Realme inició su andadura en Europa hace relativamente poco, pero ya han conseguido labrarse un nombre entre las marcas Android con una política más agresiva de precios. La firma china sigue ampliando su catálogo y en esta ocasión lo hacen con un nuevo gama alta, el Realme X50 Pro 5G, su primer smartphone preparado para conectarse a redes de última generación.
El Realme X50 Pro 5G recoge el testigo de modelos previos como el Realme X2 Pro y nos propone un conjunto de especificaciones propias de la gama más alta con otras algo más modestas. Hoy se ha anunciado oficialmente, pero nosotros ya hemos podido probarlo y os traemos nuestras primeras impresiones.
Ficha técnica del Realme X50 Pro
REALME X50 PRO 5G | |
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DIMENSIONES Y PESO | 158,96 x 74,24 x 9,36 mm 207 g |
PANTALLA | Super AMOLED 90Hz 6,44 pulgadas FullHD+ 2.400 x 1.800 HDR10+ Corning Gorilla Glass 5 |
PROCESADOR | Snapdragon 865 7nm Octa-core hasta 2.84GHz GPU Adreno 650 |
RAM | 12 GB LPDDR5 |
CAPACIDAD | 256 GB |
CÁMARAS TRASERAS | Ultra angular: 8 MP, f/2.3 Angular: 64 MP, f/1.8, zoom híbrido 20x Telefoto: 12 MP, f/2.5 Lente B/N para retratos, f/2.4 |
CÁMARAS DELANTERAS | 32 MP f/2.5 + ultra angular 8 MP, f/2.2 |
SOFTWARE | Android 10 + realme UI |
CONECTIVIDAD | 5G, LTE, WiFi ac, Bluetooth 5.1, GPS Dual, minijack 3,5 mm |
BIOMETRÍA | Reconocimiento facial Lector de huellas bajo la pantalla |
BATERÍA | 4.200 mAh Carga rápida 65W USB-C |
PRECIO | Entre 599 y 749 euros |
Un diseño sobrio que sorprende por el motivo equivocado
Lo primero que me llamó la atención al sujetar el Realme X50 Pro 5G por primera vez fue el peso, pero no por ligero, sino lo contrario. No es un móvil excesivamente grande y permite el agarre a una mano con comodidad, pero se siente demasiado pesado para el tamaño que tiene.
Cuando miramos las especificaciones, las sospechas se confirman: el móvil es grueso (9,36 milímetros) y pesa 207 gramos, que no es precisamente peso pluma. Lo siguiente que hice fue comprobar cuánta batería incluye. No es que 4.200 mAh sea una capacidad justa, pero desde luego es escasa para lo contundente que se siente el móvil.
Al margen del peso, tenemos un diseño clásico con todas las esquinas y bordes redondeados (esto ayuda a que el agarre sea cómodo), marco lateral metálico y trasera cubierta de cristal. Aquí destaca el acabado mate que se le ha aplicado al cristal. Resulta agradable al tacto y las huellas no se quedan tan marcadas, aunque he de admitir que en el primer contacto me dio más la sensación de plástico. No es nada malo, pero me llamó la atención.
Otro detalle sobre el diseño de la trasera es que las cámaras están en un módulo vertical alineado a la izquierda. No sobresale mucho, pero sí lo justo para que el móvil se tambalee ligeramente si lo tocamos mientras está en la mesa. Una funda debería solucionar el problema.
Pasamos al frontal y nos encontramos con un buen aprovechamiento. El marco que rodea la pantalla es fino (el inferior es algo más ancho) y el agujero en pantalla para la doble cámara delantera potencia el efecto 'todo pantalla'. La compactación es buena y esto ayuda a que el tamaño no se dispare, pero el grosor y el peso empañan la experiencia.
Hablando de pantalla, tenemos un panel Super AMOLED de 6,44 pulgadas con resolución FullHD+. Durante esta toma de contacto las sensaciones han sido muy buenas. La pantalla tiene un brillo bastante alto, la calibración es neutra (la podemos cambiar en ajustes si queremos más o menos saturación) y no he echado en falta más nitidez.
