El calor pone a examen a nuestros coches: estas son las principales averías en verano y su coste

Ante otro verano de mucho calor, conviene tener claro dónde están los principales agujeros del coche

Aprieta el calor y comienza a pasar factura todo eso que no hemos ido cuidando a lo largo del año. Y no, no hablamos de la enésima operación bikini fallida. Hablamos del mantenimiento de nuestro coche. Con las temperaturas extremas, los sistemas y los componentes están funcionando al límite. Y las posibilidades de sufrir una avería aumentan.

Porque nuestro coche, y no el agua, sí que tiene memoria. Cada elemento que descuidamos en el día a día hace que la probabilidad de quedarnos tirados cuando menos nos interesa, y el calor más aprieta, aumente. O, simplemente, hay algunos componentes que sufren más en verano y es fácil que podamos tener un problema con ello.

Esto debemos tener en cuenta.

Averías veraniegas

Como decíamos, y siempre que sucede con las temperaturas extremas, lo que menos queremos cuando aprieta el calor es quedarnos tirados con nuestro coche. Sacar las sillas de la playa, los inflables de los niños, las maletas enormes y, al fondo del todo, encontrar los triángulos o las luces V-16.

Por ello, es importante que tengamos claro cuáles son los elementos, sistemas y componentes de nuestro coche que más pueden sufrir.

El aire acondicionado

Sí, todos hemos oído las batallitas de aquellos viajes de doce horas, con seis pasajeros en el coche y sin aire acondicionado. Pero igual que ahora nos parece una locura que se viajaran más niños que plazas tenía el coche, también nos lo parece viajar sin climatizador o sin aire acondicionado.

Ahora, cuando más lo necesitamos, es justo cuando el sistema más demandado está. Por eso, es bueno comprobar que el aire acondicionado enfría lo esperado y no necesita una carga del gas, que el sistema no tiene fugas o, simplemente, que los filtros del habitáculo se cambiaron cuando tocaba.

Coste de recargar el gas del aire acondicionado: entre 100 y 300 euros.

Termostato

De nada sirve tener todo lo relacionado con el aire acondicionado o el climatizador en buen estado si nuestro termostato no tiene buena salud. Éste se encarga de dejar pasar o no el líquido refrigerante para rebajar la temperatura del motor y conseguir que funcione entre 85 y 90 grados.

Si el termostato se abre antes de tiempo, el aceite no alcanzará la temperatura adecuada y aumentarán las fricciones. Si no se abre, la temperatura subirá por encima de los 90 grados, las piezas se sobrecalentarán y, en el peor de los casos, podría provocar la rotura del motor. Es especialmente importante su funcionamiento ahora que las temperaturas exteriores son más altas y el aire apenas refrigera el motor.

Coste de cambiar el termostato: entre 150 y 300 euros.

Motor de arranque

El motor de arranque es el encargado de poner en marcha el vehículo con la energía que se guarda en la batería. Con su trabajo hace girar el cigüeñal a través del volante motor, dando inicio al proceso de combustión. Para todo ello, la electrónica es fundamental.

Es uno de los motivos por el que no se recomienda aparcar en las zonas de playa. Allí, la humedad, el polvo y la sal en el ambiente puede facilitar que los bornes o los fusibles sufran algo de corrosión. Aunque son más habituales las averías en invierno por un estacionamiento prolongado, aparcar en una zona alejada del mar siempre es una buena idea.

Coste de cambiar el motor de arranque: entre 200 y 600 euros.

Turbo

El turbo es una pieza delicada. Encargado de aumentar la potencia de nuestro motor con los propios escapes que salen del mismo, las temperaturas que alcanza son muy altas. Además, suele estar situado en lugares especialmente delicados para su refrigeración.

Para evitar problemas, el aceite se encarga de rebajar su temperatura pero  nosotros también podemos hacer algo por tratarlo con cuidado y alargar la vida útil. Con dejar el coche al ralentí un minuto antes de comenzar el viaje y al llegar al destino habremos ganado mucho. Piensa, además, que los viajes son más largos y la presión a la que está sometido es más alta.

Coste de cambiar el turbo: hasta 3.000 euros.

Neumáticos

Como cualquier otro componente de nuestro coche, los neumáticos deben revisarse habitualmente, mantenerlos en el mejor estado y así evitaremos sustos que pueden derivar en un importante accidente. Debemos tener siempre en cuenta que los neumáticos son el único elemento de nuestro coche que está en contacto con el suelo.

En verano, con el aumento de los kilómetros y de la temperatura en el asfalto, las posibilidades de sufrir un reventón aumentan sensiblemente. Además, no hay que vigilar la presión de los mismos si llenamos el maletero de nuestro coche, pues es probable que el fabricante recomiende aumentar en alguna décima la presión. Y, recordemos, la falta de dibujo y un maletero lleno hará que nuestro coche se detenga decenas de metros más tarde de lo que estamos acostumbrados.

Coste de cambiar los neumáticos del coche: precio medio entre 400 y 500 euros (depende de neumático elegido).

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Foto | Enis Yavuz

*Una versión anterior de este artículo se publicó en julio de 2023

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