Cuando hablamos de gama alta en Android resulta imposible encontrar un smartphone pequeño. Han ido aumentando de tamaño cada año y parece que las cinco pulgadas, y las pequeñas variaciones alrededor de esa cifra, se han convertido en la referencia. Con sus ventajas e inconvenientes, es un estándar sólido donde sólo unos pocos se atreven a ir a la contra.
Sony ha decidido salirse de esa línea y volver a apostar por un formato de 4 pulgadas con el Sony Xperia Z1 Compact. Hoy hablamos de él, de nuestro análisis y de algo igual de importante: la experiencia de volver a un terminal Android, potente y que se vuelve a usar con una mano sin ningún tipo de problema.
Características técnicas del Sony Xperia Z1 Compact
Sony Xperia Z1 Compact, especificaciones | |
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Dimensiones físicas | 146,8 x 73,3 x 8,2 milímetros, 163 gramos |
Pantalla | IPS LCD de 5,2 pulgadas |
Resolución | 1920 x 1080 píxeles (424 ppp) |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 801 quad-core a 2.3 GHz |
Procesador gráfico | Adreno 330 |
RAM | 2 GB |
Memoria | 16 GB, con microSD |
Versión software | Android 4.3.3 (Jelly Bean) actualizable a 4.4 |
Conectividad | LTE, NFC |
Puertos de expansión | MicroUSB |
Cámaras | 20 megapíxeles, Flash LED (Secundaria de 2.1 MP) |
Batería | 2300 mAh (no extraíble) |
Precio | El precio oficial es de 549 euros. |
Sobre el papel, el Sony Xperia Z1 Compact no viene a descubrirnos nada nuevo. Especificaciones potentes que ya hemos visto en otros muchos smartphones de gama alta y que hacen honor a su nombre: un Z1 compacto. Estamos hablando de un hardware del año pasado que si bien es cierto debutó a finales del 2013 en Japón su paso al resto de mercados no le ha servido para montar lo último de Qualcomm: el Snapdragon 801.
Hay pequeñas diferencias, eso sí, como el hecho de que monte un panel IPS con resolución 720p, que se traduce en una densidad de píxeles excelente aunque algo inferior si la comparamos con el el Sony Xperia Z1. Todos los gama alta actuales van en la dirección del 1080p y aquí el Z1 Compact baja un poco el escalón, aunque se justifica con el tamaño de pantalla.
Nada realmente sorprendente donde la diferencia la marca el tamaño. Sony se convierte así en la marca que más cuida su “mini” buque insignia. Samsung, LG o HTC han aprovechado esta categoría para empacar especificaciones más modesta a, todo sea dicho, un precio más reducido. Sin embargo, este Z1 Compact se convierte en el primer pequeño que entra a pelear con un montón de gigantes.
Sus 2.300 mAh vienen a justificar un terminal algo regordete en el grosor. La cámara se mantiene intacta respecto al Z1. De serie nos encontraremos con Android 4.3 Jelly Bean pero desde el primer segundo podremos descargar la actualización a 4.4 KitKat y tenerlo al día. Ahora que hemos hablado de sus especificaciones, empecemos por el exterior y su diseño.
Sony Xperia Z1 Compact, análisis en vídeo
Diseño
Tras algunos años probando diseños diferentes, con el Sony Xperia Z los japoneses dieron con las claves de un diseño único, bonito y resistente. Es reconocible y este año el Sony Xperia Z2 revalida este lenguaje visual. Cristal, aluminio, una distribución de botones que ya conocemos donde esta vez el botón de encendido tiene menos protagonismo.
Sigue estando ahí, pero la ganancia de grosor hace que sea un elemento que tenga menos peso en el diseño y no sobresalga tanto. Un detalle sin importancia, como la ligera reducción de tamaño en los botones físicos. El botón dedicado a la cámara, un detalle en el que muchísimo fabricantes podrían tener nota, ha disminuido ligeramente pero sigue siendo fácil de pulsar.
