Cataluña se ha quedado sin parte de sus Rodalies por un robo de cobre. Y nadie sabe muy bien a qué obedece

Las autoridades han tenido que activar un plan de transporte tras sufrir un robo de cable el domingo

Cataluña amanece con doble resaca. La electoral. Y la derivada del robo de cobre registrado el domingo de madrugada en un punto clave de la red de Rodalies, lo que generó ayer un enorme lío en el transporte público que dura aún hoy y podría prolongar sus consecuencias durante una buena temporada. La primera resaca, la que sale de las urnas, ha dejado un escenario plagado de incógnitas sobre posibles pactos y estrategias políticas. La segunda, la provocada por los ladrones de cobre, también deja su buena dosis de interrogantes: ¿Cómo ha podido ocurrir? Y sobre todo, como ya se deslizaba ayer: ¿Se trata de algo más que un simple robo?

¿Qué ha ocurrido? ¿Y cuáles son sus consecuencias?

40 metros de cable. Eso es lo que se llevaron los ladrones de cobre la madrugada del sábado al domingo de la red de Rodalies: 40 metros cable. No es mucho, pero el "golpe" se dio en un lugar estratégico y buena prueba es que ayer desbarató el servicio y ha obligado a Renfe, la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona a activar un plan de transportes especial. El robo se perpetró hacia las cuatro de la madrugada del sábado al domingo, en la catenaria, en un punto relevante para la red, a 300 metros de la estación de Montcada-Bifurcació.

Fuese deliberado o no, los ladrones provocaron problemas de tensión, lo que provocó a su vez incendios, afectó a los sistemas de señalización, comunicación y seguridad y y complicó el servicio en plena jornada electoral. "Un nuevo robo de cable ha provocado una sobretensión al enclave de Montcada Bifurcación que está afectando de forma generalizada al servicio de Rodalies de Catalunya", precisa el organismo, que recuerda que "yambién hubo un incendio en el cableado entre Clot y San Adrià, lo que afecta circulaciones en el túnel de Plaça Catalunya".

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Un "acto vandálico". En su comunicado sobre el incidente, Rodalies habla de "un nuevo” episodio de sustracción de cobre y un "acto vandálico" que afectó ayer al servicio y ha obligado a activar un plan de transporte alternativo. El domingo los Mossos d´Esquadra investigaban el suceso como un robo, pero sus peculiaridades, la cantidad de metal retirado, dónde se dio el golpe y cuándo se dio, a unas horas de la apertura de urnas, provocó que ya ayer se abriese la puerta de forma velada a otras posibilidades. No para cuestionar el robo, sino sus motivaciones reales.

El Periódico y La Vanguardia citaban fuentes del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que reconocían que, al menos ayer, el departamento de Óscar Puente no descartaba que se pudiera haber tratado de un sabotaje. "A la vista de las fotos y los hechos, todo apunta a una acción intencionada, si bien estamos a la espera de las conclusiones de la investigación policial", anotaban.

¿Una "acción intencionada"? La Vanguardia recoge declaraciones del departamento de Puente que insisten en esa idea de la "acción intencionada" para causar daños en la red ferroviaria, una idea apoyada en el punto en el que se robó el cableado, a escasos 300 metros de la estación de Montcada Bifurcadió, cerca de un nudo ferroviario del norte de Barcelona. Para acceder al lugar del que retiraron el cobre, los ladrones tuvieron que pasar además a una zona de difícil acceso.

Y todo para llevarse apenas 40 metros de metal. Ayer el director de Rodalies, Antonio Carmona, declinó entrar en quién y sobre todo por qué pudo llevarse el cobre de la red y aclaró que son las autoridades las que investigan lo ocurrido.

La otra gran noticia del 12M. El incidente marcó desde luego la jornada electoral. Hasta el punto de que hubo partidos que pidieron ampliar el horario de apertura de los colegios electorales por las incidencias en el transporte, posibilidad que descartaba poco después la Junta Electoral Central. Lo cierto es que el propio Carmona admitía ayer que la situación que afrontaba Rodalies era "muy compleja" y no resultaba posible "garantizar un servicio alternativo" para los usuarios.

Lo ocurrido derivó por supuesto en bronca política en pleno 12M, con la vicepresidenta del Govern tildando la situación de "intolerable e inaceptable" y advirtiendo que los problemas afectaban de forma directa al derecho al voto.

Una situación que aún dura. Las consecuencias del robo de cobre duran aún hoy y desde el Govern ya advierten que harán falta dos meses para que las líneas R4 Nord, la R3 y la R7, las más afectadas, recuperen plenamente la normalidad. Renfe, en coordinación con la Generalitat, Adif y el Ayuntamiento barcelonés, ha activado un plan de transportes cuyos detalles pueden consultarse en este link y que plantea el uso del Metro y buses, servicios alternativos y reducciones.

A pesar del despliegue, el organismo no ha evitado quejas de usuarios que han visto cómo sus itinerarios disparaban su duración y colapsos en metro y buses. Las afectaciones por el robo de cobre se centran en la R1, R3, R4 Nord, R4 Sud y R7.

Un robo (más) para la lista. Buscase o no de forma intencionada provocar daños graves a la infraestructura, como deslizaban ayer desde el Ministerio de Transportes, lo cierto es que los robos de cobre no son infrecuentes en Cataluña. Hace solo unos meses, en febrero, justo después de un nuevo caso de robo de cobre de catenaria que afectó a los trenes en la R3 De Rodalies, el propio Puente admitía que durante 2023 los robos de este metal en Cataluña se habían disparado hasta aumentar en más del doble. Para ser más precisos, en 2023 se contabilizaron 151 hurtos frente a los 70 del ejercicio anterior. Por entonces en 2024 iban 13.

Imagen | Wikipedia (Peter Elektro)

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