Ayer, lunes 21 de marzo, entraron en vigor los últimos cambios en la Ley Sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Entre ellas, nuevas redacciones que afectan a los patinetes, a una nueva tasa 0,0 para los menores de edad y, sobre todo, al uso del teléfono móvil y el cinturón de seguridad. Pero también a la velocidad, uno de los grandes perseguidos por la DGT en los últimos años.
Adiós al margen. Una de las medidas que más polémica ha levantado es la eliminación del margen para adelantar de 20 km/h en carreteras secundarias. Es decir, a partir de ahora, la velocidad máxima de todas estas vías será de 90 km/h, independientemente de si se está o no adelantando. Superar este límite conllevará una multa de 100 euros por exceso de velocidad sin detracción de puntos.
Más peligroso. Los principales críticos con la medida introducida por la DGT aseguran que adelantar en una secundaria es más peligroso sin este margen. Lo cierto es que circular a 20 km/h permite recorrer 5,55 metros cada segundo. En una maniobra que apenas conllevara cinco segundos de adelantamiento, antes se podían recorrer 27 metros más y, por tanto, terminar antes la maniobra.
ES UN ERROR>> Pensamos pedir esos informes científicos y los estudios del coste económico de la señalización que habrá que modificar https://t.co/qoO2M5RUbW pic.twitter.com/TE9XOMH0LI
— AEA (@aeaclub) April 8, 2021
Necesariamente innecesaria. Los defensores de la medida han sostenido que el margen para adelantar incita a realizar esta maniobra y que, si un vehículo ya circula a 90 km/h (el límite máximo), no es necesario hacerla. Si bien esto es cierto, hay que recordar que camiones, furgonetas o autocaravanas de más de 3.500 kg de peso están limitados a 80 km/h. En este caso, el tiempo para adelantar se multiplica pues, por cada segundo, a 110 km/h se recorrerían ocho metros más que a 80 km/h, por los 2,775 metros de más que se recorren cada segundo a 90 km/h.
Más control. Otra de las críticas recurrentes que se ha hecho a esta medida es que su aplicación facilitará la instalación de radares de tramo. En declaraciones recogidas por El Mundo, Pere Navarro, director de la DGT, lo ha reconocido, asegurando que eliminar el margen "puede favorecer en el futuro la instalación de más radares de tramo, más justos que los que están en un solo punto".
Hay que tener en cuenta que hasta ahora, si un radar de tramo situado en una vía secundaria multaba a un conductor por circular entre 90 y 110 km/h, éste podría alegar que había realizado uno o más adelantamientos, lo que facilitaría seguir adelante con el recurso de la multa. Ahora, esa posibilidad se pierde.
Centro del debate. No es la primera vez que la velocidad centra el debate entorno a la DGT. Hace unas semanas el propio Navarro aseguraba que era partidario de limitar la velocidad en los coches y que el exceso de la misma sólo te podía llevar a la cárcel. Además, en enero de 2019 se redujo a 90 km/h la velocidad en todas las vías secundarias. En total, se vieron afectados por el cambio más de 10.000 kilómetros de carreteras.
Los datos. Pero, ¿cómo de peligrosas son las carreteras secundarias? Según datos de la DGT, siete de cada diez fallecidos en accidentes de tráfico pierden la vida en carreteras secundarias. Entre 2009 y 2018, hasta 10.500 personas fenecieron en estas carreteras.
Sin embargo, la salida de la vía es la consecuencia más habitual de muertes en estas carreteras (37%). Le siguen los accidentes frontales y frontolaterales (23,5%) que, sin embargo, son el tipo de choque en el que es más difícil sobrevivir. Según Fesvial, las posibilidades de fallecer en un choque frontal a 80 km/h es del 65% y es prácticamente imposible sobrevivir si éste se produce a velocidades de entre 105 y 110 km/h en adelante. Según la DGT, el 72% de los conductores admite superar los límites máximos permitidos en este tipo de carreteras.
Foto | Carlos González León
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