A Francia le está costando implantar la bicicleta. Solución: pagar 4.000 euros por abandonar el coche

El Gobierno francés se ha puesto serio sobre políticas para combatir la contaminación, algo que en primer lugar quieren llevar a cabo con una reducción de los vuelos en jets privados que tanto contaminan.

Pero no es la única política reciente que persigue atajar el problema. Desde el Elíseo también quieren que el ciudadanos de a pie se implique en la reducción de emisiones, y una de las grandes medidas que han tomado es ofrecer dinero a quien abandone su coche por una bicicleta eléctrica.

El año pasado ya introdujeron una ayuda, y ahora han incrementado las cantidades a percibir. Así, los ciudadanos que pertenezcan a hogares de rentas bajas y vivan en zonas de bajas emisiones (equivalente a Madrid Central, por ejemplo), podrán conseguir 4.000 euros si dejan atrás su coche.

A medida que los hogares cuentan con más ingresos, la cantidad a recibir por el intercambio es menor, como veremos. Esto es algo algo que muchas personas celebrarían en España, pues los planes de incentivos para comprar coches eléctricos o de pocas emisiones no suelen tener en cuenta la renta. También tienen en cuenta los ingresos a la hora de recibir ayudas por renovar un coche, aunque no a la hora de comprar desde cero.

Francia quiere que un 9% de la población vaya con bici dentro de dos años. No parece que vaya a cumplirse

En 2018, un 3% de la población francesa utilizaba la bicicleta como medio de transporte principal. Una cifra que estaba lejos de países como Países Bajos, que llega al 27%. Así, la idea del Gobierno es acercarse a países como aquel, Alemania o Dinamarca. ¿El objetivo marcado hace cuatro años en su Plan Vélo?

Pasar de ese 3% de 2018 al 9% en 2024, cuando París sea sede de los Juegos Olímpicos. Con medidas como esta, llevan cuatro años intentando conseguirlo. No obstante, no está muy claro que puedan conseguirlo. Según FranceInfo, de momento la bicicleta solamente se lleva un 4% de los viajes diarios.

Es decir, que tras muchos buenos intentos e inversiones millonarias en infraestructuras en, por ejemplo, París, el uso sigue sin crecer significativamente. O al menos, como el Gobierno querría. La la Federación Francesa de Usuarios de Bicicletas (FUB) celebró la llegadas de nuevas medidas, pero cuestiona precisamente el asunto de que la ayuda dependa de la renta: "¿Por qué solo una parte de la población podría beneficiarse de él [el bono], cuando el descuento en el combustible es para todos, incluidas las clases adineradas?".

Pese a que la cifra del objetivo estatal no ha crecido tanto como se esperaba, el Gobierno afirma que desde 2008 el uso se ha duplicado tres veces. Según números de la asociación Vélo et Territoires, en el primer semestre de 2022 se ha registrado un 38% más de viajes en bicicleta que en 2019.

Requisitos en base a la renta

Como cuentan en la web del Gobierno, ahora existen en Francia ayudas de 150 euros para la compra de una bicicleta tradicional (para ingresos por unidad iguales o inferiores a 6.300 euros o para discapacitados). Luego, existen ayudas de 400 a 2000 euros para compras de bicicletas eléctricas para unidades fiscales inferiores a 13.489 euros. Para llegar a los 2.000, hay que comprar una bicicleta de carga, adaptada a discapacitados o plegables.

El plan tiene condiciones como que los coches sean anteriores a 2006 o 2011, y que demuestres posesión desde hace un año o más

Por último, por desechar coches o furgonetas anteriores a 2006 en motores de gasolina, y anteriores a 2011 para diésel, que se hayan tenido durante más de un año, independientemente del nivel de ingresos, el Gobierno pagará hasta 1.500 euros por persona de la familia que la pida.

Si los ingresos de la unidad fiscal son inferiores a 6.300 euros, la prima puede alcanzar 3.000 euros. Y al vivir en una zona de bajas emisiones, la prima puede alcanzar 4.000 euros .Anteriormente, solo se ayudaba una vez a la unidad familiar, mientras que con el nuevo plan, cada persona de la familia puede solicitar la prima de conversión por despedir al coche.

En países como Lituania, donde una medida como esta entró en vigor en 2020, los intercambios superaron las expectativas, agotando rápidamente el presupuesto inicial, pese a que lo que se entregaba eran 1.000 euros por dejar el coche (aunque ese dinero también contemplaba patinetes eléctricos, bicicletas, scooters eléctricas o bonos de transporte, no solo las segundas).

Vía | The Verge

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