Ya ha comenzado la feria CEATEC y ya nos llegan los primeros dispositivos que destacan en ese encuentro. En este caso se trata de un concepto de teléfono móvil desarrollado por la operadora japonesa Docomo y el fabricante Fujitsu. Como has deducido por el título del post y en parte por la imagen, estamos hablando de un teléfono compuesto de dos partes y que podemos colocar de la manera que mejor nos parezca.
Esa configuración la debemos hacer atendiendo al uso que le vamos a dar a cada una de las partes del terminal, que está compuesto por la parte del teclado físico (que ya no es tal) y la de la pantalla.
La idea detrás de este teléfono modular es que la parte de software y programas vaya integrado en la pantalla, dejando el otro trozo de terminal como encargado de las comunicaciones. Es donde nos encontraríamos con las funciones de comunicaciones por ejemplo.
Con este teléfono no tenemos que ceñirnos a una determinada apariencia. Vamos cambiándola según las necesidades. Si vamos a escribir un correo, colocamos gracias al enganche magnético el teclado de forma horizontal, como si se hubiera deslizado de debajo de la pantalla. Cuando queremos hacer un uso más tradicional del mismo, movemos esa parte a su forma vertical y obtenemos un teléfono de tipo concha.
El enlace entre ambas partes del teléfono modular se realiza por medio de blueototh, por lo que habría que ver la autonomía del conjunto. ¿Una batería en cada módulo? Pues definitivamente sí, porque otro aspecto interesante de este concepto japonés es que cada una de las partes la podemos usar de forma individual. Así conseguimos un reproductor de música o vídeo, o lo que queramos.
Vía | Akihabaranews.