SMS, historia y aplicaciones (I)

Hoy en día, los mensajes de texto en los móviles, también conocidos como SMS, están más que implantados en nuestras vidas, sobretodo en las generaciones más jóvenes, aunque no solo en ellas. Será cultural, será porque es menos comprometedor, será por el precio, no lo se, pero el hecho es que desde hace tiempo los SMS se envían en grandes cantidades. Según un estudio, en España se envían cada mes, de media, 50 mensajes de texto.

Vamos a dar un pequeño repaso a la historia de los mensajes de texto y a su evolución.

La idea de permitir enviar pequeños mensajes de texto a los terminales surgió durante el desarrollo de las redes GSM, aproximadamente sobre 1985, y se pensaba como una manera de avisar al usuario, por ejemplo, de llamadas perdidas o mensajes en el buzón de voz. A pesar de eso, ya en los primeros documentos donde se habla de ellos, se define que el terminal podrá tanto enviarlos como recibirlos. El primer mensaje SMS se envía el 3 de diciembre de 1992 en la red GSM de Vodafone en el Reino Unido y se hace a través de un ordenador.

El despegue de esta tecnología es lento al principio, pero posteriormente su crecimiento es exponencial. Si no recuerdo mal, el mayor auge en el crecimiento lo vi en el año 1998, cuando se generalizó bastante el uso de centros de servicios (SMSC) diferentes al que venía preconfigurado por el operador, lo que permitía el envío gratuito de mensajes.

Para entender esto, primero hay que ver como funciona el envío de SMS. El protocolo utiliza una tecnología llamada store-and-go, en la que el usuario envía su mensaje de texto a un SMSC, el centro de servicio, el cual lo guarda y lo intenta enviar al destinatario. No hay ninguna garantía de que este mensaje llegue a su destinatario ni de que lo haga en un tiempo concreto y, aunque habitualmente estos llegan instantáneamente, pueden no llegar nunca o hacerlos con días de retraso, como la mayoría de nosotros habremos podido comprobar alguna vez.

Lamentablemente, el hecho de que solo se puedan enviar 160 caracteres en cada mensaje ha propiciado todo tipo de abreviaturas y truquitos para hacer entrar más palabras en ellos, haciéndolos muchas veces casi incomprensibles. Esto podría haber mejorado con la introducción del texto predictivo, un sistema que hace más fácil la introducción de palabras en el mensaje con el reducido número de teclas que tiene un teléfono. Como el sistema solo acepta palabras que estén en el diccionario es muy difícil escribir abreviaturas, por lo que mucha gente lo tiene desactivado.

En la siguiente entrega, veremos como se han utilizado los SMS para otras funciones distintas de la de enviar mensajes de texto entre móviles y la evolución de los SMS, los MMS.

Más información | Wikipedia.

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