Descuentos sí. Márgenes de beneficio, también. Con las campanadas de Nochevieja los conductores españoles han visto cómo se concretaba una medida esperada, aplazada y sobre todo temida desde hace tiempo: el fin de la bonificación universal de 20 céntimos por litro de combustible. Las cadenas de gasolineras no han tardado en anunciar sus propios descuentos para hacer el cambio de año más llevadero, pero… ¿Qué supone para sus márgenes empresariales? ¿Se puede ir más allá en la lectura de una medida que Facua no duda en tildar ya de “operación de marketing”?
La clave, como es habitual, está en los datos.
Cambio de año… con "regalo" incluido. No ha sido una buen salto de año para los conductores españoles, que con las doce campanadas de Nochevieja han visto cómo se esfumaba la bonificación universal de 20 céntimos por litro de combustible —15 aportados por el propio Estado y 5 a cargo de las estaciones de servicio— aprobada por el Gobierno en abril de 2022, tras las movilizaciones en el sector del transporte. No fue una sorpresa. La idea inicial pasaba por mantenerla hasta el 30 de junio, margen que más tarde se pospuso al 30 de septiembre y finalmente se fijó el 31 de diciembre. Del café para todos se ha pasado al café para algunos, los que más pueden sufrir con los precios.
El descuento se mantendrá solo para los profesionales del transporte por carretera, agricultores, ganaderos, pescadores y navieras. No es el único cambio. Su gestión se vuelve algo más compleja e incluso los profesionales trabajan con un calendario bien definido. En cuestión de meses, a partir del 31 de marzo y hasta julio, la ayuda para los transportistas por carretera bajará a 10 céntimos.
Adiós bonificación, hola descuentos. Eso es lo que han dicho algunas cadenas de gasolineras, que han reaccionando al fin de la bonificación de 20 céntimos publicitando sus propios descuentos. Repsol, Galp, Cepsa, BP, Shell o Disa ofrecen fórmulas para hacer más llevadero el trance de parar en sus áreas de servicio para llenar el depósito del coche en 2023. Para Rubén Sánchez, secretario general de Facua, los anuncios tienen sin embargo más de pantalla que de fondo real. “Una operación de marketing”, resumía hace poco en declaraciones a Business Insider.
En primavera Facua ya había denunciado a más de 200 gasolineras por encarecer sus tarifas cinco céntimos en abril, el recorte de márgenes que debía aportar el sector como parte de la bonificación de 0,20 euros. Los 15 restantes se devolvían con cargo a las arcas del Estado.
¿Qué descuentos, exactamente? Las políticas varían de una a otra empresa, pero vale la pena repasar los movimientos de las principales cadenas del país. El 27 de diciembre Repsol anunció que los usuarios de la aplicación Waylet seguirán beneficiándose de una reducción de 10 céntimos por litro cuando reposten en alguna de sus más de 3.300 estaciones de servicio localizadas en España. La medida, de carácter “excepcional”, reivindica la compañía, se aplicará hasta el 31 de marzo.
Otra de las grandes cadenas, Cepsa, ofrece también opciones para rebajar la factura del repostaje. Con su programa de fidelización “Porque Tu Vuelves” ofrece un descuento de 10 o 12 céntimos por litro, una bonificación que puede elevarse a 30 si se completaba además con tarjetas asociadas.
Y la lista sigue en la “guerra” de gasolineras. No son las únicas que ofrecen descuentos en un intento por atraer a los clientes tras el fin de las bonificaciones, una peculiar pugna entre cadenas a golpe de recorte de precios y estrategias de fidelización. BP ofrece ahorros de 10 céntimos por litro, a finales de diciembre DISA anunciaba descuentos también de 10 céntimos en carburantes DISAmax o Shell V-Power y Galp ofrece exactamente la misma cantidad con Mundo Galp, con la que se opta además a un descuento mucho más jugoso, de 25 céntimos/litro, en el primer repostaje.
Pero… ¿Y cómo evolucionan los precios? En resumen, bonificaciones que suelen rondar los 10 céntimos por litro y con las que las firmas buscan que sus clientes se registren en sus programas de fidelización. La pregunta es… ¿Sobre qué base se aplican los descuentos? ¿Cómo han evolucionado los precios del combustible desde el 31 de diciembre? Para hacerse una idea viene bien echar un ojo a las tablas de Dieselgasolina.com, que muestran un alza desde la última semana de 2022.
El viernes 30 de diciembre la Sin Plomo 95 marcaba 1,529 euros/litro, el gasóleo A 1,668 y el A+ y Sin Plomo 98 rondaba los 1,76. El jueves 5 de enero los valores eran superiores: 1,627 la Sin Plomo 95, 1,69 el gasóleo A, 1,78 el A+ y 1,798 el Sin Plomo 98. Todo tras un alza más o mensos sostenida de precios que arranca desde el inicio de las Navidades. Eso supone que si el 24 de diciembre llenar un depósito de 50 l con Sin Plomo 95 costaba 78,55 euros; el jueves la factura era de 81,35.
Algunas claves para manejar los datos. A la hora de manejar los valores viene bien tener presentes algunas claves. La principal es que se trata de medias y que las diferencias entre cadenas son pronunciadas. Según Dieselgasolina, la Sin Plomo 98 costaba el pasado jueves 1,776 euros/litro en Repsol frente a los 1,681 de Shell o los 1,665 de la opción low cost de Alcampo. Los precios son en cualquier caso más bajos que los aplicados en marzo de 2022, antes de la bonificación.
Descuentos... con un buen colchón. Otra clave fundamental es que si grandes cadenas como Repsol o BP se han lanzado a ofrecer descuentos tras meses con unos resultados más que jugosos. Durante los nueve primeros meses de 2022, Repsol ganó 3.222 millones de euros, lo que representa un 40% más que durante el mismo período del ejercicio pasado. Es más, la cifra supone 723 millones más que todos sus beneficios de 2021. El balance ha sido igual de interesante también para Cepsa, que duplicó beneficios hasta septiembre o BP, que pese al efecto de su salida de la rusa Rosneft, vio cómo en el tercer trimestre lograba unos beneficios subyacentes de 8.150 millones de dólares.
Imagen de portada: Engin Akyurt (Unsplash)
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