Motorola ha vuelto. Cualquiera lo diría si miramos a la compañía que hace tan solo un par de años tenía a su división de teléfonos móviles arrastrándose en el mercado.
Ayer, con la presentación del nuevo Motorola Razr, la empresa americana confirma que ha resurgido de las cenizas definitivamente. Vuelve el Razr, vuelve Motorola.
De Android a Google y tiro porque me toca
Hace un par de años poco quedaba de la compañía que a finales de 2004 asombraba al mundo y la industria con su primer Razr. Cuando nadie lo esperaba, Motorola apostaba por un teléfono en el que primaba el diseño y hacía de su grosor una ofensa para el resto de teléfonos de entonces.
Desde ese momento, el Motorola Razr original se situó en más de 130 millones de bolsillos sin que se notara apenas su presencia. Luego llegaron versiones posteriores que se consolidaban aunque sin alcanzar las cifras de ventas del modelo original.
Pero como una maldición, la compañía ya nunca supo salir de debajo de la sompra de su Razr. Y con los nuevos teléfonos que llegaban al mercado presumiendo también de estilo y nuevas pantallas táctiles, ellos se diluían sin ser capaces de ofrecer otro teléfono franquicia.
En el final estaban cuando adoptaron Android como el naúfrago que se aferra a un trozo de madera flotante a la deriva. Desde ese momento su resurgir ha ido confirmándose con paso firme con la ayuda inestimable de un cartel renovado en EEUU, su gran mercado, y la apuesta por teléfonos diferentes a los de la compañía.
El Motorola Milestone marcaba el pistoletazo de salida para la empresa entre los smartphones y ya no se ha detenido en esa carrara. Ahí tenemos los resistentes como el Motorola Defy o el mismísimo Atrix, alumno avanzado en eso de ver el teléfono como algo más. Y en eso que llegó Google.
Teléfonos Android. Sí, pero únicos
Con el nuevo Motorola Razr confirman que han vuelto para quedarse. Lo hacen además plantando cara al mismísimo Galaxy SII, el rey del territorio Android, al que de entrada deja en ridículo en aspectos como el grosor o la calidad de materiales.
En el Motorola Razr no hay dudas: metal y hasta kevlar para lograr una carcasa fina pero que no de la sensación de fragilidad, como pasa con la tapa de batería del Galaxy SII de Samsung.
El Motorola Razr dará mucho que hablar en los próximos meses, especialmente cuando acoja Android 4.0, que no dudamos que lo hará muy pronto. Porque si algo le va mal, nunca hay que olvidar que la mano amiga de Google se posará en su hombro. Y no es una mano cualquiera.
Ver 31 comentarios