Sony ha informado terminando la semana que va a invertir 1.000 millones de dólares en la producción de una nueva generación de sensores CMOS, destinados a ser utilizados en dispositivos móviles.
La inversión se realiza sobre el Nagasaki Technology Center, ampliando la capacidad de producción de sus plantas a 60.000 wafers (obleas) al mes. El destino de los sensores es tanto para la utilización en productos propios de Sony, como de los numerosos e importantes clientes que mantiene.
Parece claro que Sony no quiere dejar de ser fuerte en terrenos donde ahora mismo es referencia (tiene a Nikon y Apple como clientes), y como prometió Kaz Hirai en su discurso inaugural como CEO, el departamento “Digital Imaging” sería uno de los más potenciados.
Con nuevas técnicas de fabricación que permiten reducir el tamaño y consumo de los nuevos sensores retroiluminados, de los que ya nos estuvieron hablando a principios de año.
Entre sus características encontramos un mejor funcionamiento en condiciones de poca luz, posibilidad de grabar vídeo HDR, y matriz de píxeles con cuatro colores RGBW. Un vídeo de ejemplo con las mejoras en el grabación de vídeo con poca luz:
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