Si mucho margen por delante pues daría demasiada ventaja a sus competidores, Microsoft ha confirmado en la feria de Las Vegas que su próxima versión de Windows, el esperado y supuestamente llamado Windows 8, podrá ejecutarse en dispositivos con arquitectura SoC.
¿En qué se traduce esto? Pues directamente significa que los chips con más futuro, los de los dispositivos móviles como ARM y que ahora controlan Nvidia, Qualcomm o Texas Instruments, podrán formar parte de los gadgets que funcionen con Windows 8. Precisamente esta migración del clásico Windows ha contado con el apoyo de estos fabricantes, que seguro que ven a Microsoft como la gallina de los huevos de oro.
Pese al posible conflicto que se crearía entre Windows Phone 7 y el futuro Windows 8, Microsoft afirma que no habrá problemas, como tampoco con Intel o AMD, que deben estar poniendo sus barbas a remojo.
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