La búsqueda de litio está cerca de convertirse en la nueva "fiebre del oro". La adopción masiva del coche eléctrico, bien por una demanda del mismo o por un impulso político del mismo, está provocando que las firmas de coches estén inmersas en una agonizante carrera por asegurarse el suministro de baterías para sus coches eléctricos.
En esta carrera, la dependencia asiática puede marcar el futuro de la industria. Según recoge Neomotor, en 2021 apenas el 1,19% de las baterías fabricadas para coches eléctricos las habían producido empresas europeas o canadienses. CATL (con una producción del 32,16%), LG (20,3%) y Panasonic (12,2%) demuestran que la industria ha mirado a China, Corea del Sur y Japón en primer lugar. De momento, Asia ha dado el primer golpe encima de la mesa.
Pero las previsiones de una adopción masiva del coche eléctrico preocupa a los fabricantes, que no aseguran poder abastecer con su oferta toda la demanda esperada. Es algo en lo que ha hecho hincapié Elon Musk o Carlos Tavares, CEO de Stellantis, de ahí que las marcas estén buscando alternativas a marchas forzadas.
Algunas de ellas están optando por eliminar intermediarios y asociarse con empresas de minería para garantizar sus recursos de litio, un bien que, de momento, es escaso en su oferta. Otras, como Volkswagen o Mercedes, han preferido desmarcarse y planean fabricar sus propias baterías para no depender de terceros. En esta decisión, Canadá quiere ofrecerse como un suministrador de litio y ya ha firmado un acuerdo con ambas empresas.
Canadá, la veta por explotar
Canadá está por detrás de Australia, Chile, Argentina y, por supuesto, China cuando hablamos de explotar litio, níquel o cobalto, entre otros materiales. Pero el potencial del país es tal que, incluso, líderes sindicales han propuesto aislar a Estados Unidos de su mercado de estos minerales como medida de presión para mejorar su posición en el mercado mundial.
No es de extrañar, por tanto, que Volkswagen y Mercedes hayan firmado con Canadá para asegurarse un futuro suministro de litio. El país está endureciendo los requisitos para dificultar que empresas extranjeras accedan a sus reservas. Tentativas que ya ha cumplido la propia CATL, quien compró Millennial Lithium Corp. (empresa canadiense) en septiembre del pasado año por valor de casi 300 millones de dólares. También Neo Lithium ha estado en el punto de mira chino.
Y no sólo productores de baterías miran a Canadá. Imperial Oil Limited, una de las empresas más importantes en la extracción y refinamiento del petróleo también se ha aliado con E3 Lithium para la extracción de litio en Alberta. Los medios americanos, como Bloomberg, también se hacen eco de que los fabricantes de su país tienen puesto el ojo en Canadá y, de hecho, Volkswagen utilizará los recursos allí extraídos para las fábricas de baterías que aspira a construir en Estados Unidos.
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