El Gobierno japonés está presionando para que Honda llegue a un acuerdo para rescatar a Nissan
Foxconn lleva años intentando ganarse un hueco en la fabricación de automóviles.
La industria automotriz vive una revolución. Una de esas que, probablemente, se estudiará en el futuro atendiendo a todos los cambios productivos que se llevaron a cabo, cómo se adaptaron las empresas, quiénes fueron los ganadores y los perdedores o quienes, directamente, nacieron y murieron.
El coche eléctrico está transformando cómo trabajan las compañías y hasta qué entendemos por un coche. Tesla y China han demostrado que sus procesos productivos, mucho más simples, pueden fabricar sus vehículos a un coste muy inferior y mucho más rápido que el resto de competidores.
La simplicidad de los motores y cómo ha ganado peso el software en detrimento del hardware ha provocado que más y más compañías se hayan atrevido a dar el salto al coche eléctrico. Especialmente en China, donde las ayudas gubernamentales han creado el caldo de cultivo perfecto para crear empresas con el coche eléctrico en mente, otras pivoten a este objetivo y, por el camino, algunas desaparezcan.
Pero además de todo esto, el coche eléctrico también ha conseguido atraer a gigantes tecnológicos que ven en la tecnología una oportunidad para abrir una nueva vía de negocio. Desde Apple a Google (ambas con proyectos que han desaparecido) o, como llevamos tiempo sabiendo, a Foxconn, el gigante taiwanes conocido por fabricar los iPhone.
Ahora, con Nissan en una situación crítica, los taiwaneses tienen abierta una puerta perfecta para dar el salto.
Foxconn, a la espera de Nissan y Honda
Como decíamos, el interés de Foxconn por entrar de lleno en el mercado del coche eléctrico no es nuevo. Ya en diciembre de 2022 la compañía aseguraba que aspiraban a poder fabricar entre el 40 y el 50% de la producción mundial de automóviles.
Especializados en fabricar productos para terceros, está claro que los taiwaneses creen que el coche eléctrico se parece más a un iPhone que a lo entendido hasta ahora por un vehículo de combustión, donde la electrónica se combina con un propulsor con cientos de piezas móviles que tienen que trabajar al mismo compás.
Liu Young-way, CEO de la compañía, asegura que el contexto actual es algo que sólo se da "una vez cada 100 años". Hay que tener en cuenta que la compañía no sólo ensambla iPhone, su producción de componentes electrónicos (incluidos chips de Nvidia) le permitiría contar el conocimiento y las fábricas para la integración vertical de gran parte del proceso de fabricación de un automóvil.
Ante este panorama, a Foxconn se le ha abierto una puerta perfecta con Nissan. La compañía nipona atraviesa por un momento económico complicadísimo, incluido el despido de miles de trabajadores y una reducción significativa de su producción. Carlos Ghosn, quien fue CEO de Nissan antes de su huida, tiene claro que la compañía ha entrado en pánico, perdiendo terreno en Estados Unidos, sin apenas presencia en Europa y desaparecida de China.
Recogía Reuters que el interés es tal que la compañía aspira a comprar, como mínimo, la participación de Renault en Nissan. Los franceses han ido reduciendo su participación en la compañía nipona y los desarrollos han ido tomando caminos separados. Pese a ello, las últimas informaciones indican que los del rombo quieren seguir formando parte de los japoneses. Habrá que ver hasta qué punto es cierto o tratan de no reducir el precio de su participación.
Sea como sea, el acercamiento de Foxconn habría empujado al Gobierno japonés a presionar para que Honda y Nissan lleguen a un acuerdo de fusión. Es algo que supimos el pasado 17 de diciembre, que comenzó el pasado marzo, y que ha ido tomando fuerza con el paso del tiempo. Tanto que el lunes 23 de diciembre Honda y Nissan han confirmado que ya han firmado su primer memorando de entendimiento para "considerar una integración empresarial". Una fusión o compra para la que Bloomberg pone fecha: junio de 2025.
Ghosn y otros expertos del mercado del automóvil han insistido en esa idea de que el propio Gobierno japonés es el que está interesado en mantener el capital de Nissan dentro del país. De hecho, no es ni mucho menos la primera vez que el Estado japonés empuja para que empresas del país colaboren para conseguir ventajas competitivas o lleguen a acuerdos estratégicos.
De momento, parece que el acercamiento de Honda a Nissan ha pausado las presiones de Foxconn. Al menos eso es lo que asegura Bloomberg. Lo que está claro es que el panorama de la fabricación de vehículos ha cambiado tanto que nos terminará moviendo buena parte de las fichas del tablero.
Foto | Nissan
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