En mano el terminal tiene una proporción tamaño peso donde los 137 gramos se dejan notar. Es una cuestión de gustos pero no se puede decir que sea especialmente liviano. Aún así la sensación en mano es perfecta y realmente cómoda. Se han pulido un poco las esquinas, uno de los problemas del Sony Xperia Z1 y el agarre es muy natural y poco sufrido.
El cristal sigue siendo un detalle bonito, pero que no es perfecto: se raya fácil y es un imán de dedos, aunque es cierto que en el verde lima, un color precioso en mi opinión, se notan menos. Sin embargo, sigue siendo un móvil que pide mucho la gamuza para que lo dejemos bien limpio y las pequeñas manchas y marcas de dedos no afeen un terminal realmente bonito.
Para ganar la resistencia al polvo y al agua que tiene, Sony vuelve a recurrir a las compuertas para tapar el puerto microUSB de carga, el lector de tarjetas microSD y la micro SIM. Como en el Z1, el jack está siempre abierto pero convenientemente protegido en caso de que le entre alguno de los elementos mencionados.
Sin embargo, hay algo que marca la diferencia en todo el diseño y es el hecho de volver a utilizar un smartphone de cuatro pulgadas. En mi caso el salto ha sido notable, pero podría haber sido mayor. Viniendo de un Nexus 5 no me ha costado ajustarme a volver a usar un terminal tan pequeño. Al contrario: ha sido fácil y cómodo reencontrarse con un terminal así.
Diseño muy robusto, compacto y donde quizá un poco de dieta no le habría venido mal. Aún así creemos que el peso y las dimensiones están más que justificadas, por el bien de una batería que nunca nos dura lo que nos gustaría. Sony tiene dominado este apartado y sin hacer grandes cambios ha vuelto a crear un terminal que es agradable tanto a la vista como a los ojos. Un gran acierto extender la gama de colores disponibles.
Pantalla
Dejando de lado el tamaño, nos encontramos ante el aspecto más novedoso del Sony Xperia Z1 Compact. Por un lado los japoneses abandonan la tecnología TFT para optar por un panel IPS LCD. Un cambio sustancial que pone de manifiesto que Bravia y Triluminos no terminaban de lucir del todo bien hasta la fecha.
Esto se traduce en colores más vivos, una imagen que no parece que está lavada (uno de los problemas del Z1) y un ángulo de visión casi completo. Mucha luminancia y con una muy buena visibilidad tanto en interiores con poca luz ambiente como en exteriores con muchos reflejos y el sol como fuente principal.
No sorprende pero el trabajo en este apartado es muy sólido. Sony ha sabido arreglar los problemas de las generaciones anteriores y nos trae una pantalla que se ve bien, con una gama de color bastante amplia pero en ningún aspecto resulta puntera. Ahora vamos con otra novedad importante y un poco controvertida: la resolución.
Como ya sabéis, el Sony Xperia Z1 Compact baja del escalón del Full HD para situarse en unos 720x1280 píxeles que en apariencia suponen un paso atrás. Digo supongo porque a la hora de la verdad los 342 píxeles por pulgada nos demuestran que más puntos no son suficiente, aunque sean bienvenidos, para disfrutar leyendo.
No se aprecia una falta de nitidez y es que la densidad es correcta y no se antoja necesario introducir más píxeles en un formato de estas dimensiones. No desluce nada y todo se aprecia con un excelente grado de detalle. Sony ha vuelto a demostrar, como Motorola en su día, que el 720p tiene mucho recorrido en este tamaño.
No nos engañemos, en esas 4,3 pulgadas no vamos a tirarnos horas y horas viendo vídeos ni leyendo textos. Es el propio tamaño de la pantalla que si bien gana en movilidad no anima a que lo usemos como un reproductor multimedia. Cumple bien en este tipo de usos pero no es su principal virtud.
El punto negativo lo ponen los marcos. Excesivamente anchos tanto en los bordes más finos, donde el marco de color ayuda a camuflar ese tamaño, como en la parte inferior y superior. Da la sensación de que Sony podía haber llevado la pantalla más al límite todavía. A veces el panel se hace un poco pequeño en ese cuerpo.
