Una de las fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero que más rápido está creciendo es la de la aviación comercial. Cambiar la dinámica de esta industria, según reconoce la Comisión Europea y otros órganos legislativos a nivel global, es muy importante para reducir los devastadores efectos del cambio climático.
Ante este escenario, muchas aerolíneas han anunciado sus intenciones de alcanzar la neutralidad de carbono o cero emisiones netas para los próximos años. Si bien esto puede resultar muy prometedor sobre el papel, conseguirlo es una historia que requiere del desarrollo (y de la viabilidad) de nuevos aviones y sistemas de propulsión.
Bombardier sienta las bases de sus aviones de próxima generación
La canadiense Bombardier se sumó hace unos años al club de las compañías que están intentando crear aeronaves de nueva generación cuya operación reduzca su impacto en el medio ambiente. El proyecto líder de EcoJet ha sido denominado EcoJet, y acaba de dar un importante paso para que esos futuros aviones puedan hacerse realidad.
Recientemente se ha completado la primera etapa de EcoJet, que ha consistido en probar un modelo de un avión de fuselaje mixto (que combina las características de los de fuselaje estrecho con los de fuselaje ancho) del tamaño de aproximadamente el 7% de un “business jet” o pequeños aviones comerciales para transporte privado.
El vuelo de este avión, qué técnicamente ha sido un vehículo aéreo no tripulado, le ha servido a la compañía para hacer pruebas de aerodinámica y comprobar que su nueva arquitectura de diseño, que incluye un sistema de ala transónica de nueva generación, está yendo por buen camino. Con este logro, está lista para dar inicio a la segunda etapa del proyecto.
La siguiente fase de EcoJet consistirá en volar un modelo a mayor escala del avión, aunque todavía no tripulado. La aeronave no solo será más grande, sino que incorporará otros elementos tecnológicos dentro de su fuselaje que apuntan construir los aviones comerciales del futuro que será requeridos por las aerolíneas que buscan la sostenibilidad.
Como podemos ver, el proyecto todavía tiene un largo camino que recorrer, pero Bombardier ya se anima a proyectar que su tecnología podría ser capaz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 50%. Eso sí, todavía hay algunas preguntas por responder en relación al proyecto, por ejemplo, qué combustible utilizará.
Airbus, por ejemplo, está apostando por hacer funcionar sus aviones con combustible sostenible de aviación (SAF), una alternativa que no requiere cambiar las turbinas de las aeronaves y que reduce las emisiones de CO2. En escena, recordemos, también está el avión eléctrico e incluso el avión solar. Con el tiempo sabremos cuáles proyectos triunfarán.
Imágenes: Bombardier
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