Los aranceles al coche eléctrico chino ha dado el pistoletazo de salida a una nueva carrera: encontrar fábrica lo antes posible

  • Xpeng es la última en confirmar que quiere levantar un centro en Europa

  • También busca espacio para desarrollar software, clave para sus sistemas ADAS

  • BYD, Chery o Leapmotor también planean fabricar (o fabrican) en Europa

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El asalto del coche eléctrico chino a Europa pasa... por Europa. Cada vez son más fabricantes los que buscan la manera de producir sus coches eléctricos dentro de la Unión Europea o de países que compartan un acuerdo comercial interesante. El último en hacer públicas sus intenciones es XPeng.

¿Qué es XPeng? XPeng es un fabricante chino de vehícilos eléctricos. Sus automóviles, como buena parte de las propuestas que llegan desde China, quieren ofrecer una buena relación entre el equipamiento, la tecnología y el precio. Aspiran a ser una alternativa más económica a vehículos como Tesla pero sin caer en la gama baja.

La marca pertenece al grupo GAC. Se fundó en 2015 y pertenece a uno de los grandes grupos automovilísticos chinos por lo que tiene el respaldo suficiente para sobrevivir pese a perder dinero con cada coche vendido.

Con potencial. Pese a que su cuenta de resultados no es la mejor, XPeng presume de tener una de las tecnologías relacionadas con la conducción autónoma más avanzada del momento. Un valor que le ha permitido llegar a un acuerdo con Volkswagen para que las nuevas plataformas de Audi para coches eléctricos vendidos en China lleguen con su firma.

Para alcanzar este acuerdo, Volkswagen ha invertido 700 millones de euros con los que espera volver a coger pulso en China. Allí, los germanos han ido perdiendo ritmo y, al mismo tiempo, vehículos estrella del grupo como los Audi Q6 e-tron y Porsche Macan eléctrico tuvieron que retrasarse por problemas con las plataformas. Con el acuerdo esperan poder beneficiarse del conocimiento de la marca.

Mirando a Europa. Pero si China quiere ser relevante en el mercado del automóvil, necesita saltar a Europa. De hecho, la producción en el país asiático ha sido tan elevada en los últimos años que necesitan dar salida a unos vehículos que, de momento, se acumulan en los puertos europeos.

Las intenciones de los fabricantes chinos han chocado con la respuesta de la Unión Europea. En estos momentos, la importación de vehículos chinos le cuesta a cada marca un porcentaje añadido al habitual arancel del 10%. A este precio hay que añadir los derechos compensatorios europeos que en el caso de XPeng alcanzan el 21%. Está, por tanto, más cerca de BYD (17,4%) que de SAIC (37,6%).

Busco fábrica. ¿La solución para saltarse esta nueva barrera comercial? Encontrar suelo que permita la producción a un precio competitivo. En Bloomberg han realizado una entrevista a He Xiaopeng, director ejecutivo de la compañía. En ella asegura estar buscando un área con "riesgos laborales relativamente bajos".

Con los derechos compensatorios funcionando, XPeng cree que sus ganancias serán mayores si fabrica y produce en suelo europeo. Otras empresas como BYD, que ha confirmado su planta en Hungría, también buscan soluciones similares. Stellantis está pensando en dedicar una de sus plantas italianas a ensamblar los coches chinos de Leapmotor. Chery hace un producto similar con Omoda en las antiguas fábricas de Nissan en Barcelona, dando vida a un producto que llega a España en formato de kits que se terminan en nuestro país.

Y, además, Marruecos se ha posicionado como una alternativa para producir vehículos eléctricos que se pueden vender en Europa sin aranceles, gracias al tratado comercial que la Unión Europea y Marruecos mantienen entre sí. Es el motivo por el que Stellantis produce allí sus Citroën AMI o Fiat Topolino.

El software es clave. Desde sus inicios, XPeng ha defendido que el software es un valor de compra en sus vehículos. En su entrevista con el medio económico estadounidense, consideran que esta es una parte fundamental de su colaboración con Volkswagen.

Sin embargo, señalan que contar con un espacio dedicado exclusivamente a este desarrollo en Europa les puede ayudar para afinar los sistemas de ayuda a la conducción. Los vehículos llegados de China suelen tener problemas con este tipo de sistemas que ahora son obligatorios y romper este tipo de fricciones es imprescindible para poder conquistar al cliente europeo.

Foto | XPeng

En Xataka | “Es jugar al libre comercio con un Estado totalitario”: tres expertos opinan sobre los aranceles al coche eléctrico chino

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