Creo que todos podemos convenir en que tener un Ferrari en el garaje de casa es algo reservado a unos pocos. Unos pocos que, sin embargo, cada día son más. En 2021, la marca colocó en el mercado 11.155 unidades de sus exclusivos deportivos, un 9,38% más que en 2019, cuando la marca superó por primera vez la barrera de los 10.000 euros.
Vender cada día más y, al mismo tiempo, mantener a Ferrari como una firma que sea cosa "de uno pocos" es uno de los retos que se plantean al corto plazo. El nuevo Ferrari Purosangue es una buena muestra de ello. El primer SUV de Ferrari es necesario para ser competitivos en un segmento al que también han tenido que entrar los fabricantes de superdeportivos pero que, al mismo tiempo, pondrá el listón muy alto con su potente V12 atmosférico que son ya una especie en peligro de extinción.
Pero como en todo, en Ferrari también hay clases. Es algo que se aprende con cada nueva gran lanzamiento limitado a un número concreto de unidades. El Ferrari LaFerrari, registró 1.000 pedidos en apenas unos días a pesar de haber anunciado la marca que estaría limitado a 499 unidades. Algo parecido sucedió con el Ferrari Enzo, cuya producción se amplió de 349 a 400 unidades debido a su alta demanda.
Antes, Ferrari ya había seguido la misma estrategia con el F50, del que se produjeron 349 unidades y fue un cambio de rumbo, después de fabricar 1.315 Ferrari F40, uno de los modelos más queridos por los aficionados a la marca. Antes, el Ferrari 288 GTO ya había enamorado y se había convertido en el primero de la gran serie de superdeportivos que hemos ido repasando y cuya última incorporación ha sido la del Ferrari SF90 Stradale.
Ferrari 288 GTO, su historia
El Ferrari 288 GTO es un superdeportivo muy peculiar en la historia de Maranello. Para participar en algunas de sus competiciones, la FIA obliga a homologar un número de unidades mínimo aptas para circular por la carretera, una base sobre la que se asientan los modelos de competición y que, en mayor o menor medida, se parecen a los vehículos de calle. Un buen ejemplo es el Toyota GR Yaris.
En los años 80, una de las competiciones más salvajes y que más literatura han levantado era el Grupo B del Mundial de Rallies. Los equipos privados ya competían anteriormente en el Grupo 4 con el Ferrari 308 GTB, pero los proyectos estaban desligados de Maranello. Incluso hubo versiones para el Grupo B. Pero, cuando la firma quiso ponerse manos a la obra, fue tarde.
El Grupo B se convirtió desde el primer momento en la categoría más seguida por los amantes del Mundial de Rallies. Era una categoría absolutamente salvaje, que apenas exigía un peso mínimo de 900 kg por coche pero que no ponía puertas a los desarrollos desaforados. Pronto los coches se convirtieron en ataúdes con ruedas donde las medidas de seguridad eran casi inexistentes en deportivos que superaban los 500 CV. La consecuencia fue evidente: se suspendió tras un buen número de accidentes fatales.
Por el camino, Ferrari había desarrollado el Ferrari 288 GTO con el objetivo de competir en el Mundial. Lamentablemente, la FIA cerró la categoría antes de que pudiera debutar. Es uno de los motivos por el que sólo se fabricaron 272 unidades. Ferrari querría alcanzar el mínimo para competir y había desarrollado todo un coche de competición que era homologable en la calle. Lo que le convirtió en el coche más rápido del momento.
El Ferrari 288 GTO se convirtió en el coche más rápido del momento. Hablamos de un superdeportivo que en 1984 montaba V8 de 2.8 litros y 400 CV y que era capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 4,8 segundos. Pero es que su velocidad punta era de 304 km/h, convirtiéndose en el primer coche de producción en superar la barrera de los 300 km/h.
Ferrari 288 GTO Evoluzione, un unicornio de precio incalculable
Pero además de estas 272 unidades, se construyeron otras seis unidades muy particulares que tenían por nombre Ferrari 288 GTO Evoluzione. La versión que se utilizaría para competir en el campeonato de rallies y que, sin embargo, nunca llegó a formar parte del mismo.
La FIA obligaba a producir 20 de estas unidades pero con la cancelación del campeonato, solo seis salieron de fábrica de las que hay muy pocos detalles sobre sus actuales propietarios. Sí se sabe que el Ferrari 288 GTO Evoluzione fue una preparación que se perfeccionaron en el taller Michelotto de Padua y Pininfarina.
El resultado fue una joya brutal vestida de kevlar y fibra de vidrio que mantenía el bloque V8 de 2.8 litros pero que, tras las modificaciones, se exprimía hasta los 650 CV. Todo con un peso de 940 kg. Como resultado, el Ferrari 288 GTO Evoluzione podía alcanzar los 370 km/h. Un coche, no lo olvidemos, de 1987.
Una de las unidades fue utilizada como mula para desarrollar lo que poco después conoceríamos como Ferrari F40. Ahora, uno de estos Ferrari 288 GTO Evoluzione será subastado por RM Sotheby's entre el 19 y el 21 de octubre. Esta unidad en concreto, llegó a formar parte de la colección de Lawrence Stroll, propietario del equipo de Fórmula 1 donde competirá Fernando Alonso la próxima temporada.
Tras cambiar de manos, la unidad ha sido puesta a punto en una profunda restauración que ha costado más de 130.000 euros y lo ha devuelto a su estado original. El precio que puede alcanzar esta unidad puede ser desorbitado y es que, en estos momentos, los Ferrari 288 GTO bien cuidados están siendo subastados por precios de entre tres y cinco millones de euros.
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