Algunas ciudades chinas están ahogadas por su propia deuda pero han encontrado la solución: falsificar multas de tráfico

  • Nueve funcionarios (cuatro de ellos de Tráfico) han sido acusados de inventarse el 90% de las multas de una ciudad

  • Las ciudades chinas que basaron su crecimiento en el mercado inmobiliario se encuentran ahora en problemas

G Shan Ohrbtbya7fo Unsplash
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Las multas de tráfico siempre han tenido que lidiar con un estigma: solo valen para financiar las instituciones. Un paseo por cualquier post de la DGT en redes sociales demuestra que la opinión está muy extendida. Pese a ello, en España el dinero de las multas de tráfico debe ir destinado a la prevención de accidentes y ayudar a las víctimas de tráfico.

Pero no en todos los sitios se utilizan de la misma manera las sanciones. En Estados Unidos, por ejemplo, algunos consistorios han abusado de estos castigos económicos hasta el punto de basar su financiación en imponer multas a discreción contra los conductores.

En Fenton (Luisiana), las multas de tráfico conseguían recaudar más del 90% del presupuesto de la localidad. En un lugar donde apenas viven poco más de 200 vecinos se recaudó en solo un año 1,3 millones de dólares. Las particularidades jurídicas de algunos estados permitieron que esta y un puñado más de pueblos estadounidenses basaran gran parte de su presupuesto en la persecución al conductor.

Y aunque dos Estados pueden estar enfrentados, la pillería es transversal a los mismos. Esto es lo que ha sucedido con Estados Unidos y China. En el país asiático, una localidad ha sido acusada de hinchar sus ingresos multando a discreción a los conductores.

O, al menos, eso es lo que quisieron simular.

Hinchar las cuentas con multas de tráfico

Según explican en South Morning China Post, algunos gobiernos locales han estado altamente presionados en los últimos meses por deudas altísimas. La mayoría de ellos se han encontrado con un problema inmobiliario que les ha impedido cuadrar las cuentas.

La agencia de calificación estadounidense Moody's Investors Service señalaba que, desde septiembre de 2023, hasta 17 gobiernos provinciales chinos tuvieron que lanzar bonos especiales de refinanciación para pagar las deudas contraídas.

Y para tratar de conseguir una financiación que parecía imposible de atrapar, un condado en el norte de China ha sido acusado de falsificar el 93% de las sanciones impuestas durante el último año. Con el objetivo de recuperar parte del dinero para calmar su deuda, se inventaron 1.964 de las 2.099 multas impuestas en 2023.

La cifra llega como resultado de una investigación al Gobierno local, después de que algunos de los acusados denunciaran que se les estaban atribuyendo unas multas que no les correspondían. El conductor de un camión, por ejemplo, fue acusado de contaminar la carretera y castigado con una multa de 500 yuanes (unos 65 euros). La multa, sin embargo, nunca le llegó de manera oficial.

La artimaña, sin embargo, fue fácilmente desmontada y cuentan en el SMCP que se ha llevado por delante a cuatro funcionarios de tráfico y otros cinco altos funcionarios de la localidad. A los acusados se les cobraba la multa pero nunca se les entregaba la sanción de manera oficial. Esto era porque la multa era inventada.

A la hora de interponer una denuncia de tráfico, en China es obligatorio que el acusado firme la notificación e imprima su huella dactilar en la misma. La investigación demostró que más del 90% de las multas impuestas no eran reales y que, por tanto, la localidad se había enriquecido ilegalmente.

En The Economist van un paso más allá y creen que este hecho es un síntoma de los problemas que está teniendo el país para que sus entidades locales se financien y las dificultades que el Estado está teniendo para que éstas salgan adelante, entregando créditos blandos. Aseguran, de hecho, que entre 2021 y 2023 los ingresos "no fiscales" las entidades locales chinas crecieron en un 20%.

Entre estos ingresos "no fiscales" destacan la invención de estas multas pero, también, la aplicación de castigos desproporcionados, como el recogido por Bloomberg el pasado verano. Según el diario económico, un restaurante fue multado con 5.000 yuanes (más de 640 euros) por servir pepino sin tener la licencia adecuada.

Foto | g shan

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