A modo de resumen, una gran pantalla que viene a reivindicar que hay vida más allá del Full HD en terminales más pequeños. El 720p no sólo se hace suficiente sino que la combinación con el panel dan una suma que ofrece mucho valor. Sony da un salto adelante con el que, esperemos, aprendan también para futuros terminales.
Rendimiento y autonomía
En este apartado nos encontramos con una realidad conocida y una sorpresa que a más de uno le gustará leer. Empecemos con lo primero: el rendimiento. Como veíamos en el apartado de especificaciones técnicas, no tenemos nada que no hayamos probado a estas alturas.
Una máquina muy bien engrasada que no da lugar a ningún tipo de dudas, repasemos los datos que da en los sistemas de benchmark más populares:
Sony Xperia Z1 Compact | Sony Xperia Z1 | Nexus 5 | LG G2 | |
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Antutu | 33.316 | 33.380 | 24.208 | 31.893 |
Quadrant | 17.882 | 19.300 | 8.422 | 17.641 |
3DMark | 17.040 | 17.194 | 16.525 | 14.738 |
Cifras altas que se traducen en una experiencia fluida en todo momento. El único punto en el que flojea un poco, todavía, es la velocidad con la que se lanza la cámara. A veces sufre unos ligeros retardos que son bastante incómodos cuando queremos hacer una foto rápida.
Dejando eso de lado, el Sony Xperia Z1 Compact se atreve con cualquier juego y aplicación sin ningún problema. Un muy buen rendimiento pero, de nuevo, un aspecto que no sorprende a estas alturas tanto por la dependencia y el uso masivo de ciertos chips como por lo refinada que está ya la experiencia.
La gran sorpresa la pone la batería. A priori sus 2.300 mAh suenan poco esperanzadores pero tras usarlo a diario como móvil principal de forma intensa sólo un día he tenido que recurrir a una batería externa para aguantar un par de horas. En total, más de seis horas con la pantalla encendida y con una buena optimización por parte del software.
El modo de ahorro de energía sigue presente y sigue siendo un buen añadido para arañarle un poco más de duración al terminal. No se calienta en exceso cuando lo estamos usando a pleno rendimiento. Cumple muy bien y parece que con la actualización a KitKat se ha beneficiado de las mejoras de autonomía que nos prometió Google.
También hay que destacar la pantalla: más pequeña que los terminales con los que solemos hacer las comparaciones de autonomía y con menos puntos que iluminar en el panel. Un aspecto que me ha sorprendido gratamente y que le hace ganar enteros.
Software
Según encendamos el Sony Xperia Z1 Compact por primera vez veremos que por defecto viene con Android 4.3. Por fortuna, podremos actualizar al momento a la nueva versión, algo que es de agradecer no sólo por las novedades que introduce KitKat sino por el pequeño cambio estético que introduce Sony.
Nunca he sido muy amigo de la capa de software de los japoneses, un toque demasiado Playstation, pero he de reconocer que la actualización a la última gran versión de Android les ha servido para pulir muchos aspectos y darle un acabado más refinado: transparencias, barra de notificaciones y controles de energía… Muchos aciertos.
El software es consistente y Sony ha hecho un buen trabajo personalizando Android. Aún así también hay aspectos que no nos convencen como ciertas aplicaciones que vienen preinstaladas. Xperia Lounge y Xperia VIP ayudan a fomentar el ecosistema de promociones y concursos que tienen pero a la hora de la verdad son prescindibles.
Es un acierto que algunas cosas útiles, y que a veces nos olvidamos de instalar, como un conversor de unidades, una grabadora de sonido o una suite de ofimática vengan por defecto. Los nuevos temas para añadir más personalización a la capa de software son un acierto y ya hay bastante variedad para elegir tanto creados por la propia Sony como por usuarios.
