Teléfonos Android de entrada, qué debemos tener en cuenta a la hora de comprar uno

Android no para de crecer. Cada vez es más habitual verlos en las tiendas y también en el catálogo de las diferentes operadoras móviles. Dada su versatilidad hay smartphones para todos los gustos y colores, esto ha permitido la aparición de una serie de gamas dentro del sistema operativo: gama baja, gama media y gama alta. A veces las líneas entre ellas son un poco difusas pero son fáciles de identificar.

Dentro de la gama media nos encontramos lo que se conoce como smartphones de entrada. Terminales a un precio algo más ajustado e ideales para quienes quieren disfrutar de las virtudes de un teléfono inteligente sin hacer una gran inversión. Sin embargo, ante la gran cantidad de modelos hay una pregunta clave: ¿En qué nos tenemos que fijar? Más allá del precio hay una serie de características que tenemos que tener en cuenta y que os explicaremos a continuación para ayudaros a elegir un buen androide.

El procesador y la memoria RAM

Empecemos por lo fundamental, el corazón que mueve a nuestro smartphone. Olvidémonos por un momento de los doble o cuádruple núcleos. Dentro de la gama de entrada existen móviles con procesador de un núcleo que nos proporcionarán una experiencia más que decente.

Si miramos bien, es fácil encontrar terminales que nos ofrezcan fluidez y no nos dejen tirados. A la hora de fijarnos en la velocidad nuestra recomendación es que miréis al menos terminales con 600MHz, en adelante encontramos procesadores bastante ágiles como el modelo de 1 GHz de segunda generación de Qualcomm.

Quedaos con ese umbral, de los 600MHz a 1GHz. Normalmente la memoria RAM suele ir a la par. Lo recomendable es que al menos tenga más de 250 MB aunque lo recomendable, en mi opinión es que tenga 512 MB. En cualquier caso, la gestión que hace Android es bastante buena por lo que no tendremos que preocuparnos de cerrar procesos para optimizar su uso.

Pantalla, calidad, resolución y tecnología

Seguimos con otro aspecto bastante importante: la pantalla. Aquí entran varios factores, un detalle que puede parecer algo tonto es el tamaño. Recordad que estamos con un terminal táctil y vamos a usar mucho los dedos para movernos por los menús, escribir en el teclado virtual, etc. Aquí va un poco en función de los gustos, hay quienes se encuentran a gusto con las 3,2 pulgadas. A mí personalmente se me antojan algo pequeñas y como mínimo las prefiero de 3,7 en adelante.

Otro detalle importante: evitad la tecnología resistiva siempre que podáis. Aunque algunas pantallas resistivas son decentes por lo general usarlas es bastante frustrante. Se nota mucho la diferencia respecto a la capacitiva, que es la que tenéis que elegir siempre que sea posible.

También tenemos que fijarnos bien en la resolución. Normalmente nos encontraremos con dos formatos, 320×480 píxeles y 480×800. Normalmente el primero va asociado a dispositivos de 3,2 pulgadas y el segundo de 3,5 en adelante.

Tened también en cuenta el ángulo de visión, hay algunos terminales que, en cuanto los giramos un poco la imagen que llega a nuestros ojos desde esa posición apenas se ven.

Por último, es conveniente comprobar el nivel de brillo (en nits). Todos los Android se comportan muy bien cuando hay poca luz. Sin embargo, cuando estamos en un día soleado no todos dan la talla y resulta incómodo ver la pantalla por la cantidad de luz solar reflejada. A las malas, siempre podemos aumentar el brillo y por tanto, consumir más batería.

Memoria interna, porque las tarjetas microSD no son lo único importante

A priori puede parecer un aspecto sin importancia. ¿Para qué queremos memoria interna si podemos ampliarla con tarjetas externas? Porque no todas las aplicaciones de Android se pueden pasar a una tarjeta SD, un problema que a la larga nos puede dar quebraderos.

