Tengo una recomendación: si quieres sentir la aceleración más bestia que nunca has sentido en un coche, prueba un eléctrico.
Si lo único que queremos es sentir la experiencia de acelerar lo más rápido posible y que el coche nos pegue al asiento, es imposible encontrar sensaciones más bestias que en un coche eléctrico. Luego está el otro punto "disfrutón" del asunto. El cambiar de marcha, el sonido de un motor "gordo"... pero cualquier coche no electrificado será más lento que un coche eléctrico.
Sólo hay que mirar las cifras de los coches más rápidos del mundo y por qué tecnología optan quienes quieren batir la barrera de los dos segundos para pasar de 0 a 100 km/h en el menor tiempo posible. He escuchado historias de compañeros que, tras décadas probando coches de todo tipo, han salido mareados de un Porsche Taycan o un Tesla Model S Plaid.
Sin duda, es uno de los datos que se suelen buscar con un coche eléctrico. Pero para conseguir los mejores datos, hay que tener en cuenta que no siempre estará disponible toda la potencia posible. Bien porque la batería esté sobrecalentada o, sencillamente, porque esté demasiado fría. Se necesitan unas condiciones específicas para conseguirlo que, además, tienen un impacto directo sobre la batería del vehículo.
Protegiéndose del conductor
Como decíamos, las funciones de máxima aceleración y potencia no están siempre disponibles en los vehículos eléctricos.
La función Launch Control la encargada de conseguir la máxima aceleración posible desde parado. Para ello, por ejemplo, gestiona el par motor que se envía a las ruedas para no perder tracción pero también acondiciona las baterías al estado óptimo para ofrecer la máxima potencia.
Esto provoca que, como explican en Km77, conseguir las cifras aportadas por la marca no sean siempre fáciles de conseguir o, sencillamente, sean inestables cuando se repiten las pasadas. En su prueba, el Tesla Model S Plaid no pudo bajar de 2,6 segundos en el 0 a 100 km/h (homologa 2,1 segundos) y necesitó varios minutos para volver a alcanzar la temperatura adecuada para que el sistema estuviera disponible.
Pero no es cosa exclusiva de Tesla. Por su propia tecnología, las aceleraciones más salvajes no pueden ofrecer todas las prestaciones que prometen, dependiendo de diferentes parámetros o, sencillamente, dañan gravemente la batería del vehículo.
Esto es lo que alegan desde Fisker, cuyos Fisker Ocean han llegado al mercado después de mucho tiempo de incertidumbre limitando su potencial. Tal y como han comprobado los primeros compradores de la marca. Cada launch control cuenta.
Concretamente, son 500 aceleraciones las que tienen los propietarios de estos vehículos para poder realizar a lo largo de la vida útil de la batería. Con cada activación, el contador baja. Sin que ustedes lo sepan, ya hemos acelerado. Quedan 499 salidas desde parado disponibles.
La polémica se recogía en el canal de Youtube Auto Focus, donde han hecho una dura crítica al SUV eléctrico de Fisker. Desde la marca se defienden en Carscoop asegurando que es una cuestión de seguridad porque no tienen claro en qué situación quedaría el tren motriz una vez se han realizado las 500 salidas desde parado. Y apuntan a que consideran que es una cifra "conservadora" y que es raro que un cliente realice estas aceleraciones más de medio millar de veces.
Pero en sus declaraciones también se puede entender que habrá una forma de desbloquear estas aceleraciones y, aunque no se especifica claramente, parece que podemos entender en a qué dirección apuntan desde la marca: "estamos explorando de que manera conseguir más activaciones disponibles, necesitamos más pruebas", señala un portavoz a Carscoop.
Si esto te suena a pago por uso o suscripción, recuerda que no es la primera vez que vemos un coche eléctrico con la potencia capada por el sencillo hecho de que, para acceder a todo su potencial, habrá que desembolsar dinero cada año.
Imagen | Fisker
En Xataka | Sólo hay una manera de acelerar de 0 a 100 km/h en menos de un segundo: con un coche eléctrico, claro
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