Para muchos, el Samsung Galaxy Nexus es el terminal más potente de este año y razones no les faltan. A un hardware realmente puntero se le unen numerosos extras y componentes de alta calidad, y un sistema operativo, Ice Cream Sandwich, que por fín elimina muchos de los problemas de anteriores versiones de Android y que afortunadamente no ha sido mancillado por ningún interfaz o personalización de Samsung ni de operadoras de telefonía.
A lo largo de las partes de este análisis vamos a centrarnos en distintos aspectos del Samsung Galaxy Nexus que hemos tenido ocasión de probar. Cerraremos el especial con la correspondiente autopsia en vídeo a cargo de nuestro compañero Javier. Vamos con ello.
Diseño exterior
El Samsung Galaxy Nexus es un terminal de los grandes. Mide 135.5 × 67.9 × 8.9 mm y pesa 135 gramos. Samsung ha hecho un estupendo trabajo ajustando a tope el espacio alrededor de la pantalla para que resulte lo menos aparatoso posible. Pese a superar en tamaño de pantalla al Motorola Razr (4.65 frente a 4.3) es, por ejemplo, más estrecho y casi tan fino como este.
El diseño ligeramente curvado y que se va estrechando en la parte superior hace que el terminal no sea tan incómodo de llevar en el bolsillo como su tamaño sugiere y mejora el agarre al volcar el peso en la base del terminal, no en la parte superior. Con todo, el Galaxy Nexus está muy en el límite de lo que resulta cómodo en un smartphone y los usuarios con manos más pequeñas tendrán que acostumbrarse a hacer ciertos malabarismos nuevos.
En cuanto a materiales, el Galaxy Nexus exhibe en su parte trasera un material que Samsung ha dado en denominar ‘Hyperskin’. Con permiso del marketing, nosotros preferimos considerarlo más bien un acabado en plástico texturado. Es ligero, es agradable al tacto y no resbala, aunque sigue pareciendo plástico y nos gusta menos que la estética negro piano del Nexus S.
La tapa trasera se fija por presión, como la del Galaxy S II, y se adapta muy bien al contorno para dotar al terminal de su espectacular delgadez, sólo superada por el Razr.
Los botones físicos brillan por su ausencia salvo por el de volumen y el de desbloqueo. Todos los demás se integran en la pantalla táctil. MicroUSB y jack de audio están ubicados en la parte inferior y en el lateral se observan tres contactos por si vamos a usar alguno de los docks que acompañan al teléfono.
Samsung Galaxy Nexus. Pantalla
Samsung se ha aplicado el cuento de que el tamaño sin resolución no sirve de nada y ha dotado al Galaxy Nexus de una espectacular Amoled con una diagonal de 4.65 pulgadas y resolución 720 × 1280 que arroja una densidad de pixel de 316. Sólo hay un móvil en el mercado con más nitidez, y es el iPhone 4S.
La pantalla del Galaxy Nexus es una auténtica gozada. los colores son brillantes, con un excelente ángulo de visión y negros profundos superados sólo por el Nokia Lumia 800. El acabado curvo elimina, además, muchos de los molestos reflejos de pantallas completamente planas. Una cobertura denominada Fortified Glass que durante tiempo hemos confundido con la mítica Gorillaglass pero que los reportes indican que no es tan resistente. Por último, una capa oleofóbica se encarga de proteger la pantalla de mugre con más efectividad.
Cámara
La cámara del Galaxy Nexus es un tanto paradójica. Por una parte, el software que la gestiona se ha mejorado increíblemente. Por otra, basta ver la ubicación de la cámara, en el extremo más delgado, para intuir que la óptica no va a ser tan buena. Efectivamente, su funcionamiento es adecuado, pero no brillante y está a años luz de la cámara del iPhone 4S. Casi parece como si en Google hubieran desistido de intentar competir en el segmento de móviles fotográficos y se hubieran centrado en dotar al Galaxy Nexus de una cámara bien realizada, pero que no asombra.
Con un sensor de 5 megapíxeles (que es más que suficiente para sacar fotos buenas) la cámara del Galaxy Nexus también es capaz de grabar en alta definición 1080p y dispone de autoenfoque táctil, reconocimiento de caras y doble flash LED. No hay botón físico dedicado a la cámara.
La mejor marca de la cámara es la velocidad de obturación, tan rápida que puede calificarse casi de instantánea. Eso la hace especialmente útil en fotos con poca luz. En la otra cara de la moneda, el sistema de enfoque táctil también es rápido (mucho más que el de, por ejemplo, el Razr) pero no es muy preciso. Es frecuente que fotos que parecían enfocadas no lo estén tanto al verlas a tamaño real. Otro tanto ocurre con el balance de blancos, que suele tener problemas en imágenes con áreas muy contrastadas.
Los colores, sin embargo, son muy realistas, tanto que incluso recuerdan a los Nokia en su austeridad. Las fotos probablemente no tengan el mismo ‘efecto wow’ que las del iPhone, que salen bastante maquilladas, aunque siempre es mejor eso que aventurarse con algoritmos chapuceros que destrocen el color como ocurrió con el HTC sensation XL.
La cámara secundaria es de 1.3 megapíxeles y es la que se usa para desbloquear el terminal mediante reconocimiento facial. Tras dedicar unos segundos a que el terminal nos reconozca, este sistema funciona de manera muy cómoda y, sobre todo, rápida, aunque se le pueda engañar con fotos.
GPS y cobertura
El Galaxy Nexus se comporta estupendamente en lo que a calidad de llamadas y antena se refiere. Mantiene la cobertura donde otros terminales la pierden y su enlace de datos funciona sin sobresaltos.
El GPS es otro de los elementos que más se han mejorado. Después de la irritante experiencia que supone usar el GPS en el Samsung Galaxy SII, parece que Samsung ha hecho propósito de enmienda con el Galaxy Nexus. El GPS nos localiza rápido, sin cortes y de manera precisa incluso en zonas donde la cobertura 3G de apoyo brilla por su ausencia.
Dando una vuelta por los bosques de La casa de Campo guiándonos con el Nexus cerramos esta primera entrega del análisis. En la siguiente nos meteremos a fondo con las prestaciones de hardware y, sobre todo de Ice Cream Sandwich, que incorpora no pocas novedades.
Samsung Galaxy Nexus, partes del análisis
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Samsung Galaxy Nexus, análisis (I)
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