"Estamos olvidándonos de los coches aburridos": Ford tiene claro que lo que falta a su oferta son coches más caros e "icónicos"

  • Jym Farley califica a los Ford Fiesta, Focus y Mondeo de "coches aburridos"

  • La apuesta pasa por una gama de extremos: premium o coches desarrollados por terceros

Ford Mustang 2024 Wallpaper
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Jym Farley, CEO de Ford, tiene claro que algo tiene que cambiar en la estrategia de la marca. Los números dicen que el salto al coche eléctrico se le esta atragantando y que debe poner un dique para contener la sangría de dinero que le esta provocando esta nueva tecnología. Su solución parece que pasa por confiarlo todo a los vehículos de mayor precio.

Al menos eso es lo que se infiere de las palabras dedicadas a los Ford Fiesta, Focus o Mondeo que, según Farley, "nunca han terminado de funcionar, así que no se justificaría una mayor inversión de dinero. Estamos saliendo del mercado de los coches aburridos para entrar en el mercado de los coches icónicos", ha explicado a la revista Car.

Explican en la publicación que Ford tiene gran confianza en el nuevo Puma eléctrico, que utilizará unas líneas de diseño que ya se ha comprobado que gustan y un precio más alto que el visto hasta ahora, con el objetivo de levantar los márgenes de beneficios.

"Somos buenos haciendo coche rápidos (sobre Ford y la submarca Bronco) y auténticos todoterrenos. Mira el Raptor, lo trajimos de las competiciones mexicanas y lo convertimos en un coche que puede ser usado en la calle. Es un gran ejemplo de hacia dónde creo que deberían ir nuestros coches de pasajeros", continúa Farley en la entrevista con el medio anglosajón.

Y remata: "podemos enfrentarnos a Porsche con el Mustang, es el coupé deportivo más vendido del mundo. Vamos a invertir en esa marca y ser cada vez más fuertes".

Si lo hago yo, que sea lo mejor

Lo que se adivina de las palabras de Farley (y de otras declaraciones que ha ido dejando en los últimos meses) es que Ford contará con una estrategia a dos velocidades. La intención más clara es la de reducir volumen y aumentar el número de "coches caros" vendidos con el óvalo. O, directamente, eliminarlo para crear líneas de negocio que ni si quiera se asocien a la marca Ford.

Si echamos un vistazo a los Ford Mustang o Bronco, que Farley ha puesto como ejemplo, no encontraremos un detalle estético que nos recuerde al clásico óvalo azul de los estadounidenses. Esto sirve para posicionar a los modelos que llegan bajo este nombre en una subcategoría de mayor calidad, algo así como crear una marca premium (como Lexus) sin la necesidad de dotarla de toda una gama de productos.

En los últimos meses, Ford ha encontrado serios problemas para rentabilizar sus productos. El Ford Mustang Mach-E es un buen ejemplo de ello, necesitando de un enorme crecimiento en su precio para no perder dinero con cada unidad vendida. Hacerlo con vehículos como el Ford Fiesta, Focus o Mondeo, que pelean en segmentos de precio mucho más competidos o casi inexistentes (las berlina, en el caso del Mondeo) han empujado a la marca a prescindir de ellos.

En los últimos años, los vehículos en Europa se han encarecido y los de menor tamaño de combustión tienen las cosas realmente complicadas si se siguen aplicando los límites de emisiones de CO2 ya aprobados para 2025, más duros y que convertirán a los utilitarios y los compactos sin electrificar en coches menos atractivos de vender para las marcas.

El camino dentro de Ford parece tomar dos direcciones. La primera ha sido la de abandonar a coches que funcionaban (o funcionaron) en Europa pero a los que no conseguían sacar un gran rendimiento para centrarse en los modelos más caros de su gama. Al mismo tiempo, su asociación con Volkswagen les permite ofrecer coches eléctricos de menor tamaño pero ahorrando muchos costes por el camino.

El precio a pagar, en este caso, es que la marca tiene que emplearse a fondo para diferenciar su producto del de la competencia. El Ford Explorer eléctrico, de momento, lo consigue, centrando su dinámica en un coche que se alinea con lo visto en los Fiesta o Focus, coches más nerviosos y directos que los de la competencia, sacrificando un punto de confort.

No es la primera vez que desde Ford hacen declaraciones similares. En su apuesta por dar el salto al coche eléctrico, la compañía parece tener claro cuáles son sus prioridades, ya que elimina del catálogo los modelos más pequeños y polivalentes (con gran aceptación en el mercado europeo) para cambiarlos por eléctricos desarrollados sobre una plataforma de Volkswagen. En el otro extremo de la oferta, vehículos premium y todoterrenos gigantes.

Parece, curiosamente, que si vemos el logo de Ford en el frontal estaremos optando por sus vehículos más sencillos, de volumen y "menos Ford". Si el óvalo ha sido sustituido por un caballo, estaremos ante lo mejor que la compañía tiene que ofrecer.

Foto | Ford

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