque por el momento solo llegue a los nuevos modelos de Samsung. El PC, Xbox Series X/S y PS5 nos han demostrado que el trazado de rayos puede tener un impacto profundo en nuestra experiencia con algunos videojuegos, pero también tiene un impacto muy importante en el rendimiento de los motores gráficos que lo utilizan.
Lista para poner contra las cuerdas a los smartphones
Durante nuestras pruebas con las tarjetas gráficas de NVIDIA y AMD que nos proponen soporte por hardware de esta innovación hemos comprobado que el estrés al que somete a la lógica gráfica es extraordinariamente intenso. Y esto tiene un precio: la cadencia de imágenes por segundo se resiente de una forma muy clara. Actualmente muchos móviles de gama alta y media incorporan pantallas diseñadas para trabajar a una frecuencia de refresco de hasta 120 Hz. Algunos incluso superan esa cifra (el ROG Phone 5 de ASUS, por ejemplo, alcanza los 144 Hz).
Sacar partido a esas pantallas con los juegos requiere que la lógica gráfica sea capaz de entregarles una cadencia de imágenes estable, y, a ser posible, lo más próxima posible a esas frecuencias de refresco. Y el desafío al que se enfrentará con total seguridad la lógica gráfica de cualquier teléfono móvil cuando deba utilizar el trazado de rayos es exactamente el mismo que está poniendo a prueba desde hace tiempo a las tarjetas gráficas de nuestros ordenadores: sostener una cadencia de imágenes estable y elevada al renderizar parcialmente con ray tracing no es nada fácil.
Afortunadamente, las GPU tienen una aliada muy valiosa: la tecnología de reconstrucción de la imagen. Los procesadores gráficos de AMD utilizan la técnica FidelityFX Super Resolution (FSR), y, aunque ha pasado desapercibida durante el tiempo que ha transcurrido desde la presentación del chip Exynos 2200, no nos cabe ninguna duda de que tendrá un rol protagonista cuando lleguen los primeros juegos diseñados para ofrecernos trazado de rayos en los Galaxy S22.
De lo contrario, y tomando como referencia nuestra experiencia con las tarjetas gráficas para PC, estos móviles difícilmente conseguirán entregarnos un rendimiento con estos videojuegos realmente satisfactorio.
Cabe la posibilidad de que la lógica gráfica Xclipse de los Exynos 2200 con arquitectura RDNA 2 nos sorprenda por su rendimiento, pero, aun así, los smartphones que apuesten por el trazado de rayos, sean de Samsung o de cualquier otra marca, tendrán que apoyarse en las técnicas de reconstrucción de la imagen. Al menos con los juegos más ambiciosos.
Además, la pérdida de detalle que a veces acarrea esta tecnología debería ser menos acusada en la pantalla de un teléfono móvil que en un televisor, un monitor o en la pantalla de un ordenador portátil debido a su inferior tamaño, por lo que recurrir al FSR tiene todo el sentido del mundo (os explicamos con detalle cómo funciona esta tecnología en el artículo que enlazo aquí mismo).
NVIDIA lo tiene fácil para abrirse paso en los móviles y pelear con AMD
La llegada de los gráficos de AMD a los teléfonos móviles pone encima de la mesa la posibilidad de que NVIDIA siga sus pasos. Solo es una hipótesis porque, en realidad, no hay nada confirmado (ni siquiera se ha filtrado nada que apunte en esta dirección), pero no sería extraño que acabe sucediendo. Al fin y al cabo NVIDIA tiene una plataforma gráfica, la de sus chips Tegra X1/X1+, que sobre el papel podría ser integrada con relativa facilidad en un microprocesador con núcleos ARM diseñado para un teléfono móvil.
Además, al igual que AMD, NVIDIA también tiene su propia tecnología de reconstrucción de la imagen: DLSS 2.0. Os hemos hablado de ella muchas veces debido a que la primera versión de esta innovación está disponible desde 2019, y sus últimas revisiones funcionan sorprendentemente bien (la hemos analizado a fondo en el artículo que enlazo aquí mismo).
Su estrategia es muy diferente a la que utiliza FSR, pero, al margen de la forma en que están implementadas estas tecnologías, lo realmente importante es que las técnicas de reconstrucción de la imagen con toda probabilidad tendrán un papel protagonista en los juegos para móviles con trazado de rayos. Posiblemente no tendremos que esperar mucho para comprobarlo.
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