Europa quiere acabar con los coches más contaminantes. A Ferrari le da igual porque apunta (cada vez más) a Estados Unidos

  • Las ventas en Estados Unidos no han dejado de crecer desde 2020 a ritmo de dos dígitos

  • En Europa, las ventas crecen mucho más despacio y el eléctrico se plantea como un coche clave

  • En China, uno de cada cuatro coches de Ferrari lo compra una mujer

Quien siga este año la Fórmula 1 convendrá que el tercer y el cuarto puesto de Charles Leclerc y Carlos Sainz, respectivamente, en el Gran Premio de Fórmula 1 de Miami no fue un mal resultado para la Scuderia.

Seguramente, los tifosi, que solo creen aceptable el primer puesto para uno de sus bólidos rojos no estén tan cómodos con la afirmación anterior. Pero Ferrari se puede volver satisfecha del último Gran Premio disputado en América. Porque el pasado viernes, aprovechando que la Fórmula 1 pasaba por Estados Unidos, la compañía presentó su último gran superdeportivo.

El Ferrari 12Cilindri es toda una declaración de intenciones desde su nombre. Honrando la historia de la marca y para los aficionados más puristas y entusiastas, la compañía ha creado lo que muchos considerarían un Ferrari puro, un Ferrari "como tiene que ser".

El sucesor del Ferrari 812 Superfast es un biplaza que se inspira en los años 50 y 60 y que, sobre todo, hace referencia al mítico Ferrari Daytona 365GTB/4, con una clara reinterpretación de sus faros, un afilado y larguísimo morro y una moldura negra que hila con aquel modelo.

Pero su vínculo con la historia de la compañía no queda atrás. En un mercado donde el downsizing es tendencia, donde se tiende a motores más potentes pero mucho más pequeños y a electrificar los propulsores para reducir las emisiones, Ferrari pone encima de la mesa un motor V12 atmosférico, de 6,5 litros, 830 CV y que llega a las 9.500 rpm. Una joya de las que cada vez quedan menos.

Lo vende porque puede

En los últimos años hemos visto cómo las restricciones en materias de emisiones han provocado que los fabricantes opten por reducir el tamaño de sus motores e hibridar, incluso, sus opciones más potentes y lujosas como ha sucedido con el Lamborghini Revuelto.

En Europa, este tipo de coches están siendo duramente castigados, con grandes multas si se sobrepasan los límites máximos de emisiones permitidos y una regulación que apunta a la prohibición de los motores de combustión que no sean neutros en carbono en 2035 y una ansiada reducción del 55% de emisiones de CO2 en 2030.

Entre 2025 y 2029 llegará un nuevo límite de emisiones. Ahora mismo, los fabricantes pagan las multas si las emisiones medias de sus coches superan los 95 gr/km de CO2. En la segunda mitad de la década, el límite se rebajará a 93,6 gr/km de CO2 y entre 2030 y 2034 el nuevo límite debería ser de 49,5 gr/km de CO2, una cifra imposible de alcanzar si no es con un coche híbrido enchufable.

A lo anterior hay que sumar las regulaciones propias de cada país. Francia, por ejemplo, ya cuenta con un impuesto específico de CO2 que ha elevado al Toyota Yaris GR hasta los 100.000 euros.  Normativas y planes que arrinconan a los motores de combustión como el presentado por Ferrari.

Para solventar las multas europeas, los fabricantes pagan a marcas como Tesla, que solo produce coches eléctricos, para que sumen como un mismo grupo y, por tanto, esquiven las multas, ahorrándose un buen dinero. En otros casos, las marcas entran dentro de grandes grupos automovilísticos cuya flota de eléctricos compensan los desmanes con estos superdeportivos de lujo. Y en un último caso, aquellas firmas que no sobrepasan las 1.000 unidades puestas en la calle no rinden cuentas con nadie.

Pero Ferrari ha optado por el camino contrario, por ofrecer uno de esos superdeportivos que ocupan un lugar especial en su oferta, de los que son recordados con el paso de los años. Y que la compañía haya optado por presentarlo durante los días en los que se disputa el Gran Premio de Miami no es casualidad.

Los de Maranello han hecho de América uno de sus mercados principales. Si echamos un ojo a 2023, Europa, Oriente Medio y África representan el mercado donde más coches vendió Ferrari en 2023, colocando 6.063 unidades. Le sigue América, con 3.811 vehículos vendidos.

El crecimiento que la compañía está teniendo en Estados Unidos es significativo. Mientras que en su primer mercado sólo creció un 2%, en América elevó su crecimiento un 11%, respecto a 2022. La tendencia no es nueva. En 2022, las ventas de Ferrari en Europa, Oriente Medio y África crecieron un 8% respecto a 2021. América se elevó hasta un 22% de crecimiento. Y aquel año, China, Hong Kong y Taiwan crecieron un 73%, aunque luego han caído ligeramente en 2023.

Allí, los esfuerzos por electrificar la flota también van tomando fuerza pero las decisiones no están siendo tan impetuosas como en Europa. Mantener la esencia de la Ferrari histórica es imprescindible para la compañía, ahora que incluso ésta se ha lanzado a poner en el mercado (con enorme éxito) su propio SUV y empieza a allanar el camino hacia un coche eléctrico con Il Cavallino en el frontal.

Pero, como recogen en Bloomberg, ninguno de los problemas del mercado del automóvil parecen afectar a Ferrari. "Ninguna de las preocupaciones sobre la industria automotriz en general (el aumento de los precios, el aumento de la morosidad en los préstamos de automóviles de alto riesgo y el potencial de amortizaciones de inversiones en vehículos eléctricos) debería ser un problema para sus deportivos italianos", señala Joel Levington, analista del medio económico.

Ferrari ha conseguido ser la marca de lujo más valorada del mundo. Y, por el camino, ha seguido la misma estrategia a la que ya ha apuntado Porsche y quiere conseguir Aston Martin: vender coches más caros y exclusivos. De hecho, la compañía ha conseguido posicionarse en lo más alto del mercado en lo que a margen de beneficios por unidad vendida se refiere.

El recibimiento del próximo coche eléctrico de Ferrari está por conocerse pero para Porsche, con su Taycan, ha sido un enorme éxito. El SUV de Ferrari, un tabú para los más puristas, también lo ha sido y la compañía viaja a ritmo de crucero en países como China donde, además, se está desvinculando del comprador masculino consiguiendo vender uno de cada cuatro vehículos a una mujer.

Si Ferrari apuesta por enormes motores V12 todavía es porque, sencillamente, se lo puede permitir. Estos dos modelos se ponen a la venta con un precio de partida de 395.000 euros para el Ferrari 12Cilindri coupé y 435.000 euros para el Ferrari 12Cilindri Spider. Son precios estratosféricos a los que Ferrari está sacando un enorme partido.

Sus ventas en América están respondiendo, en China siguen creciendo y saben que, llegado el caso, las multas no les afectarán tanto como parece en Europa. Bien porque venderán también eléctricos (reduciendo media de emisiones) o porque pueden repercutir parte de las mismas a los clientes, que seguirán pagando el peaje por tener joyas que, además, cada vez serán más raras y, por tanto, tendrán más justificado un precio altísimo.

Imágenes | Ferrari

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