Cuando consultamos la ficha técnica de un smartphone lo habitual es que nos digan la memoria interna total. Por ejemplo: 512 MB. Sin embargo, no siempre nos dicen cuántos megas de esa memoria son útiles ya que en ese espacio va el sistema operativo y las aplicaciones que vienen por defecto en el terminal.

Mi recomendación es que tenga 512MB o más si puede ser. En esta cifra no tendremos problema pero es posible que si instalamos muchas aplicaciones nos toque hacer malabares. Hay unas cuantas que se pueden pasar a la SD sin problema, por ejemplo la mayoría de los juegos, otras en cambio resulta imposible, aunque hay trucos todo sea dicho.

En busca del valor añadido

Ante tanto terminal Android los fabricantes buscan diferenciarse de algún modo. Ya sea en el diseño o introduciendo alguna tecnología que le de un valor añadido frente a la competencia. En la gama de entrada lo más habitual es encontrarnos como valor añadido los teclados físicos.

Pocos fabricantes introducen grandes tecnologías en esta gama, normalmente esto queda reservado para los Galaxy Nexus y compañía. No por ello el hardware es malo pero la homogeneidad si es que es mayor. En cuanto al software, casi todas las marcas introducen en sus móviles una versión modificada de Android que, además de cambiar la interfaz, cuentan con aplicaciones exclusivas. Algunas muy útiles (como suites de ofimática) y otras un tanto prescindibles que sólo ocuparán memoria.

Actualizaciones de sistema

El tema de las actualizaciones en Android es un poco espinoso. Si bien es cierto que los teléfonos Google (la familia Nexus) reciben las actualizaciones de forma rápida, con el resto de terminales nos encontramos con una realidad diferente. Hay algunos fabricantes que se comprometen y van actualizando poco a poco. Otros en cambio, pasan olímpicamente y tras mucho prometer al final, nada de nada.

Esto no significa que cuando salga una actualización nuestro Android se vuelva inútil, nada de eso. Sin embargo, da rabia ver cómo los smartphones de los demás reciben las novedades y el nuestro se queda en la estacada. Lo mejor es documentarse un poco y seguir la actualidad porque al final, no todas las promesas se cumplen.

Apoyo por parte de la comunidad de desarrolladores

Si nos gusta cacharrear y hacer todo tipo de modificaciones Android es un sistema perfecto para ello. Gracias a las ROMS podemos no sólo cambiar el aspecto de nuestro móvil sino también obtener un mejor rendimiento o usar aplicaciones que normalmente no podemos. Además, no tenemos que preocuparnos de las actualizaciones oficiales.

Si este es nuestro caso, mirad bien algunas comunidades de desarrollo casero como MoDaCo y XDA Developers para ver si el terminal que tenéis en mente cuenta con el apoyo de estos grupos. Normalmente casi todos los smartphones algo reconocidos tienen unas pocas ROMs pero el trabajo, en cuanto a cantidad y calidad, que hay entorno a algunos terminales es simplemente espectacular.

Ofertas puntuales de anteriores terminales de gama alta

Nuestro último consejo se distancia un poco del hardware en sí y va más por las ofertas. Eventualmente, las operadoras ofertan móviles que en su día fueron de gama alta a precios bastante bajo para ir eliminando stock de sus almacenes. De este modo, es fácil encontrarse smartphones como el Galaxy S, el HTC Desire o el Nexus One por poco precio.

Quizá ya no reciban más actualizaciones, los tres mencionados se quedarán en Gingerbread, pero su hardware es potente y nos darán un excelente rendimiento. Por tanto, revisad también este tipo de dispositivos si los veis a buen precio. La gama de entrada en Android es muy interesante pero también nos podemos beneficiar de alguna oferta puntual.

Conclusiones

Como veis, muchos aspectos a tener en cuenta. Quizá muchos decidan su compra en base a elementos estéticos o por un simple impulso. Sin embargo, la experiencia de utilizar Android puede variar mucho de un terminal a otro, dentro de una misma gama se entiende. Si tenéis alguna duda, sugerencia o queréis preguntar algo en concreto podéis hacerlo en los comentarios.

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