La pantalla también destaca por la tasa de refresco de 90Hz. Realme incluye un ajuste inteligente que eleva el refresco a 90Hz solo cuando es necesario, pero también podemos ajustarlo manualmente desde ajustes. Personalmente no es algo que note en exceso en el día a día, ahora queda ver si se nota en la autonomía.
Potencia de gama alta
Si hay un aspecto en el que el Realme X50 Pro 5G se mide de tú a tú con los gama alta más punteros del momento, ése es sin duda la potencia. Cuenta con el Snapdragon 865 que incluye el módem X50 para conectarse a redes 5G. Pero además la versión que hemos probado es la de 12 GB de RAM y 256 GB de capacidad, la más completa.
En la toma de contacto, la sensación de fluidez fue constante pese a tratarse de una unidad no definitiva. No notamos lag ni tirones incluso al jugar a PUBG a máxima calidad y la multitarea también se comporta de forma rápida y sin cierres. Falta ponerlo a prueba en más situaciones pero sin duda el rendimiento es uno de los puntos fuertes de este smartphone.
Otro aspecto en el que la rapidez también destaca es la biometría. Tenemos un lector de huellas bajo la pantalla en combinación con un sistema de desbloqueo facial. Basta con levantar el móvil a la altura de la cara para que nos desbloquee y con la huella también es bastante rápido, aunque aquí hay que acertar bien en el área de desbloqueo.
Con respecto al software, la firma estrena realme UI, su nueva capa que se aleja de aquella personalización tan agresiva y apuesta por un Android casi stock. Digo casi porque seguimos teniendo personalización en áreas como la app de cámara o el menú ajustes, pero en general se respeta bastante la experiencia Android, con su cajón de apps que abrimos deslizando hacia arriba y los iconos redondos.
Cuatro cámaras muy versátiles, pero muy distintas
Realme apuesta por la versatilidad en el apartado fotográfico con seis cámaras en total, dos delante y cuatro detrás. Para la cámara trasera tenemos un sensor principal de 64 megapíxeles, acompañado de un ultra angular de 8 megapíxeles, un tele de 12 megapíxeles y un sensor monocromo de ayuda para retratos.
En la toma de contacto hicimos alguna foto y pudimos comprobar que el conjunto resulta muy versátil y nos permite llegar hasta los 20 aumentos, con pérdida de calidad como es esperable. Sin embargo, aunque tenemos un gran rango de focales, pudimos comprobar que hay bastantes inconsistencias entre las distintas lentes. En las imágenes sobre estas líneas podemos ver los resultados por orden del ultra gran angular, el angular (lente principal), telefoto 2x y zoom híbrido 5x.
Sin ampliar ya se aprecian diferencias notables, pero si ampliamos es mucho más evidente, sobre todo entre la lente angular y la principal, tanto en balance de blancos como, sobre todo, en el detalle. La textura de la mesa casi desaparece en la primera imagen. En los ejemplos con zoom el detalle se mantiene mucho mejor y los tonos también guardan más coherencia, aunque el software para minimizar el ruido parece algo agresivo. En el análisis a fondo pondremos a prueba la cámara en más condiciones para ver hasta dónde es capaz de llegar.
Con respecto a las cámaras delanteras, la calidad cae bastante, al menos con luz artificial. La principal nos da imágenes más grandes y tiene un rango dinámico más rico, mientras que la secundaria nos da un ángulo muy amplio pero fotos más pequeñas y con menor calidad.
Realme sigue pisando fuerte
Mientras probaba el nuevo Realme X50 Pro 5G tuve bastantes recuerdos de la prueba del Realme X2 Pro, y es que la firma sigue la misma línea de ofrecer un móvil con alma de flagship y a la vez de gama media a un precio rompedor. Lo que OnePlus bautizó un 'flagship killer'.
La potencia es sin duda el punto que más lo acerca a los móviles más avanzados del momento. Lleva el chip más potente de Qualcomm, hasta 12 GB de RAM y una pantalla de 90Hz. También destaca la batería con carga rápida de 65W que promete la carga completa en 35 minutos. Además, en este modelo renuevan la capa por una mucho más cercana a Android stock y sin nada de bloatware.
Éstas son las luces, pero también hay alguna sombra. El diseño es el aspecto que menos convence por su peso y grosor, así como las inconsistencias entre las distintas lentes que componen su cámara. Pronto las probaremos a fondo en el análisis.
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