El dominio que ejerce China sobre el mercado del grafito es casi absoluto. En 2021 produjo nada menos que 820.000 toneladas de este mineral, mientras que Brasil, que es el segundo país en esta clasificación, apenas rozó las 68.000 toneladas. Y Mozambique, el tercero en liza, se conformó con 30.000 toneladas. El liderazgo de China está fuera de toda duda, y el Gobierno liderado por Xi Jinping está aprovechando su posición de dominio para presionar a EEUU y sus aliados.
El grafito interpreta un papel fundamental en la fabricación del ánodo de las baterías utilizadas por los coches eléctricos. Como acabamos de ver, China acapara el 90% de este mineral, lo que coloca a este país en una posición privilegiada que la Administración de Xi Jinping ha aprovechado para dejar de abastecer a EEUU y los países de su órbita. Con este movimiento China ataca simultáneamente dos frentes. El primero es evidente: cerrar el grifo del grafito es una forma de responder a las sanciones de EEUU en materia de semiconductores.
No obstante, este paso también persigue fortalecer la ya de por sí muy sólida posición de China en el mercado del coche eléctrico. Desde hace algo más de dos años el silicio se postula como una posible alternativa al grafito en la puesta a punto de baterías, pero por el momento esta tecnología parece estar lejos de llegar al coche eléctrico. De ahí el rol esencial que tiene el grafito en esta industria. Lo interesante es que este movimiento de China no daña solo a EEUU. Uno de los países cuya economía puede verse muy perjudicada es Corea del Sur.
Mozambique es la mejor alternativa a China
El Gobierno de Corea del Sur no está perdiendo el tiempo. Hay demasiado en juego. La industria del coche eléctrico es estratégica para este país asiático, al igual que las de los semiconductores o los televisores con panel orgánico. El primer paso que ha dado el Ejecutivo surcoreano ha consistido en hablar con su homólogo chino para negociar y mantener abierto el comercio de grafito entre ambos países. El control sobre la exportación de este mineral por parte de China entrará en vigor el próximo 1 de diciembre, por lo que Corea del Sur tiene poco tiempo. Y poca esperanza.
Corea del Sur está alineada con EEUU en materia de circuitos integrados, por lo que ha respaldado sus prohibiciones a China
La probabilidad de que el Gobierno chino ceda a las peticiones de la Administración surcoreana y permita el flujo de grafito entre ambos países es mínima. Y lo es debido a que Corea del Sur está alineada con EEUU en materia de circuitos integrados, por lo que ha respaldado sus prohibiciones. Samsung, SK Hynix y otras compañías surcoreanas no venden algunos de sus productos más sofisticados a las empresas chinas, y no hay ningún indicio que nos invite a intuir que a corto o medio plazo el panorama vaya a cambiar. El Gobierno de Corea del Sur no puede renunciar al grafito, y ya se está moviendo en previsión del cerrojazo que está a punto de echar China.
El continente africano es el lugar al que hay que mirar cuando se trata de abastecerse de grafito sin contar con China. Mozambique, como hemos visto, tiene una producción muy digna, aunque está muy lejos de la del país liderado por Xi Jinping. Brasil también es una posible alternativa a China, pero aún no está claro el papel que interpreta en este contexto. Los intereses de este país sudamericano están claramente alineados con los de China, y en absoluto con los de EEUU, lo que con toda probabilidad ha provocado que Corea del Sur prescinda de negociar con Brasil, cuya producción de grafito duplica la de Mozambique.
Además de con este último país africano el Gobierno surcoreano está negociando con Tanzania, pero tiene un as en la manga si por alguna razón el comercio de grafito procedente de África se detuviese. Corea del Sur está poniendo a punto una planta de fabricación de grafito sintético. Presumiblemente iniciará la producción en 2024, y puede ser su salvación si tenemos presente que todavía no está del todo claro cuándo será factible recurrir al silicio en el proceso de fabricación del ánodo de las baterías para los coches eléctricos.
Imagen de portada: Stellantis
Más información: Bloomberg
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