La explosión de los vehículos de movilidad personal ha provocado un aumento del estrés al caminar por las aceras. Patinetes, segways, monociclos y hasta las bicicletas han aflorado por un espacio que es exclusivo para el peatón y en el que está castigado con multa circular por él. Bird, ha diseñado una tecnología para frenar estos comportamientos.
La empresa de micromovilidad, que tiene disponibles patinetes de uso compartido en ciudades como Madrid, Zaragoza o Málaga, entre otras ciudades, ha presentado una interesante tecnología que ya hemos podido ver en funcionamiento y que esperan aplicar muy pronto en sus propios patinetes: Smart Sidewalk Protection.
El funcionamiento es muy sencillo, el patinete monitoriza el recorrido del pasajero a bordo y detecta cuándo abandona un carril bici o la calzada y se adentra en la acera o circula por una zona peatonal. En cuestión de unos pocos segundos, el patinete desactiva el acelerador, frena suavemente e impide seguir circulando por este espacio. Si se devuelve a un lugar habilitado para su circulación (calzada o carril bici) el patinete vuelve a funcionar.
Para conseguirlo el patinete utiliza el posicionamiento GPS y mapas de la ciudad guardados en la propia memoria del vehículo. Así, es capaz de detectar muy pronto (en las pruebas dejaba de acelerar en apenas dos o tres segundos) cuándo el pasajero da el salto a la acera. Para aplicar la tecnología es necesario hacer un mapeado exhaustivo del área donde el patinete puede circular. Cogiendo los datos de distintos proveedores, se establecen fronteras claras para su uso, lo que determina dónde puede y dónde no moverse el patinete.
Además, el mismo procedimiento que se aplica en la acera se puede implementar para prohibir a un patinete circular en dirección contraria o en vías limitadas a 50 km/h. "Todo consiste en aplicar más y más capas en el mapa. Una vez que se han obtenido los datos de las calles, es muy sencillo", nos señalaron los técnicos de Bird.
Cuestión de madurez
Durante las demostraciones, en la calle Alcalá madrileña, se repitieron las escenas en las que patinetes y ciclistas se movían por las aceras, lo que dio pie a una interesante charla con Marta Alonso, directora general de gestión y vigilancia de la circulación del Ayuntamiento de Madrid, María Dolores Ortiz, directora general de planificación e infraestructuras de movilidad, Susana Gómez, subdirectora adjunta de vehículos de la Dirección General de Tráfico y Teófilo de Luis, presidente de la Alianza por la Seguridad Vial.
Durante la misma, se puso sobre la mesa la necesidad de crear una infraestructura segura para los vehículos de movilidad personal pues, en palabras de Javier Aparicio, Responsable de Relaciones Gubernamentales y Comunicación de Bird para España, si un ciclista o un usuario de un vehículo de movilidad personal va por la acera "es porque no se siente seguro en la calzada".
Personalmente, comparto parte de esa afirmación, aunque no toda ella. Estoy más cerca de la posición de Teófilo de Luis, quien reclamó mayores campañas de sensibilización a la DGT y a los responsables del Ayuntamiento de Madrid. "En unos pocos metros he visto un patinete que circulaba por la acera y otro por el Paseo de Recoletos (una de las vías con mayor volumen de tráfico de Madrid) en el que iban subidos dos chicos".
A este respecto, Javier Aparicio apuntó a una madurez creciente de los usuarios con el paso del tiempo. Preguntado por un posible abandono de la plataforma en caso de aplicar este sistema por otra compañía con servicios menos restrictivos, Aparicio señaló que confían en sus clientes. "Ya impedimos aparcar nuestros patinetes fuera de los espacios habilitados por el Ayuntamiento y no hemos detectado un abandono en la plataforma por ello". Asegura que todo es cuestión de madurez y que ofreciendo los recursos necesarios, el usuario acaba por mejorar el uso del vehículo.
Vigilados de cerca
No es extraño que la tecnología de Bird haya despertado el interés de la DGT o del Ayuntamiento de Madrid. Lo cierto es que los vehículos de movilidad personal se han convertido en muy poco tiempo en una interesante alternativa no contaminante para moverse por las ciudades. Pero también en un problema para unas urbes que no estaban preparadas para ello.
Para regularlos, la DGT ha publicado el Nuevo Manual de Características Técnicas de los Vehículos de Movilidad Personal. En este documento se especifican los requisitos que tendrán que cumplir los patinetes y otros vehículos para poder circular y ser vendidos en nuestro país.
Los datos apuntan a que en España hay alrededor de un millón de patinetes, lo que ha provocado un sensible aumento de los accidentes, heridos y fallecidos. En 2020 murieron ocho personas en accidentes en los que un patinete estaba implicado, 97 heridos fueron hospitalizados y otras 1.097 personas fueron heridas, aunque no requirieron hospitalización.
De hecho, la DGT ya ha apuntado a que será necesario un seguro para circular con un patinete eléctrico, además de contar con un certificado a la vista a partir de 2024, lo que dará validez de que el patinete no puede circular a más de 25 km/h o que cuenta con sistemas antimanipulación o luz de freno, entre otros requisitos.
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 37 Comentarios