Cámara
Si hay algo en lo que sobresale Sony en telefonía es sin duda la cámara. Sin embargo en los últimos años ha vivido en una gran paradoja: son grandes constructores de sensores, pero el software de procesado dejaba mucho que desear. Algo que se ha ido repitiendo modelo tras modelo en los últimos dos años y parece que con el Z1 Compact han dado en la tecla.
Se mantienen los 20 megapíxeles EXMOR RS del Z1 pero se nota mucho que Sony ha trabajado este punto débil. La cámara, ahora, hace grandes fotos que no se ven trituradas por el procesado que hace el smartphone. No hablo sólo de ver las imágenes en la pantalla del móvil sino en sacarlas a un ordenador. Gran trabajo.
El enfoque es rápido y aunque no es perfecta es una solución fotográfica muy a tener en cuenta si no queremos meternos en terminales más específicos como el Nokia Lumia 1020. Los modos de disparo se mantienen respecto al Z1 y el abanico es bastante grande, otra cuestión es que a la hora de la verdad los acabemos utilizando. Honestamente, son más interesantes las aplicaciones de edición que hay en Google Play.
La cámara frontal ofrece buen rendimiento. Ya no sólo se le exige que se comporte bien en las videoconferencias sino que también sea capaz de permitirnos hacer autorretratos con buena calidad. Sony ha corregido su principal talón de Aquiles y ahora, luce con nota en este apartado.
El software con el que viene por defecto con la aplicación de la cámara de Sony es bastante variado y ofrece muchos efectos. Sin embargo, buena parte de este elenco son más una demostración técnica de lo que da de sí el sensor y el procesador más que efectos reales que usaremos muchas veces. Algunos detalles como la realidad aumentada son meras curiosidades pero otros como el escanéo de tarjetas de visitas son realmente útiles.
En este foto, sin procesar, hemos disparado desde exteriores con luz diurna sobre el escaparate de una tienda de iluminación. Con ISO 100 y una apertura de 4,9 enfocando a la bombilla grande vemos que respeta los colores y sólo se nota un poco de ruido en las zonas poco iluminadas del fondo. Los detalles del reflejo de la bombilla se aprecian sin problemas así como los filamentos en el interior.
Foto en interiores, sin procesar, con una luz incandescente en el techo. Con un poco más de ISO (400) y el balance de blancos en automático, vemos que se captan bien los detalles de la crema pero hay un poco de ruido en las zonas más claras como el cono y la pared.
Un pequeño entre gigantes, la opinión de Xataka
Sony ha cubierto con creces un nicho que con el paso del tiempo se ha quedado vacío. Otras marcas han ido aumentado el tamaño de sus tope de gamas y dejando como Minis terminales que lo único que compartían era el nombre y el diseño. Aquí se han andado sin medias tintas y han sido claro: te ofrecemos lo mejor que tenemos en un tamaño más reducido.
El mensaje es claro y la experiencia de uso estos días con el Z1 Compact ha sido excelente. Volver a utilizar un terminal de poco más de cuatro pulgadas lejos de ser un problema se ha convertido en una experiencia muy agradable que nos recuerda que usar el móvil con una mano no es imposible si queremos lo más puntero del momento.
No es un terminal perfecto: los marcos son algo anchos, es algo pesado y todavía hay que mejorar en otros apartados. Sin embargo, es un terminal completamente recomendable para todos aquellos que las cinco pulgadas se les haga excesivas. Este terminal además deja ver que Sony sabe cuáles han sido sus debilidades y que las refuerza para traernos un terminal mucho más completo. No nos olvidaremos de él cuando el Z2 llegue a nosotros.
8,5
A favor
- Potencia en un formato reducido y muy cómodo con una mano
- Las mejoras en el proceso de imágenes en la cámara
- La pantalla, el panel IPS LCD luce muy bien
En contra
- Algo grueso en relación con el tamaño
- Marcos bastante anchos
- Aunque el cristal luce bien, sufre mucho con los arañazos
El terminal ha sido cedido para la prueba por parte de Sony. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas
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