Aunque a veces los llamemos makers o de otras maneras los inventores no han desaparecido pese a que haya incontables empresas centradas en crear productos para cada una de nuestras necesidades. De hecho, nadie atendía a las de esta ingeniera que tuvo que apañárselas para construir su propio teléfono.
Y hay que hablar de teléfono, no de smartphone, porque aunque sea móvil no es ni parecido a lo que hoy conocemos por ese concepto, ni siquiera a un feature phone. Justine Haupt quería, literalmente, la excusa perfecta para no escribir mensajes de texto, y se puso manos a la obra para crear esto tan único y a la par sencillo.
La sencillez como premisa, la NASA como experiencia
Explica Haupt en su web que no se trataba de ser anacrónica, sino de demostrar que es totalmente posible tener un teléfono 100% utilizable sin pantalla táctil. De hecho, considera que vivimos en "un mundo de gente hiperconectada que usa móviles que no controlan o entienden".
Su propuesta: un teléfono con dial rotatorio, como los que había hace décadas, que literalmente le diese una excusa para no escribir mensajes de texto, como decíamos. Con el añadido de que al ser una creación suya (no basada en nada anterior) sería también algo único.
Así, una vez se hizo con los componentes necesarios creó un diseño preliminar sobre un cartón con intención de que fuese un proyecto rápido, aunque luego se lo pensó mejor. Haupt trabaja como ingeniera de instrumentación astronómica en el Brookhaven National Laboratory (en Nueva York), habiendo participado en la construcción de telescopios y misiones avanzadas de la NASA según explicó a Wired, con lo que evidentemente tiene conocimientos de sobra para crear algo electrónico (y tan sencillo) y quiso ir algo más allá.
El invento consiste en un dial rotatorio sobre un circuito que ella misma diseñó y construyó, además de un Arduino, la antena, un transistor Adafruit Fona 3G y una pantalla de tinta electrónica. Además de esto, dispone de algunos botones físicos en los que puede almacenar números, de modo que puede llamar a sus contactos frecuentes con un toque y sin marcar, y unos LEDs que muestran la intensidad de la señal recibida y la batería restante.
De este modo, una vez vio que el invento cumplía expectativas pensó que podría mejorarlo, y trabajó en crear una versión más usable y reparable. Y la que muestra en las fotos es una segunda versión que encajó en una caja impresa en 3D y le permitía poder abrirlo para reparar o cambiar componentes.
Para ella esto sí es un teléfono táctil
Para Haupt se trata de un teléfono "absolutamente táctil" (no se le puede discutir que no interactúes con los dedos para usarlo). Considera que su teléfono es más funcional que los que integran un panel táctil propiamente dicho porque la recepción de la antena es excelente (y permitiría instalar una direccional) y no ha de navegar por menús para encontrar la función de teléfono o para llamar a un contacto favorito.
Algo que pueda apagar claramente (por eso el deslizador y no un botón de encendido) y que permita ser reparado o actualizado de manera sencilla. Y cabe en el bolsillo, como el Samsung Galaxy Z Flip (pero siendo una completa antítesis).
La intención de Haupt es que sea su móvil personal, dado que es perfectamente portable, tiene unas 24 horas de autonomía y llama a sus contactos frecuentes mucho más rápido que antes en su teléfono tipo concha de LG, según contaba también en Wired. Aunque no especifica el modelo, es probable que se tratase de un LG Wine Smart o un modelo similar anterior, que lleva teclado físico pero se fundamenta en una pantalla táctil igualmente.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 19 Comentarios