El futuro del coche coche eléctrico y las materias primas necesarias para construirlo han generado un negocio que nadie se quiere perder. Tanto que Joe Biden ha decidido poner en marcha una Ley de la Guerra Fría para aumentar la producción de minerales raros relacionados con las baterías de estos automóviles.
La defensa nacional. Concretamente, Joe Biden ha puesto en marcha la The Defense Production Act (Ley de Producción de Defensa, en español), una norma que data de 1950 y que salió adelante bajo el mandato del presidente Harry S. Truman durante la Guerra de Corea. El objetivo es garantizar que las empresas estadounidenses "crear, expandir o preservar' las capacidades de fabricación de los recursos, tecnologías y materiales industriales necesarios para cumplir con los requisitos de seguridad nacional", tal y como lo recoge The Washington Post haciendo referencia al Departamento de Seguridad de Estados Unidos.
Más ayudas. Con la aplicación de esta norma, el Gobierno tiene poder para entregar mayores ayudas o facilitar el trabajo a aquellas empresas que se dediquen a explotar lo que se consideran sectores clave para la defensa nacional. En este caso, se incluyen los coches eléctricos y sus baterías, y desde The Washington Post apuntan a que se trataría de "financiar estudios de factibilidad y modernizaciones de productividad", sin incluir "préstamos o compras directas de esos minerales (minerales raros) o herramientas financieras comunes" recogidas en dicha Ley.
China. El objetivo prioritario es reducir la dependencia en un mercado donde China está ganando terreno y ya es el mayor fabricante y comprador de vehículos eléctricos. "Necesitamos poner fin a nuestra dependencia a largo plazo de China y otros países para obtener inversiones que impulsarán el futuro", declaró Biden durante la presentación de la medida, según recoge The New York Times.
Los minerales. Estados Unidos quiere mejorar la extracción, tratamiento y reciclaje de materiales raros como el níquel, el litio, el cobalto, el grafito o el manganeso. Son materias primas clave para la producción de baterías para los próximos coches eléctricos y que ahora dependen de "fuentes extranjeras poco fiables", en palabras del presidente estadounidense.
Al alza. Además de la dependencia exterior, los fabricantes se están encontrando con otro problema: el encarecimiento. Los proveedores tienen que trabajar en un mercado muy tensionado que impide rebajar los costes de la producción de vehículos eléctricos. De hecho, el litio casi ha quintuplicado su precio en un año y el níquel vivió un encarecimiento que obligó a cerrar el London Metal Exchange, el mercado de futuros más importante del mundo de estas materias primas.
La tendencia. La crisis del coronavirus y los problemas logísticos han dejado vendidos a los fabricantes y han demostrado que Estados Unidos y Europa tienen un problema con la cadena de suministros, con una dependencia creciente de Asia. La decisión estadounidense no es única.
Europa y España también trabajan por ser competitivos en el coche eléctrico. Los PERTE permitirán la construcción de una fábrica de Volkswagen para la producción de baterías con una inversión histórica. Hoy mismo se ha anunciado un nuevo PERTE para la producción de semiconductores en nuestro país, relacionada con la Ley de Chips de la Unión Europea.
Foto | Curioso Photography
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