Utiliza los miles de kilómetros de vías existentes para funcionar, y esa es la principal diferencia con otros sistemas como Hyperloop o los maglev
Llevamos años leyendo sobre los trenes de levitación magnética y, tras bastante tiempo en el que todo lo que veíamos se reducía a pruebas de unos pocos kilómetros (como el Maglev LO Series que va a más de 600 km/h y podrá llevar pasajeros en 2027), poco a poco vamos viendo otras implementaciones. Un ejemplo es el Xingguo, un maglev colgante, pero también ideas como el IronLev que ya se está probando en Italia.
Y no necesita ni tubos ni una infraestructura bestial, ya que puede ir por los miles de kilómetros de vías que ya están desplegados.
Testigos de Hyperloop. Cuando hablamos de levitación magnética, tenemos tres tecnologías principales. Por un lado, el Hyperloop de Elon Musk con una empresa llamada Hyperloop One que se mostró de lo más interesada, pero que terminó cerrando en diciembre de 2023. Eso se basa en la levitación magnética dentro de tubos sellados para ir a más de 1.000 kilómetros por hora.
Por otro lado tenemos los maglev, sistemas de levitación magnética que pueden ir a más de 600 kilómetros por hora y que necesitan unas vías especiales para generar ese campo magnético que lo mantenga en suspensión. Los países asiáticos están muy interesados en esto, con una China que sigue haciendo pruebas y un Japón que sigue afinando su LO Series. El tercer sistema en discordia es el de IronLev, y es un sistema perfecto para Europa.
La clave está en las vías. Algo que caracteriza a Europa es la vasta infraestructura ferroviaria que tienen prácticamente todos sus países. Independientemente de su orografía, países como España, Italia, Francia, Bélgica o Alemania, por poner unos ejemplos, cuentan con una rica red ferroviaria que se extiende a lo largo de miles de kilómetros y que ya conecta cientos de poblaciones.
La velocidad de esos trenes o el alcance de la alta velocidad es otro tema, pero la clave aquí es que hay miles de kilómetros de vía desplegados por todo el continente y el sistema IronLev no necesita que se tiendan nuevas vías. El motivo es que combina la tecnología de levitación magnética en las vías ya existentes.
Levitación magnética pasiva. A diferencia de otros sistemas de levitación magnética que necesitan un impulso inicial, constante o los mencionados tubos para que no haya fricción de aire, lo especial del sistema del IronLev es la levitación magnética pasiva. Esto significa que no hay que recurrir a la electricidad para mantener la levitación y se consigue creando una especie de bolsa de aire entre los 'patines' del tren y los carriles de la vía.
Patines en ∩. Y esto no es teoría, ya que la empresa IronLev es la que ha probado este sistema en el marco de la LetExpo2024, una feria de transporte y logística sostenible que se celebró hace unos días en Italia. De hecho, el sistema está fabricado en Italia y la clave está en los patines.
Tienen la forma de una 'U' invertida que envuelve los carriles de la vía y, al no haber fricción, no hay ruido o vibraciones. Al tener esa forma, con ese principio de la levitación magnética pasiva, el tren queda suspendido sin que se tenga que aplicar electricidad porque el sistema de IronLev utiliza un sistema magnético que interactúa con la propiedad ferromagnética del metal de las vías.
Hasta 500 km/h. Este IronLev se ha probado en dos kilómetros de la ruta Adria-Mestre y la velocidad se limitó a 70 kilómetros por hora para un vehículo de una tonelada. La próxima prueba se realizará dentro de dos años con un vagón de 20 toneladas a una velocidad de 200 kilómetros por hora. La velocidad máxima teórica de este sistema pasivo es de 500 kilómetros por hora, muy superior a la alta velocidad actual y con una velocidad pico similar a la del sistema maglev, pero con la ventaja de que no hay que construir nuevas vías.
"Algunos de nuestros competidores han realizado pruebas en pistas construidas específicamente para acomodar un vehículo de levitación magnética. Nosotros hemos demostrado que el nuestro puede levitar en una pista existente", ha comentado Adriano Girotto, presidente de IronLev, a Reuters.
Más sostenible. Algo muy interesante del sistema es que es más sostenible tanto con el medio ambiente como con los propios elementos del tren. Como hace menos ruido, se molesta menos tanto a viviendas cercanas a vías como a la fauna y, al no necesitar electricidad para mantener el sistema magnético, el consumo también es menor. Además, como las piezas están suspendidas, la vibración no perjudica a los vagones y no hay un desgaste en elementos que rocen con las vías, haciendo que el mantenimiento sea más sencillo.
Movilidad urbana. Y al final, la principal ventaja es la de poder utilizar los miles de kilómetros de vías para introducir un nuevo tipo de tren más sostenible, rápido y agradable. Esto es algo que puede tener otras implicaciones, como los sistemas de metro y cercanías, pero hay otras aplicaciones que ya utilizan en IronLev, como el movimiento de cargas pesadas en entornos industriales o ascensores, pero también es algo interesante para montañas rusas.
Eso sí, IronLev es una empresa que no sólo hace trenes, sino que también está intentando aplicar la levitación magnética con este mismo sistema de levitación a los coches.
Imágenes | IronLev
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